Dicen que para que la cuña aprete debe ser del mismo palo. El ahora aguilucho, Oscar Céren, exintegrante del Juventud Independiente, de cabeza y con un disparo a media altura, anotó este sábado el gol que le dio la victoria al Águila. El equipo de San Miguel llega a 17 unidades del torneo apertura Copa Pepsi 2014.
El encuentro deportivo entre el Águila y el Juventud Independiente era de poder a poder, en especial el cuadro opicano que tiene mucha disciplina para encarar un partido.
Los del Juventud Independiente llegaron al Juan Francisco Barraza para llevarse los tres puntos: en los primeros diez minutos del partido salieron ofensivos, el cuadro dirigido por Daniel Messina.
Conforme avanzaba el partido los aguiluchos se fueron sacudiendo el poderío de los opicanos y se pusieron de tú a tú y obligaron al menos desde el minuto 20 meter a los del Juventud Independiente en su propio terreno de juego, pero no lograron penetrar la defensa que se había plantado muy bien en el Barraza, al grado que el meta aguilucho Benji Villalobos parecía ser un simple espectador.
Antes de finalizar el primer tiempo el partido decayó en pelotazos y en jugadas individuales en especial de los de casa, al grado que algunos hinchas gritaban vendido a Óscar Céren cuando tenía el balón en sus botines, ya que jugaba contra su antiguo equipo.
El cuadro de San Juan Opico, antes de irse al descanso, prefirieron cerrar filas en la zona baja y buscar el empate, que al final llevarse un punto desde el Juan Francisco Barraza ya era una victoria para ellos, porque sumaban un punto y renunciaron ir al ataque.
Con los regaños de Ramón Sánchez y a la nueva estrategia a seguir, al reanudar el segundo tiempo, se fueron al ataque y trataron de definir en los primeros minutos, al grado que obligaron a los aguiluchos a cuidar su cabaña.
Pero por una falta a unos 25 metros de distancia de la meta defendida por Julio Martínez, llegó un disparo de Álvaro Lizama y la envió hasta el área chica y fue cabeceada por Denis Umanzor y llegó hasta la Óscar Céren y con un frentazo la mandó al fondo de la red de su excompañero de formula y puso el marcador 1– 0 a favor del Águila.
Las graderías del Barraza estallaron con el clásico grito de gol y de momento Céren no quería celebrar el tanto, pero al final decidió correr ante los hinchas y de ahí que les puso un esparadrapo para que no le gritaran vendido. El gol llegó al minuto 61.
El mismo jugador, al final del partido, declaró que no quería celebrar el gol, pero ante todo lo que le habían gritado desde las gradas opto por correr donde los hinchas aguiluchos.
Los opicanos tuvieron oportunidad de empatar el partido por medio de Salamanca, que estrelló la número cinco el poste y el gol se le negó.
Hoy el cuadro emplumado queda a espera de lo que tenga que hacer mañana el Alianza ante el Isidro Metapán, de Santa Ana.