El seleccionador de Nueva Zelanda, Ricki Herbert, reconoció este martes la superioridad de México para el repechaje intercontinental al Mundial-2014, pero recordó que la vuelta en Wellington va a ser «dura» para su rival, una baza que acabó clasificando los ‘All Whites’ a Sudáfrica-2010.
«Siempre es misión imposible para Nueva Zelanda (…) pero nos encantan los retos», bromeó el DT neozelandés en la rueda de prensa previa al entreno de su equipo en el estadio Azteca de la Ciudad de México.
«No tenemos falsas expectativas, éste va a ser un partido muy difícil para nosotros», admitió Herbert, comparando la posición número 79 en el ránking mundial de Nueva Zelanda frente a la 24 de México y admitiendo la «gran presión» que hay para que los locales clasifiquen a Brasil-2014.
El técnico reconoció que la baja por lesión de su capitán y una de las máximas figuras de la selección, Winston Reid, será notable, pero aseguró que aprovechando la alta estatura de los ‘Kiwis’ tratarán de hacer su «mejor actuación posible» en territorio rival.
De hecho, reconoció que un empate no sería un mal resultado para Nueva Zelanda teniendo en cuenta que la vuelta en casa, el próximo día 20 en el estadio Westpac de la ciudad de Wellington, no será favorable para el conjunto mexicano.
«Cuando volvamos a casa, Wellington será un escenario muy duro para México. Por nuestra región nosotros estamos acostumbrados a hacer viajes largos, esto podría ser ligeramente diferente para México», señaló el DT.
Herbert recordó, así, como en 2009, su equipo logró clasificar al Mundial de Sudáfrica-2010, luego de 28 años sin hacerlo, por la ventaja que les dio jugar en casa contra Bahrein, tras una ida sin goles y una vuelta que terminó 1-0 a favor de los neozelandeses.
El seleccionador de los ‘All Whites’, que convocó a ocho jugadores de las ligas europeas para el enfrentamiento, reconoció que lo ideal sería ganar, pero que al partido del miércoles «podrías llevar el mejor equipo del mundo al Azteca, y creo que estaría bajo una buena presión por el entorno, el equipo, la atmósfera y los fans».
Nueva Zelanda busca llegar a su tercer Mundial y a su segunda participación consecutiva. Antes estuvo en los torneos de España-1982 y Sudáfrica-2010.