El suizo Roger Federer, tercer jugador de la ATP, ganó este domingo el Masters 1000 de Shanghai al batir en la final al francés Gilles Simon por 7-6 (8/6) y 7-6 (7/2), logrando así el 81º título de su carrera.
Federer aumenta su cuenta de Masters 1000 hasta 23, a cuatro del récord absoluto que tiene el español Rafael Nadal. Shanghai es el segundo que gana esta temporada tras imponerse en Cincinnati, para un total de cuatro títulos, junto con Dubai y Halle.
«Es un prestigio increíble ganar este torneo, sobre todo lograr el trofeo por primera vez, es un sentimiento agradable. Estoy muy contento por la manera en que he jugado», dijo Federer.
La excelente temporada de la leyenda suiza, de 33 años y con cuatro hijos, le llevará a alcanzar el lunes la segunda posición de la ATP, en detrimento del Nadal, que cae a la tercera.
Federer logró su 61ª victoria de la temporada, por las 45 que logró en 2013, año en el que no pudo rendir al máximo debido a una lesión en la espalda.
Simon, de 29 años, disputaba su segunda final de un Masters 1000 después de la que perdió en 2008 en Madrid ante el escocés Andy Murray. Su sorprendente actuación en Shanghai le permitirá volver el lunes al Top-20, situándose el 18º en la nueva lista mundial.
«Él tuvo más sentido de la oportunidad. Fue un partido muy equilibrado, tuve una bola de set en la primera manga y dos en la segunda. Son puntos decisivos y él los jugó muy bien. Ha jugado muy bien en todo momento y es por eso que ha ganado el partido», resumió el tenista de Niza.
El francés, tras un gran inicio en el que traspasó la presión a Federer, sucumbió al final de la primera manga al cometer una doble falta y varios errores que permitieron al suizo igualar 5-5, aunque luego desaprovechó dos bolas de set.
En el ‘tie-break’ Federer impuso su mayor experiencia ganando 8-6 con un ‘passing’ de revés.
El nuevo escenario no perturbó en la segunda manga a Simon, a pesar de que tuvo que ser tratado por el fisioterapeuta entre los dos sets por un problemas en los aductores, que siguió jugando de tú a tú a Federer.
Llegó a tener una bola de set, pero de nuevo los errores propios dieron vida al suizo que, a diferencia de la primera manga, arrasó en el ‘tie-break’ (7-2), para locura de los aficionados que le apoyaban desde la grada.