El Salvador
lunes 13 de enero de 2025

IMÁGENES | La desazón de los brasileños en El Salvador ante la histórica derrota

por Redacción


Las explicaciones para entender la goleada sobre Brasil eran discutidas por los aficionados pero ninguna fue suficiente para sentirse, por lo menos, conformes con el trabajo demostrado por el plantel brasileño.

7 a 1. La mayor goleada que ha recibido Brasil en su historia mundialista caló hondo en la comunidad brasileña radicada en El Salvador. Aglomerados, una vez más, en Tekalei Island Grill, brasileños y salvadoreños estaban preparados para una fiesta que culminaría con la ansiada final pero los dardos de Klose, Kroos, Muller, Khedira y Schurrle cambiaron la historia de manera sorpresiva.

Treinta minutos bastaron para que las esperanzas de un hexacampeonato quedaran enterradas y los brasileños, a más de 5,172 kilómetros de distancia de casa, vieron perplejos el derrumbe de su «verde-amarelha». Tanto fue así que muchos no soportaron y prefirieron marcharse.

Patricia Portella de Vega fue la única brasileña que, a pesar de dirigirse al parqueo del restaurante convencida de no seguir viendo la humillante derrota como otros lo hicieron, regresó. Con el corazón compungido, terminó de ver el encuentro.

Patricia Portella de Vega, brasileña radicada en el país, observa el partido de su selección ante Alemania. Foto D1: Salvador Sagastizado.

Patricia Portella de Vega, brasileña radicada en el país, observa el partido de su selección ante Alemania. Foto D1: Salvador Sagastizado.

Ataviada con un vestido amarillo, zapatos de tacón «verdeamarelhos» y sus uñas delicadamente pintadas, cada una, con la bandera de Brasil, esta paulista (Sao Paulo) afirmó sentir decepción. «Siento que me han quitado la mitad del corazón», recalcó.

La narración del partido avisaba una nueva llegada del equipo alemán. Patricia solo repetía: «no quiero escuchar, no quiero ver, casi ocho goles».

Sin embargo la tristeza se disfrazaba con alguna broma. «Faltan tres para igualar el récord de El Salvador», comentó su esposo Carlos Vega. Ella rió. El único gol de Brasil, al minuto 90, solo confirmaba que ese resultado era posible a pesar de que faltan solo siete minutos para que el juego finalizara.

– ¡Al menos uno!– exclamó Portella, cuando el delantero Óscar marcó el descuento para la «canarinha».

Las explicaciones para entender la goleada sobre Brasil eran discutidas por los aficionados pero ninguna fue suficiente para sentirse, por lo menos, conformes con el trabajo demostrado por el plantel brasileño en el terreno de juego.

«Uno siempre cree que podemos ganar. Brasil siempre quiere ser el mejor pero traemos problemas desde el principio. Hace falta jugadores con experiencia, fue la opción que Felipão tuvo de no tenerlos. Teníamos solo a Neymar como la gran estrella y nos la quitaron. Creímos que sí podríamos. Alemania es un país muy fuerte», expresó esta suramericana que tiene cuatro años de vivir en El Salvador.

Acompañado de tres amigos, Napoleón González, salvadoreño que radicó en Brasil por más de 15 años, reiteró lo que todos dicen sobre la derrota brasileña: humillación. «Es deprimente. Uno tiene que estar en las buenas y en las malas con su equipo, hasta el final. No debería ser esa la reacción», manifestó entorno a la retirada de los aficionados.

Napoleón González, salvadoreño que radicó en Brasil por 15 años también se reunió con la comunidad brasileña para el choque entre Brasil-Alemania.

Napoleón González, salvadoreño que radicó en Brasil por 15 años también se reunió con la comunidad brasileña para el choque entre Brasil-Alemania.

González también dijo sentir temor por acciones negativas desencadenantes a la derrota. «Tengo temor que se desencadenen más problemas. Brasil ahorita está con una efervescencia política tremenda y espero en Dios que esto no sea la chispa que encienda esto», comentó.

La derrota de España ante Holanda (5-1) quedó registrada en las estadísticas de esta Copa pero Brasil, hasta el momento, se convierte en la mayor goleada de Brasil 2014. Como lo ha titulado la prensa internacional el nuevo Maracanazo o el «Mineirazo» no se olvidará, sin embargo Portella de Vega y González coincidieron en una sola cosa: esperanza en el Mundial Rusia 2018.

Para los brasileños, las estadísticas pasan a segundo plano. En sus rostros solo emerge la elocuente decepción de estar en el lado triste de uno de los acontecimientos más sorprendentes en la historia del fútbol. Las imágenes no dejan lugar a dudas.

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Un grupo de brasileños residente en El Salvador, vieron en una transmisión en vivo el juego Brasil-Alemania, donde la selección anfitriona perdió ante los alemanes. F oto D1: Salvador Sagastizado

Un grupo de brasileños residente en El Salvador, vieron en una transmisión en vivo el juego Brasil-Alemania, donde la selección anfitriona perdió ante los alemanes. F
oto D1: Salvador Sagastizado