El Salvador
domingo 24 de noviembre de 2024

Águila levanta su decimosexta corona del fútbol salvadoreño

por Gerardo Arbaiza


El saber aguantar, combinado con una pletórica tarde del arquero Benji Villalobos, fueron suficiente para regresar a los migueleños a los primeros planos del fútbol mayor, siete años después de su último título.

Club Deportivo Águila se coronó campeón este domingo del fútbol salvadoreño al vencer en la tanta de penaltis a Alianza Fútbol Club en la final del torneo Clausura 2019.

Fueron necesarios siete años para que el conjunto de San Miguel lograra un título del fútbol nacional. De igual forma, los aguiluchos derrotaron a Alianza, 32 años después que se encontraran en la final del Campeonato Nacional 1987, partido que se llevaron los paquidermos, también en la tanda de penaltis.

“La final soñada” se disputó en el Estadio Cuscatlán ante un importante marco de público de ambos equipos, las dos aficiones más importantes del país. El encuentro arrancó con los dos equipos estudiándose los primeros diez minutos, con toques cortos y algunas imprecisiones que luego fueron corrigiendo.

Águila intentó cortar el flujo de juego que Alianza presenta por la banda derecha, con las escapadas de Rubén Marroquín y Oscar Cerén. Esa presión obligó a los capitalinos a tocar en corto e intentar otras opciones de juego, de la que generaron la primera llegada en una escapada de Juan Carlos Portillo a pase de Cristian Olivera, que contuvo Benji Villalobos.

Foto D1, Miguel Lemus.

Foto D1, Miguel Lemus.

No tardó en llegar la primera ocasión de Águila, con una incursión en el área de José Santos Ortiz, que remató de manera incómoda y provocó el corner que no tuvo mayor consecuencia.

Óscar Cerén empezó a cargar con la ofensiva aliancista, tanto en llegada como en generación de peligro, pero la presión de Águila se imponía, mientras las aficiones jugaban su propio partido con cánticos de apoyos a sus equipos.

Los aguiluchos empezaron a ceder el control de la pelota, pero obligaban a Alianza a tocar en espacios intransigentes de la cancha, recurriendo a centros y jugadas de balón parado para generar peligro.

En la parte complementaria, Alianza tomó más la iniciativa y Águila trató de permanecer ordenado abajo, apostando a aprovechar el error de su rival, pero este fue el tramo del partido en el que los albos tuvieron las mejores ocasiones de llevarse la victoria en el tiempo reglamentario, y jugadores como Cristian Olivera y Óscar Cerén lograban asociarse mejor para generar ataque, pero no consiguieron oportunidades cómodas para dejar al delantero Bladimir Díaz, solo con Benji Villalobos.

Foto D1, Miguel Lemus.

Foto D1, Miguel Lemus.

El partido empezó a trabarse y el árbitro Ismael Cornejo, quien sacó de manera limpia la primera parte, empezó a recurrir a las tarjetas para mantener el control del cotejo. El aguilucho Santos Ortiz fue el primero que fue anotado en la libreta del réferi central.

Jorge “Zarco” Rodríguez, estratega aliancista, quiso centralizar mas el juego y recurrió al uruguayo Diego Benítez, a quien ingresó en lugar de Juan Carlos Portillo. Luego de la media hora de parte complementaria, Águila volvió a crecer a base de presión y algunos errores en salida defensiva de Alianza, pero sobre el final de la parte regular, los dirigidos por Carlos Romero volvieron a ceder la iniciativa y trataron de aguantar el resultado, en busca del tiempo extra.

Águila arremetió en el inicio del tiempo suplementario, buscando las centralizaciones que eran rechazadas por la zaga baja aliancista. Para tener más salida y apelar al golpe anímico a favor de la plantilla, “Zarco” Rodríguez hizo ahuecar a Cristian Olivera y trajo a Herbert Sosa.

Tras unos minutos, Alianza volvió a recuperar el control de la pelota y a encimar a Águila, cuyos jugadores resintieron más el golpe físico de jugar más de 90 minutos para buscar la corona del Clausura 2019.

Foto D1, Miguel Lemus.

Foto D1, Miguel Lemus.

El segundo tiempo suplementario vio a ambos equipos gastando los cambios restantes, más en busca de aguantar para llegar enteros a la definición de los penaltis, pero Alianza buscó más el resultado, sin que generaran jugadas de peligro significativo.

La lotería de los penaltis se definió con Águila pateando primero en el arco donde estaban los aficionados del Alianza. El colombiano Andrés Quejada vio como Víctor García contuvo su disparo, pero esto no fue aprovechado por Alianza, ya que Herbert Sosa mandó la pelota a la grada.

Jefferson Polío anotó el primer penalti para Águila y Jonathan Jiménez falló en igualar los cartones, gracias a que un monumental Benji Villalobos contuvo su disparo. En la tercera tanda, Ricardo Guevara de Águila mandó su disparo al larguero, en un intento de definir a lo “Panenka”, pero Alianza no pudo empatar, ya que Marvin Monterroza mandó un disparo flojo que contuvo Benji Villalobos.

Kevin Reyes anotó el 2-1 para Águila e Iván Mancía concretó el descuento para obligar a la quinta tanda, la cual tomó por Águila el uruguayo Waldemar Acosta, cuyo disparo fue incontenible para su compatriota García, provocando el júbilo en la afición aguilucha.

Foto D1, Miguel Lemus.

Foto D1, Miguel Lemus.

Mientras Alianza se retiraba entre lamentos, tras perder una segunda final al hilo, los migueleños que hicieron el viaje hasta San Salvador no se movieron hasta ver como su equipo levantaba la decimosexta corona, tan esquiva desde que quedaron campeones del Clausura 2012, y luego de siete años de desempeños que no rindieron frutos.

La vuelta de Águila a los planos grandes del fútbol nacional, le vale además para jugar los octavos de final de la próxima Liga CONCACAF, que se disputará a partir de junio. Por su parte, Santa Tecla y Alianza tendrán que jugar ronda preliminar de dicho torneo confederacional.

Desde el pasado Apertura 2018, Águila mostró una buena sinergia bajo la dirección de Carlos Romero. Los aguiluchos llegaron a semifinales en ese campeonato y mantuvo la misma base de jugadores para tener un Clausura 2019 en el que mostraron mucha regularidad y tuvieron un rendimiento convincente, tanto en los cuartos de final como en la semifinal.

La constancia y el saber aguantar en las intancias definitorias, fue la clave para que siete años después, la corona del fútbol mayor vuelva al gigante de San Miguel.