El Cártel de Texis había comprado policías, jueces y fiscales para allanarse los caminos y facilitar el traslado de droga por el territorio salvadoreño. Habían creado mecanismos para esconder la mercancía. Una de las maneras era utilizar ambulancias de la Policía Nacional Civil (PNC). Otra era inseminar ganado. Los métodos variaban constantemente. Así lo asegura uno de los hombres que gozó de mucha confianza en esa estructura delincuencial hasta que fue capturado y se convirtió en colaborador de la Fiscalía General de la República (FGR).
Este mismo hombre, quien accedió hablar con Diario 1 bajo la condición de no mencionar su nombre ni decir el lugar de reunión, reveló la logística con la que operaban los cabecillas de Texis.
Detalló que dentro de la estructura había dos grupos: uno que se dedicaba al tráfico de droga y otro que se dedicaba al robo de vehículos.
El primero era encabezado por Adán Salazar y el exalcalde de Metapán, Juan Samayoa, ambos procesados actualmente por el delito de lavado de dinero. El segundo por Roberto “El Burro” Herrera, quien fue capturado y condenado en 2015 a prisión por dirigir la estructura de robacarros.
— ¿Cómo funcionaba el robo de vehículos?
— Andaban cazadores para ubicar los automóviles.
— ¿Son por encargo?
— Sí, por encargo. Por modelo. También maquinaria pesada y maquinaria agropecuaria, o sea, tractores.
— ¿Por qué maquinaria pesada?
— Porque se paga mejor en Guatemala. Piden de todo: excavadoras, cargadores frontales, todo eso. Normalmente son encargados.
— ¿Y cómo hacen para pasar eso?
— Puntos ciegos de Metapán. Todo eso yo me lo conozco. Había puntos ciegos que los daba don Juan Samayoa y otra persona por ahí.
— ¿Trabajaban juntos?
— Era un solo equipo. Roberto era la mano derecha de don Juan en Santa Ana y Texis. Es toda una red en la que están abogados, fiscales, jueces, diputados…
— ¿En cada país?
— No, aquí y en Honduras.
— ¿Y aquí cómo funciona esa red?
— Acá es un solo grupo.
— ¿Y hay diputados en eso?
— Sí, algunos están activos todavía.
— ¿Ellos en qué ayudan?
— En la logística si va haber operativos o no, porque se tiene infiltrada hasta la Policía. Nosotros teníamos infiltrada todo occidente: sistema judicial, policía, todo. Había inspectores, subinspectores, jefes de occidente.
***
La mafia de Texis
Fue en mayo de 2013 cuando el periódico El Faro replicó tres informes de inteligencia del Estado donde se daba cuenta de la existencia de un cártel de la droga en el occidente del país que integraba políticos, empresarios y ganaderos. Los cabecillas que señalaban eran tres: José Adán Salazar, Juan Umaña Samayoa y Roberto Herrera.
Adán Salazar, conocido como Chepe Diablo, es originario de Metapán, Santa Ana. Tiene 69 años de edad. Su historia empresarial está plagada de dudas: empezó como cambista de quetzales a colones en la frontera de El Salvador y Guatemala; y, en pocos años, se convirtió en un millonario dueño de gasolineras, hoteles y otros negocios. Chepe Diablo era dueño de gasolineras, hoteles y otras empresas. En 2014 fue designado por los Estados Unidos capo internacional de la droga. Fue capturado y encarcelado en abril del año pasado por lavado de dinero.
Juan Samayoa fue alcalde de Metapán hasta abril del año pasado, cuando le giraron orden de captura por lavado de dinero. Su historial delictivo es extenso. A mediados de los años noventa comenzó a comercializar granos básicos. Fundó, junto a Chepe Diablo la empresa Agroindustrial Gumarsal. Su patrimonio creció aceleradamente. Eso levantó sospechas. Las autoridades policiales comenzaron a darle seguimiento a sus negocios. A finales de los años noventa se metió a la política. Primero fue concejal de la alcaldía de Metapán por ARENA, pero luego abandonó ese partido. Desde 2006 era el alcalde de Metapán. En el año 2014, la Fiscalía General de la República (FGR) lo acusó por el delito de evasión de impuestos. Al final, Samayoa decidió pagar $1 millón para saldar cuentas y quedó libre de cargos. Actualmente es prófugo de la justicia al igual que su hijo Wilfredo Guerra.
Roberto Herrera, conocido como El Burro, era un ganadero que estaba en los expedientes policiales desde hace varios años. Fue capturado en 2013, acusado de dirigir una banda de robacarros y fue condenado a más de 30 años de prisión.
***
El testigo, quien trabajó de la mano de estos cabecillas de Texis, en especial con uno de ellos, asegura que participó en varias reuniones donde se tomaban decisiones importantes. Por eso conoce la logística de Texis en el tráfico de droga.
— ¿La droga viene del Sur?
— Sí. Pero se recogía en Nicaragua y la introducían por puntos ciegos de El Salvador.
— ¿Viene terrestre o marítima?
— No, por mar no se metía nada. Por lancha no trabajábamos nosotros. La droga viene del Amatillo y pasa por Metapán. Se va por la Longitudinal, porque es una calle más sola.
— ¿Cuál fue la mayor cantidad que usted vio que ingresó?
— Un cabezal, porque vienen en cabezales los tanques de diésel. Esa es una de las formas. También se pasa a caballo por puntos ciegos.
— ¿Y para hacer el tránsito desde el Amatillo hasta Metapán?
— Había una ambulancia de la Policía de Santa Ana que se encargaba de eso. Dos policías, ellos la custodiaban, sino la metíamos nosotros en la ambulancia de la Policía en San Miguel.
— ¿Y qué cártel de afuera era el que proveía de droga a Texis?
— No, es que Texis solo es transporte. Solo es logística en El Salvador. No es como se dice en las noticias que trabajan solo para un cártel. No es así. Eso es mentira.
— ¿Cómo es el pago en el ámbito de la droga?
— Es depende la cantidad. Si usted quiere que le pague en efectivo o porcentaje de droga…
— Para tener una idea, ¿qué cantidades movía Texis?
— Un kilo de droga en Costa Rica lo puede agarrar por 9 mil dólares. Usted me puede pagar 1000 dólares por mover cada kilo. Se agarraba en Nicaragua y se ponía en la frontera con Guatemala. Usted me da la mitad ahora y la otra mitad cuando estemos en Guatemala.
— ¿Cuánto es la mayor cantidad que usted vio que pasó el cártel de Texis en el país?
— Trabajé mucho tiempo. No podría dar una cantidad exacta… por ejemplo, en ocasiones pasábamos una tonelada, 1,200 kilos. Teníamos una camioneta tipo pik-up, y andábamos unas (drogas) que usaba solo Roberto.
— ¿Él consumía?
— Todos consumían.
— ¿A qué cárteles le movían droga?
A casi a todos, porque, por ejemplo, en Honduras se les movía a los del Valle. En Colombia se trabajaba con cocinas, a los laboratorios le llaman cocinas. Si usted tiene cocina y me da más barato a mí, entonces le compro a usted. No es de un solo cártel, sino que son cocinas independientes.
— ¿Sigue existiendo el paso de droga?
— Sí, eso siempre está y también el paso de dinero para Honduras vía terrestre. De Honduras se agarra avión para Panamá.