Las batallas legales comenzaron cuando la familia Dalton se sintió engañada. No fue de la noche a la mañana. No. Fue un camino de mentiras y falsedades. Juan José Dalton, segundo hijo de Roque Dalton, recuerda que desde el conflicto armado los comandantes del FMLN les prometieron que contarían toda la verdad y les entregarían el cadáver de su padre cuando triunfara la revolución o finalizara la guerra. Pero cuando se firmaron los Acuerdos de Paz, en enero de 1992, no conocieron la verdad ni recibieron el cadáver del poeta.
Roque Dalton nació en mayo de 1935. A finales de los años cincuenta se vinculó al Partido Comunista Salvadoreño (PCS), donde militó hasta finales de los años sesenta. Estuvo exiliado durante muchos años en México, Cuba y Praga. En diciembre de 1973 decidió regresar a El Salvador para incorporarse al Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP), dirigido por Alejandro Rivas Mira, Joaquín Villalobos, Jorge Meléndez y otros. Roque fue designado como asesor político y tras una serie de enfrentamientos ideológicos, terminó acusado de ser espía cubano. Pero esos señalamientos no tuvieron eco y lo acusaron de ser agente de la CIA. El 10 de mayo de 1975, luego de un juicio político, fue asesinado por sus propios compañeros de célula.
En 1993, Juan José Dalton se encontró en México con Joaquín Villalobos y le pidió una entrevista para hablar sobre el asesinato de su padre. Fue ahí que reveló que había sido un error de juventud, una decisión colectiva en la que había participado, entre otras personas, él y Jorge Meléndez. Le prometió que pronto aclararía más el caso. Pero eso no ocurrió. Después adoptó una actitud hermética y no quiso volver hablar del tema.
Jorge Meléndez, por su parte, también brindó entrevistas. Pero cada vez que lo ha hecho ha dicho cosas distintas. Primero que era un testigo privilegiado y que contaría su versión en el momento indicado. Luego le dijo a un medio televisivo que en los años setenta ni siquiera sabía que Roque Dalton existía. La última versión es que el poeta fue víctima de las reglas que él mismo creó en el ERP.
En 2011 hubo un juicio por el asesinato de Roque Dalton, pero tanto Villalobos como Meléndez fueron absueltos de cargos. Juan José siguió con la batalla y, la semana pasada, la Sala de lo Constitucional admitió un amparo que podría desembocar en la apertura del caso.
Hábleme un poco del caso. ¿En qué año deciden llevarlo a la justicia?
En una carta pública, de ahí por 2009, yo explicaba que nuestra familia había decidido durante mucho tiempo esperar que el caso de Roque Dalton tuviera una solución política, es decir, que la izquierda salvadoreña en su conjunto, y entre ellos los victimarios de Roque Dalton, reconocieran el asesinato injustificable que se había cometido. Durante todo el período de la guerra se nos dijo que cuando triunfara la revolución o se terminara la guerra se iba a rescatar el cadáver de Roque Dalton y de Armando Arteaga y le iban hacer un gran homenaje público.
¿Quiénes les decían eso? ¿L os comandantes?
Eso nos lo dijeron los comandantes, la dirigencia del FMLN.
Ajá.
Antes que se terminara la guerra, yo comienzo una entrevista con Joaquín Villalobos. Yo no lo conocía. Nunca lo había visto. Pero lo conocí en el marco de los Acuerdos de Paz porque yo estaba trabajando como periodista en Ciudad de México. En esa entrevista, que se publica en Excélsior y se reprodujo a través de agencias internacionales, dice varias cosas que son claves. Uno, dice quiénes son los que tuvieron responsabilidad en el crimen de Roque Dalton. Menciona a varias personas, entre ellas a Jorge Meléndez y finaliza diciendo: “Y yo”.
¿La entrevista comienza antes que finalice la guerra?
Sí, pero se tuvo que interrumpir. Luego la retomamos… La otra cuestión interesante es que, cuando le pregunté por el juicio, él me dice: “Mirá, no hubo juicio, lo que nosotros hicimos fue una patraña para disfrazar el crimen que íbamos a cometer”. Él no dice crimen, sino el hecho. Pero no reconoce que hubo un juicio. Una tercera cosa importante es que me dice que el asesinato de Roque Dalton fue el error más grande que ha cometido en su vida. También dijo que cuando se terminara la guerra iban a buscar el cadáver y lo iban a entregar.
¿Y qué pasó? ¿Por qué no cumplieron?
Nosotros como familia seguimos creyendo que la izquierda salvadoreña, en este caso el FMLN, iba realmente a cumplir lo que Joaquín me había dicho: que iban a rescatar el cadáver y se le iba hacer un homenaje a mi padre, y como parte de ese homenaje una autocrítica y una disculpa social. Con eso termina la entrevista. Pero el tiempo fue pasando y luego vimos una pequeña entrevista que Joaquín Villalobos le da a La Prensa Gráfica donde se le pregunta por el caso Roque Dalton…
¿En qué año fue eso?
Eso fue como en 1995, algo así. Joaquín Villalobos todavía vivía en el país.
¿Y qué dice en la entrevista?
Él dijo: “No, lo de Roque Dalton lo vamos a tener que dejar en su lugar, ya hemos dicho lo que tenemos que decir”. También había dado una entrevista en la televisión y había dicho lo mismo. Pero nunca se disculpó. Ni tampoco pidió perdón. Ni a la familia ni a la sociedad salvadoreña. Lo único que hizo fue reconocer que como grupo ellos habían cometido un error de juventud.
¿Qué pasó después?
En esa pequeña entrevista Joaquín Villalobos dijo una cosa que a nosotros nos llamó la atención y nos golpeó mucho. Dijo que lo de Roque Dalton había que dejarlo donde estaba porque no era de interés nacional. A nosotros eso nos impactó mucho porque decía que el caso no tenía ninguna validez… Nos sentimos enojados y dolidos. Nos sentimos burlados por la actitud de ellos. Después dio una entrevista, no recuerdo el año, en el diario El Mundo de España, donde dice que no tiene nada que ver ni intelectual ni materialmente en la muerte de Roque Dalton. Ahí se desmintió. Y la actitud de Jorge Meléndez ha sido la misma.
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Juan José recuerda que la primera vez que Jorge Meléndez habló del caso fue en una entrevista con la revista Enfoques de La Prensa Gráfica. Ahí, según el hijo del poeta, Meléndez aseguró que sabía todo lo que había sucedido con Roque Dalton, que había estado ahí y que no se arrepentía, que había sido un proceso político y que iba a escribir un libro en el que relataría los hechos, pero que no diría nada más porque si no después nadie iba a querer comprar el libro. Eso, a Juan José, le pareció “un cinismo inaudito”.
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Volviendo a la parte del papel del FMLN cuando era partido de oposición. ¿Qué le decían a la familia? ¿Hubo alguna promesa que si llegaban al poder iban a buscar la verdad?
Nosotros nos dimos cuenta que el FMLN no tenía ninguna intención de esclarecer el asesinato que se había cometido con nuestro padre y nosotros, llegado el momento que se comenzó la campaña de Mauricio Funes, nos dimos cuenta que el FMLN hizo una alianza con el PSD, de Jorge Meléndez. Hablé con la máxima dirección del FMLN. Le escribimos a Mauricio Funes pidiéndole que no incluyera a Jorge Meléndez porque iba a ser un acto de incoherencia. Mucha gente de los líderes del FMLN me decían: “No, no te preocupés, él no va estar en el gobierno”, pero lo incluyeron y eso fue lo que motivó que nosotros nos fuéramos a los tribunales.
Entiendo que ustedes acuden a la Fiscalía en mayo de 2010 y es casi un año después que la Fiscalía lleva el caso a tribunales.
El caso es que nosotros vamos a tribunales y presentamos un legajo de testimonios y pruebas. Todo lo que se refiere a la aceptación que ellos habían hecho del caso. Ellos estaban confesando. Ellos son asesinos confesos del asesinato de mi padre. Porque cuando yo le pregunté que quiénes habían tomado la decisión, él respondió “fulano, fulano y yo”.
Entonces el caso llegó al Juzgado Noveno de Paz…
Eso es algo que quiero aclarar. Nosotros en 2011, como vimos que el fiscal, que era Romeo Barahona, no estaba haciendo nada, nos fuimos a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, con sede en Washington, y presentamos el caso. Eso lo hicimos porque veíamos que el Estado salvadoreño nos estaba denegando justicia. Entonces vino Romeo Barahona, y lo que hizo fue pedirle al Juez Noveno de Paz, que era Romeo Aurora Gimmattei, quien ahora es prófugo de la justicia, que abriera el caso pero que al mismo tiempo lo cerrara por prescripción del delito. Eso no es juicio. ¿Qué fue lo que ocurrió jurídicamente? La Fiscalía sin investigar absolutamente nada, abre un caso y al mismo tiempo pide que se cierre por prescripción del delito. Eso da motivo a que en la demanda de amparo que nosotros hemos presentado, nosotros hemos dicho que la Fiscalía no había investigado nada.
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Pocos años después del asesinato de su padre, Juan José Dalton y su hermano Roque Antonio se incorporaron a las Fuerzas Populares de Liberación (FPL). Su hermano fue desaparecido y Juan José combatió hasta el final del conflicto. “Yo soy lisiado, veterano de las FPL y expreso político”, dice. Luego asegura que nunca ha renegado de su pasado y que jamás ha dicho que todos los guerrilleros fueron delincuentes y asesinos.
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Luego que la Sala de lo Constitucional admitiera el amparo a favor de su padre, Jorge Meléndez salió a decir que Roque Dalton fue víctima de las reglas que él mismo creó en el movimiento guerrillero al que se incorporó.
No, porque mi padre no tenía ningún cargo de dirección en el ERP. Cuando se integra a la guerrilla, no lo dejaron tener ningún cargo de dirección. En todo caso, ¿dónde están las pruebas de que él era agente de la CIA? En cambio, no hay persona que no sepa que él (Jorge Meléndez) está involucrado en el asesinato de mi padre. Hay gente que ha analizado que uno de los grandes errores y el fracaso que ha tenido el FMLN en las pasadas elecciones es debido a que mantienen la impunidad, no solo en el caso de Roque Dalton, sino en otros casos como el de los jesuitas.
Incluso, Meléndez dijo que le parecía vil y bajo que una persona que estuvo en la guerrilla, como usted, dijera que la guerrilla era un grupo de delincuentes y asesinos.
No, es que yo he señalado que el grupo ese del ERP, donde estaba Joaquín Villalobos, Jorge Meléndez, Vladimir Rogel, Alejandro Rivas Mira, era un grupo criminal que actuaba sin miramiento. Ellos no solo asesinaron a mi padre y a Armando Arteaga. Hay que ver lo que hicieron con Roberto Poma. Lo secuestran, lo hieren y se les muere, y ellos siguieron negociando. ¿Qué grupo revolucionario era ese? Yo nunca dije que todos los guerrilleros eran bandas criminales. Jamás dije eso. Yo mismo fui guerrillero y jamás cometí un asesinato. Ni muchos de mis compañeros que conozco… Vileza es la que cometieron ellos porque a mi padre lo capturaron arbitrariamente, lo vejaron, lo torturaron, lo asesinaron y después desaparecieron su cadáver. ¿Quién es vil aquí? ¿Yo que reclamo justicia o ellos que mataron a mi padre? Nosotros tenemos testimonios de que los cadáveres de Armando Arteaga y Roque Dalton fueron enterrados. Ellos no han querido decir dónde está el lugar. ¿Quién es el vil y el bajo? Todos los asesinos de todo el mundo culpan a las víctimas y eso solo es posible por la impunidad que prevalece.
También tuvo una especie de choque en redes sociales con el expresidente Mauricio Funes por señalar que él encubrió y protegió a Jorge Meléndez.
Mauricio Funes, antes de ser presidente, me entrevistó en Canal 12 y mi versión fue la misma. Yo nunca he cambiado mi versión. También la dirección del FMLN sabía todas las versiones. Ellos tienen todos los documentos y testimonios. Saben todo esto. Sencillamente en este país, con la izquierda y la derecha, lo que prevalece es la impunidad. De eso no puede desquitarse ni el gobierno de Mauricio Funes ni el actual, porque tienen a una persona que como mínimo es sospechosa de un crimen. Mauricio Funes nos dijo demente a la familia porque yo dije que ellos lo han protegido. Cuando nosotros llevamos el caso a tribunales, Funes lo nombró secretario de Gobernabilidad, es decir, alto ejecutivo del gobierno.