Los ojos de Josselyn Alabi brillan cuando habla de deporte, sonríe al hablar de sus experiencias en el surf y recuerda con mirada alegre cada uno de los pasos que ha dado en esta disciplina para llegar a convertirse en una de las representantes de El Salvador a escala nacional e internacional.
Con solo 22 años, Josselyn Alabi cuenta con un curriculúm deportivo bastante destacado, sobre todo si se toma en cuenta que esta joven solo lleva dos años practicando el surf y compitiendo a nivel profesional.
Esta atleta se sintió atraída hacia el deporte desde muy pequeña, recuerda con una sonrisa como veía a las personas dominar las olas y deseaba ser parte de ese mundo. «Yo era como la niña típica que siempre quería surfear», dice.
Pero no fue hasta su etapa como universitaria que Josselyn empezó a practicar deportes de manera profesional. «Entré a atletismo con el propósito de surfear, de adelgazar para surfear y después entré a remo porque me dijeron que ahí podía competir y que podían necesitar gente como yo», explica.
Aunque a Josselyn le fue bien en remo, siempre estaba en su mente la posibilidad de surfear. Esta idea estuvo en su mente hasta el momento en el que logró combinar el deporte en el que se desempeñaba con el que la apasiona.
«Cuando estaba en entreno de remo yo veía a los lejos unas personas que parecía que iban caminando en el agua, pero era que estaban los cheros remando encima de estas tablas», recuerda Josselyn, quien finalmente dejó el remo para comenzar inmediatamente a practicar surf de remo.
Mientras practicaba, Josselyn contó con la suerte de conocer al vicepresidente de la Federación Salvadoreña de Surf (FESASURF) quien la apoyó en su carrera como surfista. «Él fue el que me dio mi primera clase para agarrar olas, específicamente para olas, y así empezamos a llevarnos, a platicar un poquito, a hacer planes para competir», cuenta.
Josselyn ha representado a El Salvador en diferentes competencias entre las que destacan los Centromerica Surfing Games donde fue segunda en las categorías de SUP Surf y SUP Race.
Otra de las competencias que más ha marcado a Josselyn ha sido el Mundial ISA donde quedó en noveno lugar, pero para la joven lo más importande fue todo el aprendizaje que esta competencia trajo.
«En ese mundial aprendí increíble, conocí a muchísima gente que vive del surf, conocí al campeón mundial de este año, y surfeé en olas increíbles que las surfea gente que ya puede, que ya tiene su experiencia», señala.
Para Josselyn, practicar el deporte va más allá de entrenar o viajar a las competencias que su federación le indique. «Siempre me ha encantado formar parte un poco de la organización, entonces propongo», dice la joven. Además señala que está constantemente en busca de patrocinios.
Segun la surfista, conseguir patrocinios en el país es complicado pues las empresas prefieren invertir en publicidad. «Las marcas deberían dejar de gastar en publicidad y ver que pueden hacer mayor impacto social por medio de personas que las representan, que esas marcas van a salir en el diario, que poco a poco van a salir en todo tipo de medios de comunicación», afirma.
Esa manera de ver el deporte ha llevado a Josselyn a obtener el patrocinio de una marca de bebidas que le proporcionó la tabla y el remo con el que ha competido recientemente. «Sin ellos yo no hubiera podido adquirir los resultados que he ido teniendo en este año, no hubiera podido ir al mundial porque no hubiera tenido una tabla, no hubiera podido tener el equipo y sin eso no hubiera podido entrenar, sin el equipo no hubiera podido hacer muchísimas cosas», expresa.
Aunque la surfista ha logrado representar al país y ha conseguido subir al podio en varias ocasiones, señala que no siempre ganar es lo importante.
«No siempre es bueno medir el rendimiento en medallas sino en cómo uno va mejorando y todas las virtudes y valores que se están forjando a través de eso, siempre uno siente satisfacción al obtener estas medallas y cada medalla tiene algo atrás, tiene muchísimas madrugadas, tiene muchísimos desvelos», explica Josselyn.
Precisamente para buscar esa mejora continua es que Josselyn Alabi despierta tres o cuatro veces por semana y viaja hasta El Sunzal para empezar su entrenamiento a las 5:30 am que dura entre una y dos horas. El resto del día lo dedica a trabajar y estudiar.
La joven surfista señala que a veces se siente miedo dentro del agua, sobre todo cuando se enfrenta a olas grandes y a corrientes peligrosas, pero considera que «el valiente es el que puede contra ese miedo».
«Cuando estoy entrenando, a veces me quedo ida viendo la grandeza de la creación, la grandeza del océano, lo lindo que es, de verdad a veces me pongo a darle gracias a Dios por lo increíble, los buenos momentos que se ven acá, los amaneceres, es que son increíbles», dice Josselyn mientras sonríe.
«Al competir son otras emociones, que a veces uno hasta se enferma de la panza, de los nervios», expresa Josselyn y afirma que la competencia que más la puso nerviosa fueron los Juegos Centroamericanos ya que se disputaron en El Salvador y tenía la presión del local.
El apoyo de su familia ha sido importante, sobre todo el de su mamá: «ella tenía un poco de miedo porque el ambiente del surf al principio ha tenido mala fama y por eso no me quería dejar venir a entrenar o venirme yo sola, entonces ella venía conmigo, sigue viniendo conmigo a veces y ya va viendo que el ambiente es de deportistas, es de cuidarse, es de tener salud y siempre irse exigiendo poco a poco».
En El Salvador es de las pocas mujeres que practican surf a nivel profesional, esto la hace sentirse orgullosa pues además de representar al país también representa al género femenino y se emociona cuando ve que más mujeres se aproximan a este deporte.
«El deporte en sí no es solo para hombres, sino que para todas las personas que quieran buscar salud, para todas las personas que se quieran divertir, las personas que quieren sentir adrenalina, sentirse de tal forma un poco libres de bulla, de todo el estrés que se vive en la ciudad», dice.
«Es algo que cualquier mujer puede hacer, no hay que decir ‘ella surfea como un hombre’, no, las mujeres podemos hacerle bien y no es porque le estés haciendo como un hombre, es porque te has esforzado y estás surfeando como una mujer que entrena todos los días», afirma.
«No es que solo los hombres tengan la capacidad de hacerlo, las mujeres también podemos aprender a hacerlo y todo está en uno, en aprenderlo y de verdad esforzarse por hacerlo», subraya.
Es por eso que profesionalmente Josselyn admira a dos surfistas: Bethany Hamilton, quien perdió su brazo tras ser mordida por un tiburón y a pesar de ello siguió surfeando, y Sally Fitzgibbons pues afirma que siempre surfea «manteniendo la feminidad de la mujer, esa elegancia de la mujer en las olas aunque tenga que hacer trucos agresivos o con velocidad».
Aunque Josselyn busca apoyo de parte de patrocinadores y de la FESASURF señala que no es suficiente y espera que debido a los buenos resultados que han obtenido, el Instituto Nacional de los Deportes (INDES) aumente el presupuesto para esta disciplina.
A futuro, la joven se ve practicando el deporte y además ayudando a otros jóvenes que también quieran practicarlo: «me encanta eso de estar ayudando a la gente, de ayudarles a alcanzar sus metas, de que ellos tengan objetivos mucho más grandes de los que probablemente ahorita tienen».
Para Josselyn el deporte es uno de los factores que pueden ayudar a mejorar el país: «si se invirtiera tanto en el surf podría cambiar muchísimas cosas en El Salvador, puede cambiar a muchísimos jóvenes, acabar con tanta violencia en El Salvador, puede educar tanto a los niños salvadoreños que yo pienso que es una inversión que socialmente va a influir muchísimo».
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