La esposa de Donald Sterling se presentó en la corte el jueves para pedir órdenes de protección para ella, sus abogados y los dos médicos que declararon mentalmente incapacitado a su esposo Donald Sterling, dueño de Los Angeles Clippers caído en desgracia.
Shelly Sterling, que pactó un acuerdo para vender a los Clippers en 2.000 millones de dólares luego de que su marido fuera declarado incompetente mentalmente, vio deshecha la transacción cuando el octogenario Sterling decidió presentar una demanda contra la NBA y el comisionado Adam Silver.
Según Shelly, su abogado Pierce O’Donnell recibió el 9 de junio una llamada telefónica de Donald Sterling diciéndole: «Yo voy a acabar contigo O’Donnell».
«Yo percibí eso como una amenaza para mi vida», dijo O’Donnell al diario USA Today.
Grabaciones de correo de voz también se presentaron en la corte superior de Los Angeles como evidencia de amenazas de Donald Sterling el mes pasado contra los médicos que declararon su incapacidad mental.
Donald Sterling calificó a la doctora Meril Sue Platzer «una mujer horrible», y dijo tener la intención de demandarla para que perdiera su licencia médica.
Shelly Sterling dice que las amenazas y declaraciones intimidan y amenazan a los testigos, que hablarían en su contra en una audiencia de la corte testamentaria establecida entre el 7 y 10 de julio.
«Esta no es la forma en que se realiza un litigio civil en Estados Unidos», dijo O’Donnell.
La audiencia determinará la validez del acuerdo de Shelly Sterling para vender a los Clippers al ex presidente ejecutivo de Microsoft, Steve Ballmer.
Shelly Sterling quiere una decisión expedita de la corte para proceder a la venta antes del 15 de septiembre, fecha límite puesta por la liga antes de expropiar el equipo a Donald Sterling, debido a los comentarios racistas hechos públicos en abril pasado.
Maxwell Blecher, abogado de Donald Sterling, dijo que su cliente tiene un «cortocircuito» en la mente, pero calificó los incidentes de presunta amenaza como de un «punto de luz en una pantalla mucho más grande».
No hubo indicios de cuándo la corte tomará una decisión sobre la orden de protección.