viernes 25 de octubre del 2024

La fiebre mundialista puede más que el trabajo

por Redacción


Muchos salvadoreños que trabajan en instituciones públicas y privadas se las ingenian para ver algunos partidos del mundial sin que sean detectados por sus jefes. Con el desarrollo tecnológico, sobre de internet, los trabajadores ya no dependen del televisor para vivir los pormenores del mundial Brasil.

Por radio, Facebook, Twitter, páginas web o un comentario al aire de un compañero de trabajo: para un devoto al fútbol estas opciones son el pan de cada día para estar al tanto del Mundial desde el cubículo de una oficina, haciendo que las responsabilidades laborales pasen a un segundo plano.

Muchos salvadoreños que trabajan en instituciones públicas y privadas se las ingenian para ver algunos partidos del mundial sin que sean detectados por sus jefes. Con el desarrollo tecnológico y del internet, los trabajadores ya no dependen del televisor para vivir los pormenores de la Copa del Mundo.

Eso sí, las complicaciones no faltan. A los ejecutivos de agencias bancarias, por ejemplo, no se les permite estar con dispositivos móviles en las cajas. Los más favorecidos son los empleados que tienen a disposición internet y redes sociales como una herramienta de trabajo, lo que les da vía libre para ver todos los partidos en vivo.

Otros, los más fanáticos, prefieren no perderse un solo detalle y quedarse en su casa viendo los juegos. Su pasión por el balompié los lleva a declararse enfermos o de inventar todo tipo de excusa, con el riesgo de ser sancionados.

Durante un recorrido realizado por periodistas de Diario1.com en las fechas mundialistas, pudimos apreciar cómo los salvadoreños se interesan por la Copa del Mundo, aunque la selección mayor lleve 32 años de no participar. Pero la afición local ha demostrado que esta ausencia no impide vivir al máximo el torneo más importante de ese deporte.

Primero se visitó una clínica de Fosalud, localizada en la zona norte de San Salvador, los pacientes se quejaron el sábado 28 de junio, de que fueron atendidos hasta que los médicos, enfermeras y demás empleados terminaron de ver el partido entre las selecciones de Colombia y Uruguay.

Pero en algunas instituciones gubernamentales como el caso del Seguro Social, los responsables de servicio al cliente han optado porque los televisores que sirven para informar sobre los avances institucionales sean utilizados para ver los partidos del mundial y hagan más fácil la estancia de los usuarios que deben esperar un trámite y no quieren perderse los pormenores de la justa
mundialista.

– ¿Cómo está el partido? Se le preguntó a uno de los usuarios, que veía como la selección de las barras y las estrellas era derrotada con marcador de 1-0 el pasado jueves 26.

“Alemania está jugando muy mal, a medio meter y como que le quieren hacer el favor a los de Estados Unidos”, manifestó.

– ¿Cree que es bueno que la institución ponga los partidos?

“Claro que sí. Por lo menos no tengo que ver esa propaganda institucional de lo que dicen que hacen y al final no se ve reflejado. Buena onda porque dan la oportunidad de ver los partidos y hacen menos tediosa la espera de un trámite”, indicó.

– ¿Pero a usted ya lo atienden o al menos ya entregó los formularios?

“Para nada. Yo no espero un trámite y lo único que hago es ver el partido, me gusta y ese derecho nadie me lo quita. Lo que no podemos hacer es gritar un gol, porque seguramente lo apagan”, finalizó el informante.

Ahí mismo se pudo observar que, mientras los ascensoristas atendían a las personas que ingresaban al edificio, estos trabajadores veían los partidos por medio de dispositivos móviles, sin que eso impidiera conducir a los visitantes a los pisos solicitados.

Entre médicos, usuarios y personal administrativo, el atestado ascensor se convirtió por unos segundos en una sala donde los ocupantes, de manera obligada, se enteraron del apretado marcador entre teutones y norteamericanos.

Conforme siga avanzando el mundial y las emociones y sorpresas aumenten, escenas como estas se volverán más frecuentes en los centros de trabajo. La Copa no solo sirve para disfrutar de los mejores jugadores sino también para despertar la creatividad de los aficionados que no quieren perderse ningún momento.

Si las jefaturas de las instituciones públicas y privadas decidieran suspender el uso de los teléfonos móviles durante el horario de trabajo, estamos seguros que los fanáticos del fútbol de una u otra forma se las arreglarían para estar al tanto de todas las incidencias de la competencia mundialista.