SOCHI, 16 febrero 2014. Varios accidentes en las disciplinas calificadas como ‘extremas’ marcaron la jornada de este domingo en los Juegos de Sochi, un día después de que una deportista rusa se fracturara la columna vertebral, situación que confirma los riesgos que asumen los amantes de las sensaciones fuertes.
La estadounidense Jacqueline Hernandez cayó con violencia durante la prueba de snowboardcross, en el mismo recinto en el que el sábado la rusa Maria Komissarova se lesionó de gravedad en una disciplina ‘hermana’, el esquí cross.
Desequilibrada en uno de los numerosos saltos del recorrido, Hernandez se fue al suelo y su cabeza golpeó en la pista. La competidora de 21 años quedó inmóvil unos instantes, antes de recuperar la consciencia y ser evacuada en una camilla.
Unos momentos antes la noruega Helene Olafsen, aspirante al podio, también se cayó. Fue evacuada en una camilla y llevada al hospital, donde se le trató de una lesión en la rodilla.
Además el suizo Christopher Lambert se fue al suelo en un entrenamiento en la modalidad de salto freestyle y sufrió una lesión en un hombro.
El parte de accidentes del domingo lo completó la británica Rowan Cheshire, que quedó inconsciente unos segundos tras caerse en un entrenamiento en el halfpipe. También tuvo que salir de las instalaciones en camilla.
Esta serie de caídas recuerda el punto de peligrosidad que tienen las espectaculares disciplinas ‘extremas’.
La Federación Rusa de Freestyle (FFR) anunció este domingo que Komissarova estaba «estable pero grave» tras una noche «satisfactoria».
La deportista fue trasladada a Alemania. «Hoy, Maria Komissarova fue trasladada en un vuelo especial para continuar su tratamiento en Alemania. Tras una decisión de su familia, fue enviada a Múnich, a una clínica especializada en este tipo de lesiónes», declaró la FFR en un comunicado.
Signo de la preocupación en Rusia y de la gravedad de su accidente, Komissarova recibió el sábado por la noche la visita del presidente del país Vladimir Putin.
La deportista rusa es la primera lesionada de gravedad en los Juegos de Sochi 2014. Sufrió una fractura en la columna vertebral el sábado durante un entrenamiento de esquí cross.
Se cayó en una zona de montículos del trazado de Rosa Khutor y fue llevada con urgencia al hospital de Krasnaia Poliana, construido especialmente para esos Juegos Olímpicos, donde fue sometida a una operación de seis horas.
Tanto en el esquí cross como en el snowboardcross, los participantes compiten en series de cuatro o seis en una larga pista llena de curvas pronunciadas, grandes saltos y otros obstáculos, como los montículos, lo que asemeja el recorrido con uno de motocross.
Pero durante los entrenamientos y las mangas de clasificación los competidores completan el recorrido en solitario, caso de Komissarova, Hernandez y Olafsen.
Poco antes del comienzo de la cita olímpica de Sochi, la brasileña Lais Souza, que debía acudir a los juegos, sufrió un grave accidente durante un entrenamiento de freestyle en Estados Unidos.
Tras chocar contra los árboles se lesionó la espalda y quedó parcialmente paralizada.
Alertada por los riesgos de estos deportes, el reglamento de la Federación Internacional de Esquí (FIS) precisa que el casco es «obligatorio» para disciplinas como el esquí cross. Además «recomienda» la utilización de protecciones para la espalda.
En la selección francesa algunos especialistas en esquí cross toman precauciones suplementarias, como la utilización de ‘airbags’ que se asemejan a los de los automóviles, inflándose en caso de impacto.
Pero todos los practicantes de estos deportes son conscientes de los riesgos a los que se someten. El canadiense Kim Lamarre, medalla de bronce en slopestyle, resume bien el espíritu: «¿Límites? Es raro que utilicemos esa palabra».