La leyenda del boxeo Mohamed Alí, un ícono del siglo XX cuya vida y carrera de más de tres décadas trascendió el mundo del deporte, falleció este viernes a los 74 años en un hospital de Phoenix, Estados Unidos.
«Después de 32 años de luchar contra la enfermedad de Parkinson, Mohamed Alí murió a la edad de 74 años», dijo su portavoz, Bob Gunnell.
«El triple campeón de pesos pesados del mundo murió en la noche», añadió el comunicado.
El portavoz del boxeador más famoso del mundo explicó que su funeral se llevará a cabo en su ciudad natal, en Louisville, Kentucky, pero no precisó fecha.
«La familia de Alí quiere agradecer a todos los que le acompañan con sus pensamientos, oraciones y apoyo y exige también respeto a su privacidad», concluyó el comunicado.
Poco a poco, las calles que abrazan el Scottsdale Healthcare Osborn Medical Center comenzaron a transformarse con la noticia de la muerte del triple campeón mundial de los pesos pesados. Como si fuera una noche donde sonaría la campana para iniciar un combate, los fans del Alí se acercaron para aplaudirlo y saludarlo.
Uno de ellos fue Ismael Carrasquilla, un estadounidense hijo de inmigrantes mexicanos, se acercó al hospital vestido con una camiseta estampada con el rostro de su ídolo de todos los tiempos.
«Se fue el más grande del boxeo de todos los tiempos. Su pelea la perdió, pero ahora ya celebran en el cielo la llegada de un verdadero campeón», dijo a la AFP Carrasquilla, de 43 años.
Alí sufrió durante más de treinta años la enfermedad de Parkinson y había sido hospitalizado dos veces a finales de 2014 y principios de 2015 por neumonía e infección del tracto urinario.
El filipino Manny Pacquiao publicó una foto de Mohamed Ali en una pose de boxeo con la siguiente leyenda: «Por favor, tengan a Muhammad Ali en sus pensamientos y oraciones. Con Dios, todo es posible».
Por su parte, el famoso Oscar de la Hoya, campeón olímpico y varias veces campeón mundial profesional, lo describió como «una leyenda y uno de los atletas más famosos del mundo, el luchador que marcó el comienzo de la era de oro del boxeo y puso el deporte en el mapa».
«Más allá de su increíble talento, también hizo el boxeo interesante. Alí era valiente en el ring, y enfrentó a los oponentes más difíciles. Alí ejemplificó el coraje porque nunca tomó la ruta fácil, algo por lo que debe ser admirado dentro y fuera del ring», indicó el jefe de la promotora boxística Golden Boy Promotions en un comunicado.
«A medida que envejeció, no dejó que su condición física se convirtiera en una excusa para dejar de trabajar…Descansa en paz, mi amigo», concluyó De la Hoya.
– Cassius Clay –
Nacido como Cassius Marcellus Clay Jr. adquirió el nombre de Muhammad Ali cuando se convirtió al Islam.
Su nombre original comenzó a sonar cuando en los Juegos Olímpicos de Roma en 1960 se alzó con el oro en los pesados y cuatro años después se coronó campeón mundial profesional.
Sus trajines en el cuadrilátero de la vida comenzaron desde muy temprano, ya que creció en el sur segregado y experimentó prejuicios raciales y la discriminación de primera mano.
Quizá por eso se abrazó al boxeo y a los 12 años descubrió su talento para el mismo a través de un extraño giro del destino, cuando robaron su moto.
Alí le dijo al policía que quería golpear al ladrón, y ese oficial, Joe Martin, era también entrenador de boxeadores en un gimnasio local. Así comenzó su leyenda.
El maestro indiscutible de los pesos pesados, el hombre apodado «El más grande», conmocionó más tarde a los Estados Unidos en 1967 por negarse a hacer el servicio militar e ir a la guerra de Vietnam por sus creencias religiosas.
Fue encarcelado, despojado de su título y se le prohibió el boxeo durante tres años y medio antes de volver a ser campeón del mundo en 1974, al lograr los títulos de la AMB y CMB, cuando ganó por KO (8º round) a George Foreman durante la «Batalla en la Selva» en Kinshasa, en la República Democrática del Congo, antigua Zaire.
Más tarde perdería su título a los puntos ante Leon Spinks, lo recuperaría y diría adiós a los cuadriláteros con un nuevo tropiezo contra Trevor Berbick el 11 de diciembre de 1981. Pero eso no empañó ni un ápice su leyenda.
– ¿Sólo un hombre? –
«Alí era un hombre del pueblo. Un luchador por el pueblo. Adoro a Mohamed Alí, fue un amigo de toda la vida. Nunca morirá. Su espíritu seguirá por siempre», dijo Don King, su promotor en sus más grandes peleas, como ‘Thrilla in Manila’, el tercer combate con Joe Frazier, o ‘Rumble in the Jungle’, el sangriento combate contra George Foreman.
En 1984 Alí anunció que tenía Parkinson.
«(Dios) me dio la enfermedad de Parkinson para mostrarme que era un hombre como los demás, que tenía debilidades como todo el mundo. Es todo lo que soy: un hombre», apuntó en una entrevista en 1987.
El legendario promotor y presidente de la empresa Top Rank, Bob Arum, quien precisamente comenzó su carrera en el boxeo cuando promovió en 1972 el combate entre Ali y George Chuvalo, lo describió como algo más.
«Se ha ido unos de los grandes», dijo Arum, de 84 años. «Muhammad Ali transformó este país e impactó al mundo con su espíritu».
«Su legado será parte de nuestra historia por todos los tiempos», agregó.