Luego de cinco meses de búsqueda para elegir a un nuevo director técnico de la selección nacional de fútbol, el pasado lunes 12 de mayo, la Federación Salvadoreña de Fútbol (FESFUT) presentó al español, Albert Roca, como el conductor de este nuevo proceso futbolístico.
Roca asume el cargo de entrenador en un momento crucial para la Azul y Blanco, en especial si se habla del espinoso y controversial tema de los amaños, del que dice ya no hablará. Reconstruir una selección mayor desintegrada, dotarla de calidad y elevar su nivel futbolístico serán los nuevos retos a enfrentar.
Albert Roca, quien posee un destacado y amplio currículum deportivo, entre ellos haber sido el segundo entrenador del Fútbol Club Barcelona o del club turco Galatasary, conversó en exclusiva con Diario1 sobre los desafíos a asumir y de la confianza que tiene en el fútbol salvadoreño por su amplio margen de mejoría.
¿Qué conocía sobre el fútbol salvadoreño?
La verdad que hace tres meses muy poco. Prácticamente dos meses cuando vine invitado por la Federación Salvadoreña de Fútbol (FESFUT), y pues entreví la posibilidad de que esto tirara hacia delante. Empezó a interesarme ver partidos. Después cuando se oficializó de alguna manera o teníamos conversaciones ya les pedí más información de cómo era el fútbol. Me dieron varias cintas para ver a varios jugadores y ver un poco cómo era el nivel. Y ahí estoy aceptando el reto.
¿Qué partidos analizó?
Vi partidos de todo. Metapán, FAS, de Juventud Independiente, de Águila, de Alianza. Un poco de equipos punteros pero también vi otros, como Dragón. Los que están capitalizando un poco el fútbol de este país.
¿Qué le pareció el nivel futbolístico?
No quiero destacar a nadie porque comenzaría a dar pistas. Pero sí que evidenciaron, como mínimo, que el país tiene jugadores técnicamente dotados, que en circunstancias de un trabajo progresivo se pueden mejorar.
Y ese era el reto: sacar un poquito del atolladero futbolístico, por decirlo así, que el país está sufriendo en los últimos años y tirarlo lo más arriba posible.
A nivel de infraestructura deportiva ¿Cómo afecta la calidad de las canchas al fútbol nacional?
He estado en las dos semifinales. Estuve en San Miguel y en San Juan Opico. Lo dije en su momento y también lo voy a repetir: es una lástima que no hayan mejores canchas porque también condicionan el juego.
Si quieren un juego técnico, donde podemos decantar la balanza a nuestro favor, tenemos que buscar el mejor terreno y entiendo que no va a ser fácil. Repetiré que si hay alguien que pueda atender a estas demandas y un día diga: pues mira voy a construir cinco campos de hierba natural increíbles o cinco campos de hierba artificial increíbles, solo así el fútbol base y el fútbol profesional de este país da un salto cualitativo.
¿Cómo evaluó el proyecto que le presentó la FESFUT?
Cosas positivas. Vi un proyecto a medio y largo plazo que podía dar sus frutos. Nunca aceptaría un proyecto a corto plazo porque entendía – y yo creo que los dirigentes fueron coherentes en ese sentido- que esto tenía que ir con un entrenador que tuviese las ideas de trabajar aquí durante unos años y sacar el máximo rendimiento, en base a un trabajo hecho en dos, tres, cuatro años en proyección y ver los frutos que se pueden dar.
No quiero hablar de aspectos negativos porque cuando inicia una relación profesional, aunque eso forme parte del trabajo de cada uno. En nuestros trabajos siempre hay cosas que nos gustan más y otras menos. Las que pueda cambiar las cambiaré, las variables que no pueda cambiar tendré que aceptarlas.
¿Por qué aceptó el reto de trabajar con una selección nacional de bajo perfil futbolístico?
Aunque ya había sido entrenador de equipos, como director técnico no lo había sido de una selección, y de una selección tan importante e histórica como la de El Salvador.
Sabía el momento en el que se encontraba, precisamente por eso podía sacarle más partido. Si el equipo anda abajo, como entrenador puedo tener la suerte que esto se vaya haciendo una bola y vaya creciendo. Sabemos todos que va a ser difícil pero no me da miedo, al contrario: me estimula pensar que esto pueda dar su margen de mejora en cierto tiempo.
¿Por qué histórica e importante?
Bueno porque tuvo sus momentos gloriosos. El mundial de España y hubo jugadores como mágico González que dieron al país un nivel que todo el mundo busca recordar y buscando otra vez. No sé si encontraré otro Mágico aquí pero me gustaría encontrar muchos como él.
¿Qué proyectos personales y profesionales quedaron relegados al tomar este proyecto?
Siempre que coges una cosa siempre dejas al margen otra. Tuve otras propuestas de otros países que tampoco eran punteros. Porque los punteros siempre tienen a entrenadores con mucha más experiencia que yo. Pero sí que estuve en Ucrania, Tailandia, estuve también en Bielorrusia. Y también surgieron otras posibilidades en Bolivia, pero menos concretas.
Pero sí que estuve en esos países y hubo esa posibilidad. En Ucrania estuve a punto pero la situación del país me parece que no es la más conveniente y creo que hubiese cogido una opción equivocada, ahora me encuentro aquí.
Pero El Salvador no está distante de problemas sociales, de violencia…
Sí es verdad. Tiene sus problemas sociales, sus conflictos pero si yo supiese que hay una inseguridad hacia mi persona o hacia mi familia no hubiese venido porque prima eso. Pero yo estuve aquí y vi que dentro –entre comillas ríe- de lo que cabe no me he sentido mal, al revés, el pueblo salvadoreño siempre me ha acogido muy bien, siempre he visto mucha amabilidad, predisposición, mucha corrección y educación. ¿Por qué no?
Ya que se inclinó por este proyecto, ¿Cuál será su filosofía de juego?
Mi filosofía es adaptable. Tengo que venir, analizar, saber las limitaciones, saber los puntos fuertes y en ese sentido reforzar esos puntos y los débiles… bueno subsanarlos de alguna manera.
Sería incongruente de mi parte que viniendo del Barcelona el equipo juegue igual. Haremos esfuerzos para sacar el mayor rendimiento con las características del jugador salvadoreño.
¿Qué destaca del biotipo del jugador nacional?
Sabemos que maneja un buen fútbol técnico. Si no jugamos con esas ventajas sabemos que a nivel físico otras naciones, que son adversarios directos, tienen mayor fuerza.
Si el jugador salvadoreño ha apostado por ese fútbol es porque siempre ha sabido que tenía esas limitaciones en comparación a otros países de la zona. Le pongo el caso de España, la raza española no es la más alta que digamos pero, en cambio, su técnica -los pequeñitos que se llaman- han posibilitado crear un sistema de juego, que es admirado en todo el mundo, y que supera a otros adversarios que son más fuertes.
Estamos un poco en desventaja en ese sentido pero tenemos que intentar buscar cosas que te permitan equilibrar la balanza.
Con su trayectoria y su experiencia profesional ¿Qué lecciones de vida y profesionales le ha dejado trabajar en uno de los equipos más exitosos del mundo?
Sí que he tenido la suerte de estar con grandes figuras del fútbol mundial y de entrenar con ellas pero hacer comparaciones o pensar que yo como entrenador voy a posibilitar que un jugador salvadoreño tenga la misma técnica o se parezca a Messi sería ridículo.
Yo vengo aquí e intento trabajar porque pienso que hay un margen de mejora grande y lo tengo que hacer de la manera más rápida posible para sacarle el máximo rendimiento a mi contratación. Soy consciente que somos esclavos de los resultados pero también soy consciente de que haciendo un buen trabajo, si me lo pueden permitir y teniendo la paciencia, lograremos buenas cosas.
Ahora que menciona el ser esclavos de los resultados, ¿Qué opina de ser evaluado en 12 meses?
No me importa ni que sean 12 meses o siete. Yo vine acá para cuatro años y si quieren hacer evaluaciones dentro de un año y quieren decir: oye no eres la persona indicada. No estaré un día más.
Yo he venido acá a trabajar, a intentar progresar. No sé el margen de mejora que me puedo encontrar pero me consta que la metodología con la que trabajo puede rendir frutos, no a corto plazo sino a medio y largo plazo, que es lo que se me está pidiendo. He venido con ese propósito.
En el momento que alguien no está de acuerdo y piensa que ese plazo se han acabado o no hay resultado pues como todo en el fútbol ¿no? tendrá que decirme que me vaya. Pero no, no pienso en ello sino en realizarlo de la mejor manera posible.
¿De qué metodología de trabajo nos habla?
Es complicado hablar de metodología en este momento, pero sí de táctica o metodología texturalista, son metodologías que en Portugal y España pues están teniendo éxito en los últimos ocho años. Se ve que con esa forma de trabajar el progreso del jugador es mayor. Ojalá que se dé así en este país. No tengo por qué dudarlo que pueda ser así.
¿A qué se le apostará en estos primero meses?
Vengo a que el jugador progrese, a que el equipo –evidentemente- progrese. Eso dará más probabilidades de éxito que otra cosa.
El fútbol ante nada, es buscar el máximo de probabilidades para que el resultado sea el mejor pero juego con variables que en este momento no puedo controlar. No puedo controlar a un equipo superior que juegue contra el mío, lo que sí puedo controlar –y debo controlar- es que mi equipo juegue al cien por ciento.
Yo, como entrenador, lo que quiero es que mi equipo juegue a ese cien por ciento en sus posibilidades porque eso permitirá tener probabilidades de ganar un partido y tener éxito.
En ese sentido, España es una de las selecciones a enfrentar en un juego amistoso, dentro de este nuevo proceso. ¿Cómo se le debe jugar a un campeón del mundo?
Con un par de…¡Narices! (Ríe). Echándole mucha valentía. Yo sé que el jugador va a venir muy motivado y hay que sacarle partido a esa motivación.
Pero una cosa es la motivación y otra cosa es la sobreexitación de ese partido y que no te deje de hacer las cosas que tú sabes hacer. Intentaré, en el tiempo que tengo, que es poco, hacerle entender al jugador que daremos nuestra mejor respuesta.
Lo que no puedo controlar es que España juegue bien a su nivel. Vienen antes de una Copa del Mundo, y tal vez con su equipo titular, eso hace que el compromiso sea aún más complicado. Pero intentaremos en hacer las cosas lo mejor posible.
¿Por qué tipo de juego se inclina?
En un partido de fútbol se pueden dar todo tipo de situaciones en las que te hagan cambiar la manera de interpretar el modelo que tú has expuesto, al principio, a tus jugadores. Me refiero a que si tu quieres jugar al contraataque y quieres cerrarte y te marcan un gol, seguramente tendrás que abrirte si quieres empatar. Hay que ser listo y buscar esa forma en que puedas sacar el mejor provecho.
Hay que atender esos dos compromisos, hay que aprender de esos dos partidos. Independientemente es la primera piedra para edificar un proyecto nuevo, en el que la gente está ilusionada.
Nos habla de ilusión de la afición, ¿Siente presión de ella para dar buenos resultados?
No. Al contrario, siento ilusión de la gente, más que nada. Pienso más en las cosas positivas. No voy a hablar de amaños porque para mí es agua pasada. Entiendo el resentimiento de la gente en El Salvador y que les gustaría que la selecta diera alegría.
El fútbol ante todo es pasión. A veces da alegría, a veces penas. Tengo una responsabilidad grande y lo asumo desde el primer día. La gente es lista, es inteligente, aunque se ilusionen entenderá un mal resultado.
Nuestro partido no será que nosotros perdamos o ganemos a España. Nuestro objetivo básico es progresar.