El diputado Francisco Merino es uno de los cabecillas del Cártel de Texis.
El que hace la anterior afirmación es un hombre que trabajó durante varios años para esa estructura delincuencial. Participó en muchas reuniones secretas y en una cadena de hechos delictivos. Conoce la estructura como la palma de su mano. Por eso habla con propiedad y con seguridad.
Esta misma persona ayudó a la Fiscalía General de la República (FGR) a condenar a los primeros hombres fuertes de Texis y a descifrar la logística y operatividad de la estructura.
Aceptó hablar con periodistas de Diario 1 con la condición de no revelar su identidad ni el lugar de reunión. El hombre habla sin titubeos cuando se le pregunta por el organigrama del Cártel de Texis.
Asegura que el cabecilla siempre ha sido José Adán Salazar, quien en 2014 fue señalado por los Estados Unidos como capo internacional de la droga y que actualmente está procesado por lavado de dinero.
El segundo es Juan Samayoa, exalcalde de Metapán que ahora se encuentra prófugo de la justicia. El tercero era Roberto “El Burro” Herrera, quien se encuentra encarcelado desde el año 2013 por encabezar una mafia de robacarros.
Eso era así hasta hace algunos años. Antes que la estructura comenzara a ser desmantelada y El Burro Herrera cayera en desgracia. Eso sí, para entonces, el diputado Francisco Merino ya era cabeza de mando, a lado de Juan Samayoa. Así lo asegura el informante.
— Háblenos de la estructura.
— A mediados de los noventa ya estaba. Adán Salazar estaba a la cabeza. De ahí sigue Juan Samayoa. De ahí sigue un diputado que todavía está activo.
— ¿Se puede mencionar?
— Ah, pero ahí es caso grande.
— Démosle.
— Vaya, está Chico (Francisco) Merino que es el tercero. Don Juan y Chico es un solo cuerpo en la cadena de mando. Y por último está doña Carmen.
— ¿Carmen qué?
— Doña Carmen Salazar, la de Salazar Romero.
— ¿Y Wilfredo Guerra?
Es el puente entre don Juan y don Carmen.
Los nexos de Francisco Merino con el Cártel de Texis no es algo desconocido. Las relaciones se han ido evidenciando con el tiempo. Por ejemplo, en abril del año pasado, el diputado Francisco Merino reconoció, en una entrevista con El Salvador Times, que parte de la campaña de su partido fue financiada por la empresa Gumarsal, fundada por José Adán Salazar, Juan Samayoa y Wilfredo Guerra en 1997.
En ese mismo mes, la Fiscalía ordenó la captura de Juan Samayoa y su hijo Wilfredo Guerra, quien se desempeñaba como presidente de Agroindustrias Gumarsal, Francisco Merino se constituyó en el más férreo defensor del entonces alcalde de Metapán.
El diputado del PCN salió a las calles a protestar por la orden de captura contra Juan Samayoa, quien, para entonces, ya había escapado de la justicia.
Tampoco sorprendió la defensa del diputado Francisco Merino, pues públicamente habían hecho alarde de su amistad.
Viejos amigos
Los intereses políticos los unen. Merino es diputado por el PCN desde el año 2000 y Samayoa era alcalde de Metapán hasta que fue acusado por lavado de dinero.
En un primer momento, Merino representó el departamento de San Miguel. Pero, desde 2006, ocupa una curul por el departamento de Santa Ana. Ese mismo año, Juan Umaña Samayoa ganó su primer período como alcalde de Metapán.
El posicionamiento de Merino como diputado por Santa Ana se debe en gran parte al apoyo financiero y logístico de parte de personajes como Juan Umaña Samayoa e incluso de José Adán Salazar, conocido como Chepe Diablo, quien también está siendo procesado por lavado de dinero.
El día que Francisco Merino salió a las calles, acompañado de un ejército de personas, aseguró que la Fiscalía se estaba equivocando, que su amigo era un hombre honrado y trabajador, que todo se trataba de una novela elaborada por algunos medios de comunicación.
Merino habló sobre la presunción de inocencia. Pidió que no se hicieran juicios anticipados o mediáticos para Juan Samayoa, pues este aún no había sido condenado en un tribunal de justicia.
La amistad es recíproca. Juan Samayoa, a pesar de encontrarse prófugo de la justicia, incitó a los metapanecos, en las pasadas elecciones legislativas, que votaran por Francisco Merino. Samayoa lo hizo a través de un video que se proyectó en una plaza pública del municipio de Metapán. “Quiero darles el nombre de una persona que, después de Dios, ha sido el brazo más fuerte y el brazo derecho para que todo esto se haya logrado: es el diputado Francisco Merino”, dijo Samayoa.
Samayoa, quien se encuentra prófugo de la justicia desde abril del año pasado, relata en el video que cuando ganó la alcaldía de Metapán, en el año 2006, invitó al entonces diputado Ciro Cruz Zepeda para que buscara una curul por Santa Ana, pero que no aceptó. Por eso le hicieron la propuesta a Merino y este aceptó.
Agregó que fue Dios quien le mandó a Francisco Merino para que trabajaran de la mano en el occidente del país.
Juan Samayoa se metió a la política a finales de los años noventa. Para las elecciones municipales del 2006, disputó la alcaldía cobijado por la bandera del PCN. Desde entonces se había mantenido en la municipalidad.
En 2011, el periódico digital El Faro reveló que Juan Samayoa era uno de los cabecillas del cártel de Texis, una organización de crimen organizado que opera en el occidente del país.