Rafael Urquilla, un salvadoreño que fue víctima de una peligrosa pandilla en el país centroamericano, dijo en una entrevista con Efe que las maras «son una estructura bien organizada», a la que él cataloga como «una plaga» que «no será fácil terminar».
Urquilla tuvo que abandonar su hogar por «ataques» y amenazas de una pandilla contra él y su familia tras ser testigo de un asesinato en el lugar donde vivía junto a su familia.
«Cada vez que veo las noticias y veo que gente desaparece o gente ha fallecido me identifico con esa persona que ya no está y me da tristeza que tengamos que pasar por esto, porque yo lo viví en carne propia. Me pongo en los pies (zapatos) de las familias y me pongo a pensar que pudo haber sido mi final», reflexionó.
A criterio del salvadoreño de 41 años, la situación de violencia en el país «no va a parar» y señaló que «aunque se están tomando otras medidas diferentes, creo que esta es una estructura que está bien organizada y que no será fácil terminar con esa plaga».
Aunque teme por su vida, Urquilla ha escrito un libro con relatos para poder superar lo vivido, lo hace en tercera persona y sin datos personales para proteger su seguridad.
Urquilla espera que su texto titulado ‘El país de la muerte’ salga al público en junio de este año, y por el momento ultima los detalles del escrito que comenzó a elaborar en 2015.
Este salvadoreño es uno de los miles de ciudadanos víctimas de las pandillas en el país y ahora, a pesar de no tener una seguridad plena, vive, según lo comentó él, una situación diferente a los días en los que fue amenazado por dichos grupos.
La mayoría de los crímenes perpetrados en El Salvador son atribuidos a las pandillas Mara Salvatrucha (MS-13) y Barrio 18.
Estas bandas, un fenómeno considerado como herencia de la guerra civil (1980-1992) y que se fortaleció con la deportación de pandilleros de Estados Unidos, han resistido a los planes de seguridad implementados en las últimas cuatro administraciones.
EL PAÍS DE LA MUERTE
«Mi libro surgió cuando yo estaba pasando una situación muy fuerte en mi vida. Nosotros (su familia y él) tuvimos que abandonar nuestra casa por el ataque de las pandillas hacía mi familia y a mí», contó el salvadoreño sin brindar detalles por su seguridad.
Relató que él y su familia se fueron «a vivir en un cuartito. Yo no dormía para proteger a mi familia y en este cuartito empecé a tener pesadillas y dejé de dormir, estaba tan cargado de emociones y de tantas cosas que tenía internas que necesitaba expresarlas y necesitaba sacarlas».
«No se lo podía contar a nadie, ni podía demostrar a mi familia que sentía terror, empecé a escribir en una computadora y escribí todas las cosas que habían pasado», comentó.
Apuntó que el primer capítulo de su libro se llama «Domingo Negro» y cuenta el asesinato de una persona que vivía frente a su casa.
«Lo vi tirado en el suelo. La imagen era horrible porque recuerdo que estaba sin camisa, con las manos extendidas, entraban y salían moscas de la boca. Es una imagen que tengo bien impregnada en mí», relató.
El hecho ocurrió en 2015, año en el que El Salvador se convirtió en el país más violento del mundo con una tasa de homicidios de 103 por cada 100,000 habitantes y tras esta escalada las cifras comenzaron a bajar en 2016.
Urquilla señaló que a raíz de ese asesinato tuvo que huir de su vivienda y comenzó a recibir amenazas y «ataques», por lo que empezó a escribir como una forma de ir superando lo vivido y aunque en un principio no pensó en publicar la historia, en 2018 decidió que su proyecto «sería la voz de los que ya no están».
«No quería que nadie lo supiera y años después cuando vi que la situación del país no mejoraba, aunque yo ya estaba viendo otras circunstancias pero la situación del país no mejoraba, decidí que mi libro era la voz de las personas que ya no están a causa del ataque de las pandillas», dijo.
Aseguró que «es un riesgo que corro al publicar el libro como un sobreviviente», pero dijo que eso no es un impedimento para dar a conocer su historia.
«Contar la historia tan cruda y tan real creo que puede traer consecuencias no muy positivas, pero si algo llega a ocurrir pienso escaparme y tengo una opción para hacerlo», indicó.
VERSIÓN EN INGLÉS
Urquilla señaló que su libro, cuyo proyecto ha sido retomado por una editorial de España, también tendrá una versión en inglés para que llegue a más personas.
Para ello, el salvadoreño busca fondos a través de una plataforma digital de recaudación para lograr su objetivo.
«Espero que las personas me apoyen (..) la verdad no lo hago por mí, sino por las personas que ya no están (…) van a conocer a través de mis relatos que soy la voz de todos ellos», subrayó.
El escrito consta de 71 capítulos, de 210 páginas y el personaje principal se llama Gerardo.
En uno de los capítulos, el autor cuenta que un día Gerardo -como parte de su trabajo- se desplazó a una colonia y «le tocó pasar en un pasaje donde se encontraban una gran cantidad de ellos (pandilleros), ya no podía retroceder porque ya lo había visto, siguió caminando, lo jalearon y lo metieron en medio de ellos».
Relata que le hicieron varias preguntas, le pidieron su documento de identidad, le revisaron sus cosas de trabajo y luego lo dejaron ir.