Seis israelíes que salieron de la isla mediterránea de Chipre el 5 de octubre para intentar batir el récord del mundo de natación en aguas abiertas afirmaron este sábado haber ganado su apuesta al llegar al puerto israelí de Herzliya después de haber recorrido 380 km por turnos.
Con esta travesía, los organizadores del evento esperan que la hazaña ingrese al libro de los guinness records.
La apuesta fue patrocinada por una organización no gubernamental que lucha contra la contaminación marítima. Los seis salieron de Pafos, en el sur de Chipre, y se fueron turnando 24 horas durante cinco días, a razón de una hora cada uno.
«Hemos batido el récord del mundo de natación por turnos y en aguas abiertas: 380 km entre Chipre e Israel» indicaron en un comunicado.
«Existía un récord del mundo de natación en aguas abiertas de 366 km en manos de estadounidenses y decidimos desafiarlo», afirmó uno de los nadadores, Oded Rahav.
Los nadadores, de edades entre los 41 y 66 años, se entrenaron durante un año y llevaron consigo aparatos que permitieron registrar el detalle de su proeza para que luego sea registrado por el Guiness de los Récords.
Los nadadores ya lo intentaron el año pasado pero tuvieron que renunciar a medio recorrido a causa de una tempestad.
Esta vez fueron las medusas, algunos animales marinos, la temperatura del agua y la abundante presencia de bolsas de plástico en el agua, lo cual dificultó el cruce de los nadadores.
«Nadar en medio de bolsas de plástico es insoportable, el mar debe ser un santuario para todos y debe ser preservado por todos», declararon a su llegada.