Las selecciones de fútbol de El Salvador y Panamá disputan este viernes un encuentro que para el técnico canalero «no tiene nada» de amistoso pero que les servirá de preparación para la Copa de Oro de la Concacaf.
El encuentro, programado para la noche del viernes en el estadio Cuscatlán de San Salvador, estará marcado por la histórica rivalidad entre ambos equipos y que para el técnico de la selecta local, el español Albert Roca, será un nuevo ajuste para el joven conjunto que armó luego que en 2013 algunos de los integrantes de la selección mayor fueron suspendidos de por vida por amaños de partidos.
«Confiamos mucho en la actitud y concentración de los jugadores, para que el partido lo hagan de lo mejor posible», comentó Roca, que además señaló que los partidos anteriores ante Colombia y Ecuador sirvieron como experiencia para enfrentar los que vienen.
El Salvador dispondrá de la mayoría de sus legionarios sus legionarios: Alex Larín (Herediano, Costa Rica), Junior Burgos (Atlanta Solverbacks, EEUU), Kevin Santamaría (Municipal, Guatemala), Pablo Punyed (Stjarman, Islandia), Nelson Bonilla (Vitorul, Rumania), Arturo Alvarez (Videoton, Hungría) y Rafael Burgos (Minnesotta United FC, EEUU).
Roca no podrá contar con Richard Menjívar que jugará la final de la NASL con su equipo, el San Antonio Scorpions de Estados Unidos, ni con Andrés Flores que se encuentra lesionado. Tampoco participará en el amistoso el volante del Orlando City Darwin Cerén, quien no pudo salir del país norteamericano debido a trámites migratorios.
El seleccionado panameño llegó el miércoles y en su mayoría está integrado por legionarios que militan en clubes de Centroamérica, México, Perú, Argentina, Venezuela, Polonia y Hungría.
Los encuentros con Panamá y frente a Nicaragua el próximo martes le servirán a la selección cuscatleca como preparación para la Copa de Oro de la Concacaf que se disputará en Estados Unidos en 2015.
Marcada rivalidad
El encuentro se calentó por las declaraciones previas al partido que hizo el técnico panameño, el colombiano Hernán «Bolillo» Gómez, y porque el Estadio Cuscatlán fue el escenario de fracasos pasados para los canaleros.
La última visita de Panamá al Cuscatlán fue una dura derrota 3-1 en 2008, una caída que los dejó fuera de Sudáfrica 2010, por eso algunos jugadores canaleros consideran que el partido es como una revancha.
El Cuscatlán, «es una plaza muy difícil y muy brava, (pero) nosotros tenemos un equipo muy bravo también. Amistoso no tiene nada», fue la declaración previa del «Bolillo» Gómez.
Tras llegar el miércoles a San Salvador, Gómez aclaró «todos los partidos Fifa no son amistosos, ya hay un escalafón donde todos queremos estar bien altos, entonces es un torneo que se juega». Panamá está en el lugar 56 de la clasificación de la máxima entidad deportiva, mientras El Salvador está en el 82.
Más allá de recordar un mal resultado del pasado, el timonel panameño dijo que sus jugadores tienen una mentalidad «muy metida en el Mundial de Rusia 2018».
Panamá venció a El Salvador en el último encuentro disputado en el Coliseum de Los Angeles, en la definición del tercer lugar de la Copa Uncaf en setiembre pasado.
El juego del viernes será dirigido por una terna costarricense: Jeffrey Solís, con la asistencia de Leonel Leal y Octavio Jara