El Salvador
sábado 12 de abril de 2025

Comunidad musulmana salvadoreña celebra el inicio de Ramadán

por Gabriela Cruz

El mes sagrado del islam, que marca su inicio con la aparición de la luna creciente, fue recibido con devoción por los salvadoreños que practican esta fe.

Con el atardecer de este viernes comenzó el mes de Ramadán, un período sagrado para más de dos mil millones de creyentes del islam en el mundo, incluidos los cuatro mil salvadoreños que forman parte de la comunidad musulmana en El Salvador. Durante este mes, los fieles ayunan desde el alba hasta el atardecer, profundizan el estudio del Quran y se entregan a la reflexión espiritual.

Cada año, los musulmanes esperan con ansias la llegada del noveno mes del calendario islámico (Hijri) con la aparición del cuarto de luna creciente, la cual fue prevista para este 28 de febrero, según la Corte Suprema de Arabia Saudita. Ramadán dura aproximadamente entre 29 a 30 días, dependiendo del ciclo de la Luna.

Foto: D1/ Gabriel Aquino

«Para nosotros es algo muy importante, muy especial, no solamente en la parte espiritual, que purifique nuestras almas y que nos ayude a controlar nuestros deseos», expresó el Sheikh Mahmoud Marghany de la Mezquita Dar Ibrahim.

«También en el sentido de comunidad, estamos juntos por treinta días, comemos juntos y nos reunimos juntos en los días de Ramadán. Hablamos, reímos, vivimos como comunidad sólida, con amor, cariño y hermandad y solidaridad», añadió.

Foto: D1/ Gabriel Aquino

Los fieles conmemoran la revelación de los primeros versos del Quran, su libro sagrado, al Profeta Muhammad por medio del Ángel Gabriel durante el mes de Ramadán, hace aproximadamente 1,446 años.

Los salvadoreños que practican esta fe se congregarán en las cinco mezquitas establecidas en el país, entre ellas la Mezquita Casa de Abraham (Dar-Ibrahim) en la Alameda Roosevelt de la capital. También en la Mezquita Renacer de Nahuizalco, Sonsonate; Mezquita Palestina Libre, en Santa Ana; La Esperanza (Al-Amal), en San Miguel,  y La Mezquita de la Luz (An-Nur), ubicada en la Avenida España del Centro Histórico de San Salvador. Este es el primer lugar de oración fundado en 1992 por el Dr. Armando Bukele Kattán, quien sembró la semilla del islam en el país.

Cabe destacar que aproximadamente un 90% de los miembros de la comunidad musulmana son personas conversas que practicaban otras religiones, mientras que el resto son extranjeros de países donde se practica el islam. En tanto, la mayoría de musulmanes del mundo residen en Asia, especialmente en países como Indonesia, Pakistán, India y Bangladesh.

Foto: D1/ Gabriel Aquino

Cada país celebra este mes según sus costumbres y tradiciones vinculadas la fe, dado que el islam —cuyo significado se centra en el sometimiento a la voluntad de Dios— trasciende las barreras de la raza o la cultura.

«Es un gran bienestar estar en paz recibiendo este día, una bendición. La primera bendición es que hemos recibido víveres por parte de la Embajada de Turquía. Alhamdulillah, porque el país y la comunidad se están dando a conocer. Somos una comunidad pequeña, pero Alhamdulillah estamos unidos, prosperando, in sha Allah, con Allah en nuestro corazón cada día acrecentando nuestra fe, a pesar de que nos rodee el mal y Shaitan anda suelto, pero Dios nos tiene acá reunidos como comunidad», reflexionó Jessenia Amaya.

Para los preparativos de Ramadán, las mujeres de la comunidad musulmana que se congregan en la Mezquita Dar Ibrahim, conocidas por su entrega y dinamismo, han dado vida y color al lugar con decoraciones hechas por ellas mismas. Lunas crecientes, estrellas y faroles, símbolos que describen la vida nocturna en Ramadán, embellecen el espacio de oración para los fieles.

Foto: D1/ Gabriel Aquino
Foto: D1/ Gabriel Aquino
Foto: D1/ Gabriel Aquino

Ayuno en el mes de Ramadán

El ayuno en el islam es una obligación para toda persona que ha llegado a la adolescencia y cuenta con una buena condición física. Implica no comer, beber y mantener relaciones sexuales durante las horas del día. Están exentos las personas enfermas, niños y mujeres embarazadas, lactantes y menstruantes.

Para nutrirse adecuadamente, se toma el suhoor o un desayuno antes del amanecer y, posteriormente, se rompe el ayuno en el atardecer con el iftar, un alimento ligero que tradicionalmente consiste en dátiles y agua. Luego se consumen platos más sustanciosos evitando el exceso y promoviendo una alimentación halal, es decir, permitida según las enseñanzas del Quran como, por ejemplo, evitar el alcohol y la carne de cerdo.

Foto: D1/ Gabriel Aquino
Foto: D1/ Gabriel Aquino

La duración del ayuno varía en cada parte del mundo, acorde a la ubicación geográfica y la época de año. En algunos países como Argentina, Sudáfrica y Nueva Zelanda, el ayuno podría tener una duración de 11 a 12 horas; en países de Oriente Medio un aproximado de 15 horas, y hasta 16 horas en naciones nórdicas como Islandia. En El Salvador, el ayuno podría extenderse hasta 13 horas.

Durante este período se insta a los creyentes evitar acciones negativas, incluyendo los chismes, calumnias, mentiras o discusiones, dado que la intensión del ayuno es fortalecer la conexión con Allah (Dios en árabe), la misma divinidad referida en el judaísmo y el cristianismo.

Los fieles aumentan sus lecturas del Quran, dado que interpretan su contenido como las palabras directas de Dios para la humanidad. Las oraciones nocturnas, llamadas Tarawih, se realizan en comunidad en las mezquitas para dedicarse a la oración y la reflexión. También se suele recitar capítulos del Quran completos en estas oraciones, dividiéndolo en secciones cada noche.

Foto: D1/ Gabriel Aquino
Foto: D1/ Gabriel Aquino

Además, los últimos diez días de Ramadán son especiales, ya que incluyen la Noche del Decreto (Laylatul Qadr), considerada más valiosa que mil meses, ya que se piensa que en una de estas noches (específicamente las impares) se recibió la revelación del Quran. También se cree que, en esta noche, Dios decreta los destinos de todos los seres humanos para el próximo año, incluyendo la provisión, la vida y la muerte.

Es un momento donde las súplicas (dua) son aceptadas, y los pecados son perdonados para quienes buscan sinceramente la misericordia de Allah.

En tanto, los actos de caridad y solidaridad aumentan en Ramadán, en especial, para las personas más necesitadas o de escasos recursos. Estas acciones giran en torno a la caridad obligatoria (zakat), uno de los pilares del islam que invita a purificar los ingresos por medio de la ayuda hacia otros. También se brinda la caridad voluntaria (sadaqah) e iftar para que otras personas rompan su ayuno. La caridad no se destina a una institución ni a un líder, sino que se distribuye según el criterio personal de cada individuo.

Foto: D1/ Gabriel Aquino
Foto: D1/ Gabriel Aquino

Ramadán concluye con Eid al-Fitr, una festividad de llena de alegría y gratitud, que marca el fin del ayuno y el retorno a la alimentación normal. Durante esta celebración, los musulmanes comparten banquetes, visten sus mejores atuendos y realizan una donación obligatoria (Zakat al-fitr) para ayudar a los más necesitados. A diferencia de diversas festividades comerciales, el Eid se centra en la gratitud hacia Allah, la solidaridad con los más necesitados y la renovación espiritual. Es un día de alegría y unidad, donde se celebra la culminación de un mes de renovación, sacrificio y devoción.