Este domingo los ojos de todos los estadounidenses y de muchos fanáticos alrededor del mundo del Fútbol Americano estarán puestos en Santa Clara, California, ya que ahí se disputará la edición 50 del Superbowl, un evento que desde 1966 ha probado su capacidad de paralizar a la gran nación norteamericana.
Este año el también llamado “gran partido” parece que no decepcionará porque se enfrentan los mejores equipos de las dos conferencias que conforman la Liga Estadounidense del Fútbol Americano (NFL) en cuanto a récord de victorias y derrotas. Las Panteras de Carolina, campeones y absolutos dominadores de la Conferencia Nacional se enfrentarán a los Broncos de Denver, quienes lograron imponer condiciones y conseguir el mejor puntaje en la Conferencia Americana.
Las apuestas de los casinos de Las Vegas dan como favoritos para ganar el juego al equipo de Carolina por márgenes que oscilan entre los-3.5 y los -5.5 puntos, y es fácil deducirlo: Las Panteras fueron el equipo más dominante de la temporada regular de la NFL en la que sumaron 15 victorias por solo un descalabro, por si fuera poco en algunos de sus partidos el margen de victoria a su favor era superior a los 25 puntos.
Pero el principal factor que inclina la balanza a favor de Carolina es su mariscal de campo Cam Newton, un joven de 27 años que este sábado fue galardonado por la NFL con el premio al Jugador Más Valioso de la temporada 2015. Este año, Newton se convirtió en el primer mariscal de la historia de la liga en lanzar 30 o más pases de touchdown y correr para 10 o más anotaciones en una sola temporada, y empató el record de más acarreos para touchdown para un mariscal de campo, el cual fue impuesto hace 15 años por el legendario Steve Young.
Newton tiene además un equipo de élite con Jonathan Stewart como un corredor confiable y el ala cerrada Greg Olsen es su receptor de pases de cabecera. Asimismo un cuerpo defensivo en el que destacan el apoyador Luke Kuechly y el esquinero Josh Norman, un férreo defensor del juego aéreo del equipo rival.
Por el otro lado están los Broncos de Denver, quienes guiados por el entrenador Gary Kubiak se consolidaron a lo largo de la temporada como una de las ofensivas más sólidas de la NFL, con dos receptores abiertos estelares como lo son Emmanuel Sanders y Demaryius Thomas.
Sin duda el jugador más notorio de la plantilla de los Broncos es Peyton Manning, mariscal de campo que disputará su cuarto Superbowl y que según los expertos está jugando su última temporada como profesional. A sus 39 años, Manning no tiene nada que probar en el plano individual, ya que pasará mucho tiempo para que alguien iguale sus números en cuanto a pases para touchdown y yardas acumuladas por pases, categorías en las cuales es el líder histórico.
Esta temporada ha visto una merma significativa en sus números y por algunos partidos incluso llegó a perder su condición de mariscal titular frente al joven y talentoso Brock Osweiler. Según la prensa estadounidense, Manning contempla el retiro luego de concluir esta temporada, pero no querrá dejar los “emparrillados” sin antes agregar a sus vitrinas su segundo anillo de Superbowl.
Otro elemento que es característico del Superbowl son los estrafalarios precios que los aficionados deben pagar para tener un asiento en el estadio sede. Según reporta la cadena de noticias CNN, los boletos para esta edición que se jugará en el Estadio Levi’s de Santa Clara, California, oscilaron entre los 5,000 y los 20,500 dólares.
El Superbowl es un espectáculo completo seguido prácticamente en todos los hogares en los Estados Unidos. Si se toma en cuenta que los dos últimos Superbowls tuvieron un rating televisivo superior a los 46 puntos de acuerdo a la encuestadora Nielsen, eso quiere decir que está garantizado que más de 110 millones de personas en Estados Unidos estarán pendientes al televisor durante las casi 4 horas que se espera, durará el “gran juego”.
Y ni hablar del espectáculo del medio tiempo, año con año logra congregar a los mejores solistas o bandas del momento. Para la edición 50 del Superbowl el espectáculo está garantizado con la participación de la agrupación británica Coldplay y el regreso de la cantante Beyonce Knowles.