Brasil movilizará unos 157,000 militares y policías para garantizar la seguridad durante el Mundial de Fútbol-2014 que arranca dentro de 20 días en medio de un clima de protestas y huelgas, informó este viernes el gobierno.
A un costo de 709 millones de reales (unos 322 millones de dólares al cambio actual) para el ministerio de Defensa -que han ido invirtiéndose desde 2012 en la modernización y preparación de los cuerpos militares- las Fuerzas Armadas desplegarán a 57,000 efectivos de la Marina, el Ejército y la Fuerza Aérea, de los cuales 21,000 se encontrarán en estado de alerta para las situaciones que requieran de una respuesta inmediata.
Pese a que el país se encuentra ahora inmerso en una serie de huelgas y protestas callejeras contra la organización del megaevento, el ministro de Justicia, José Eduardo Cardozo, no cree que durante el Mundial se repitan las multitudinarias manifestaciones que sacudieron Brasil el año pasado en plena Copa Confederaciones.
«Nuestra sensación es que [las protestas] tendrán una dimensión menor que las del pasado junio. Ahora, sinceramente hablando, nosotros estamos preparados para cualquier situación», dijo Cardozo en una rueda de prensa en Brasilia junto al titular de Defensa, Celso Amorim.
Los militares estarán destinados en las 12 ciudades sede de la Copa del Mundo – entre ellas Rio de Janeiro, Sao Paulo y Brasilia – así como en las capitales Vitoria, Aracajú y Maceió, que también acogerán centros de entrenamiento de selecciones.
El plan de seguridad durante el Mundial actuará en diez ejes, entre ellos control del espacio aéreo, defensa de áreas marítimas y fluviales y de estructuras estratégicas, inteligencia, prevención y combate al terrorismo, seguridad y defensa y defensa química, entre otras.
Los militares colaborarán con la policía en proteger las extensas fronteras de Brasil, que ocupan 16.800 kilómetros y lindan con nueve países latinoamericanos además de la Guayana Francesa.
Respecto al espacio aéreo, para controlar el tráfico y garantizar la seguridad, las fuerzas aéreas establecerán zonas de tres colores: rojas (prohibidas), blancas (reservadas) y amarillas (restringidas).
Las diferentes áreas se activarán dependiendo del horario y del tipo del partido. Para la inauguración, que será el 12 de junio en Sao Paulo, y la clausura, que tendrá lugar el 13 de julio en Rio de Janeiro, las zonas entrarán en marcha desde 3 horas antes hasta 4 horas después del partido.
En la Copa Confederaciones, que se disputó en junio de 2013, se movilizaron 19,400 hombres de las Fuerzas Armadas en las seis ciudades sede del evento, así como 1,120 hombres de las tropas especializadas y 400 militares de comando y control.
Se estima que la organización del Mundial de fútbol tendrá un coste de 11,000 millones de dólares para los contribuyentes brasileños.