El Salvador
lunes 31 de marzo de 2025

“Sor Margarita”, el hombre que vivió 22 años como monja y embarazó a una religiosa

por Redacción

Criado por monjas en un convento, desde pequeño fue tratado como una niña.

Tras una tragedia que cobró la vida de sus padres, quedó bajo el cuidado de sus abuelos pero ellos no tenías los recursos económicos para sostenerlo. Aprovechando que tenía “apariencia de niña”, unas religiosas lo adoptaron, lo nombraron “Sor Margarita” y lo trataron como una novicia.

Frank Tavares, un dominicano, vivió durante más de dos décadas haciéndose pasar por monja en dos conventos de Santo Domingo.

Durante 22 años, fue tratado como una hermana. No obstante, su secreto fue revelado después de que una novicia quedó embarazada.

La vida de Tavares estuvo marcada por circunstancias difíciles. “Criado por monjas en un convento, desde pequeño fue tratado como una niña, una condición que Tavares describe como un punto de partida para su vida bajo una identidad femenina, a pesar de ser biológicamente un hombre”, según el Periódico Cubano.

Se integró a la rutina de los conventos, participando en la vida religiosa y siendo aceptado por sus compañeras como una de las monjas. Sin embargo, a medida que crecía, su identidad sexual comenzó a desarrollarse de manera diferente, lo que complicó aún más su situación dentro de la comunidad religiosa, de acuerdo con la referida publicación periodística.

Cuando era adolescente, Frank empezó a tener algunos cambios en su cuerpo que le hicieron dudar de su sexualidad. Consultó con un médico para verificar si era hermafrodita, pero este le dijo que no, que su sexo era masculino.

Contó en una entrevista con el periódico El País que su vida cambió por completo, pero que afortunadamente” nunca se bañó ni se desnudó frente a ellas, además usaba pantis estilo calzoncillo, yo fingía el periodo menstrual, usaba vestidos grandes”.

La verdad salió a la luz. Las demás monjas se enteraron de que era hombre porque escucharon que él había tenido relaciones sexuales con una de sus compañeras. Las directivas pensaron que si Frank seguía en el convento iba a acabar con la castidad de todas las hermanas.

“Sor margarita” fue despedido del convento, pero logró integrarse a otro donde conoció a Silvia, aquella mujer“de la que yo más me enamoré”, dijo. Señaló que ella lo perseguía todo el tiempo, pero siempre “respetamos ese lugar porque nosotros ya sabíamos que esa era una casa sagrada de Dios”. Entre rosarios y oraciones vivieron un amor fuera del convento, pero luego se corrió la voz y fue expulsado de inmediato.

Años después y ya identificado como hombre, Frank comenzó a trabajar como costurero y publicó un libro llamado “The Man Who Built Boxes and other stories”, una obra literaria que le permitió relatar su odisea en ropas de mujer.