miércoles 30 de octubre del 2024

Cae pandillero que fue parte de un programa social

por Redacción


Alias “Skinny” recibió dinero del programa PATI.

El ministro de Seguridad, Gustavo Villatoro, informó este jueves que fue detenido un miembro de la Mara Salvatrucha (MS13), acusado de ser un sicario de esta pandilla y quien formó parte de un programa social.

José Hernández, alias “Skinny”, fue calificado por Villatoro como uno de los «angelitos» del expresidente Mauricio Funes (2009-2014), quien se encuentra en Nicaragua y fue procesado y condenado en El Salvador por cargos de corrupción.

Agregó que «este cobarde pandillero recibió mensualmente dinero del Programa de Apoyo Temporal al Ingreso, conocido como PATI”, un programa social impulsado por el gobierno de Funes supuestamente para ayudar a jóvenes.

El ministro Villatoro dijo que con dicho programa «se le pagó 100 dólares cada mes a 400 pandilleros» en el municipio de Ilopango y 350 en San Martín, San Salvador.

Según el portal web de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), este programa estaba destinado a «personas mayores de 16 años sin un empleo formal», con prioridad para mujeres jefas de hogar.

«El PATI contempla un apoyo económico individual, durante los seis meses de duración del proyecto comunitario y un fortalecimiento de la empleabilidad mediante la formación vocacional», se indica en el sitio, de acuerdo con una publicación de la agencia EFE.

La captura del mencionado pandillero se da en el marco de un régimen de excepción, medida implementada para combatir a las pandillas y que se ha convertido en la principal acción de seguridad del gobierno de Nayib Bukele contra las maras.

El Salvador se encuentra bajo este régimen aprobado y ampliado en 22 ocasiones por la Asamblea Legislativa, dominada por el oficialismo, a petición del gobierno desde marzo de 2022 tras una escalada de homicidios atribuida a las pandillas.

Las autoridades han reportado más de 75,100 detenciones, la libertad condicional de más de 7,000 personas, a pesar que el Gobierno acusa a todos de ser pandilleros.