Una señora de 40 y tantos años de edad se acerca a un agente del CAM. Necesita que le aclaren una dirección, que le den una referencia de dónde queda el almacén que anda buscando.
Frente a ella un enorme banner semi desteñido, del cual apenas se puede leer PARAVIDA, le regala un poco de sombra. El sol de la mañana la está haciendo transpirar.
El agente parece saber de cual negocio está habla la señora. Le aclara su duda.
“Siga sobre la 13 (avenida Sur) y baje sobre la (calle) Arce. Lo va a ver a su izquierda”, le dice el oficial, mientras extiende firmemente su mano derecha de cara a la avenida en donde estamos.
“Gracias”, le responde la mujer de manera casi inaudible y continúa su camino tal cual le indicó segundos antes el hombre.
Así como ella, muchos ciudadanos han tenido que rodear la zona en el Centro Histórico, específicamente desde la 13 avenida Sur y la calle Rubén Darío hasta el Palacio Nacional, ubicado en la avenida Cuscatlán.
Esta nueva dinámica para los ciudadanos se ha implementado porque el gobierno municipal de la capital inició desde hace tres días la revitalización del Centro Histórico de San Salvador, debido a esto es necesario que dicha vía se mantenga acordonada hasta que los trabajos de reconstrucción finalizan, fecha que aún no se ha otorgado.
Según un empleado del Ministerio de Cultura, a quien Diario 1 pudo abordar, a partir de este fin de semana los peatones van a poder transitar libremente por la zona, más no los vehículos, ya que el plan de la administración municipal es arreglar las aceras y las calles de dichas vías, así como reforestar el lugar.
Conforme uno se adentra en las arterias puede apreciar las fachadas antiguas de los edificios, unas más imponentes que otras. Estos han sido testigos de muchos momentos históricos en el país. Algunas guardan un poco de color, tal vez de aquella última pintura puesta por algún comerciante, peleando poco a poco con el tiempo, la lluvia y el sol.
Varias placas a nombre de los arquitectos Filipo Brutus Targa Dubois, Edmundo Kuri y Ernesto de Sola volvieron a tener presencia en las aceras luego de que más de 900 puestos de ventas se removieran la pasada noche del martes 19 de abril.
De acuerdo con información de la Alcaldía capitalina, los vendedores decidieron moverse de forma voluntaria al Mercado Hula-Hula, a cinco cuadras de los trabajos de reconstrucción.
El edificio del Telégrafo, construido en 1936; la construcción del Instituto Salvadoreño de Turismo; la popular Galería Central; el solemne Edificio Ester de Abrego, un local de antaño de Pan Lido y el inmueble de la reconocida ferretería Antonio Bou, edificada entre 1923 y 1927, son algunos de los tesoros que volvieron a relucir entre las calles del Centro Histórico.
Por los detalles en cada construcción sus fachadas no solo lucen imponentes, también expresan un poco de misticismo que captan la atención de cualquier transeúnte curioso.
“Hoy, es un día histórico para la capital, estamos lanzando oficialmente el plan de revitalización del Centro Histórico fase II”, pronunció el alcalde Mario Durán la mañana del 21 de abril frente a una cuadrilla de cientos de trabajadores destinados para el proyecto.
El informe de la revitalización fase II señala que la inversión aproximada es de $100 millones. Además, se ha detallado que se intervendrán 65 tragantes y 18 pozos; además, se limpiarán 40,000 metros cuadrados del Centro Histórico. Al final del proyecto, serán alrededor de 50 cuadras las que serán reconstruidas.
“Lo bueno es que hoy podemos caminar a gusto entre la acera”, expresa José, un hombre que suele caminar entre la zona y que está presenciando el antes y el después de esas calles.