Francia se enfrentará el domingo en la final a Lituania, que previamente había derrotado a Croacia por 77-62.
España comenzó muy bien el partido y gracias a una gran defensa llegó al descanso con el marcador favorable 34-20.
Francia, que era el mejor ataque del campeonato, con 78 puntos de media por partido, se había quedado en 20 en el ecuador del encuentro, prueba de la efectividad de la defensa española.
En esos primeros 20 minutos, Francia fue también víctima de su desacierto en ataque, con cero triples convertidos de ocho intentos.
Sin embargo, tras la pausa todo cambió. Francia pasó a una defensa en zona muy dura lo que descentró a los españoles en ataque y, además, comenzaron a entrar los tiros de larga distancia.
Liderados además por un magnífico Tony Parker (autor de 32 puntos al finalizar el encuentro), los franceses fueron acercándose poco a poco a los españoles en el marcador, hasta igualar el partido (61-61) a falta de tres minutos y medio para el final.
El propio base de San Antonio Spurs tuvo el último balón que hubiese podido dar la victoria a los franceses en el tiempo reglamentado, pero fue muy bien defendido por España y se llegó al final con empate (65-65).
En la prórroga, los nervios se adueñaron de ambos equipos, sobre todo de los españoles, que eran favoritos para revalidar el título logrado en Lituania hace dos años… precisamente contra Francia en la final.
Esta vez, la suerte estuvo con Francia, que acabó logrando la victoria por 75-72, obteniendo así el billete para la final, que jugará el domingo contra Lituania.