La selección panameña de fútbol inició este martes los entrenamientos de cara a su próximo partido de fogueo ante El Salvador, un encuentro que para el combinado canalero no tiene nada de amistoso.
Los jugadores convocados por el seleccionador de Panamá, el colombiano Hernán Darío Gómez, se ejercitaron durante más de hora y media en el estadio Rommel Fernández de la capital.
Panamá llega este miércoles a El Salvador para disputar contra la Selecta un amistoso el próximo viernes en el estadio Cuscatlán de San Salvador.
En ese estadio Panamá quedó eliminada en 2008 en la eliminatoria mundialista de cara a Sudáfrica-2010, lo que ha producido desde entonces una fuerte rivalidad con el equipo salvadoreño.
«Es una plaza muy difícil y muy brava, (pero) nosotros tenemos un equipo muy bravo también. Amistoso no tiene nada», manifestó en conferencia de prensa el DT «Bolillo» Gómez.
El técnico colombiano convocó para este partido a 19 jugadores, de los cuales sólo uno juega en el campeonato local.
En la convocatoria destaca el regreso de los delanteros Luis Tejada (César Vallejo, Perú) y Nicolás Muñoz (Isidro Metapán, El Salvador), quien tuvo que abandonar el equipo en la pasada Copa Centroamericana por una lesión.
También fueron llamados habituales como los defensas Román Torres, Adolfo Machado y Luis Henríquez; los volantes Alberto Quintero, Gabriel Gómez, Armado Cooper y Rolando Escobar y el delantero Gabriel Torres.
«Sabemos que va a ser un partido complicado, cerrado y fuerte. No es un amistoso y nos lo tomamos para corregir e ir avanzando en lo que queremos», aseguró el volante Rolando Escobar.
Tras enfrentar a El Salvador, Panamá recibirá a Canadá en el Rómmel Fernández el próximo 18 de noviembre, en el que será el último partido de preparación del año para los canaleros.
‘Bolillo’ Gómez busca armar un equipo que le permita clasificar al Mundial de Rusia-2018, el principal objetivo por el que fue fichado este año por la Federación Panameña de Fútbol.
La afición panameña sueña con ver por primera vez a su selección en un Mundial, en un país donde el fútbol le ha ido ganando adeptos al béisbol y al boxeo.