Era el único que tomaba asiento en una fila de sillas destinada para acusados que enfrentan la justicia. Salvo quien aparentemente es un familiar cercano, no hay más personas que lo acompañen en este trance. Mario Huezo se encontraba prácticamente solo y sus palabras no parecían ayudarle en su intento por demostrar que él no mató a su compañera de vida, la periodista Karla Turcios.
El juzgado undécimo de paz de San Salvador dictaminó el viernes que Huezo enfrentará en prisión el proceso que se le sigue por feminicidio agravado contra Karla Turcios, en el que él aparece como el único responsable. A base de pruebas iniciales, la Fiscalía buscó desmontar las coartadas creadas por el esposo de la periodista sobre lo que él estaba haciendo el 14 de abril pasado.
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Las fiscales del caso relataron como las pesquisas en torno al crimen iniciaron a las 6:40PM del 14 de abril, cuando es encontrado el cuerpo de Karla Turcios sobre el kilómetro 22 ½ en la carretera que conecta Chalatenango con Metapán en el municipio de Santa Rosa Guachipilín, Santa Ana.
La fallecida llevaba puesta una blusa negra y unos pantalones de mezclilla azul. La Fiscalía presume que esta ropa llevaba puesta desde la noche cuando salió de su trabajo, lo que refuerza la hipótesis que Turcios fue asesinada mientras se encontraba aun en su casa de la colonia Costa Rica de esta capital.
Antes que la autopsia corroborara lo sucedido, Medicina Legal estimó después de la primera inspección del cadáver, que Turcios había fallecido aproximadamente ocho horas atrás.
Al denunciar la desaparición de su esposa ante la Policía Nacional Civil (PNC) a las 11:19AM del 15 de abril, Mario Huezo argumentó que la última vez que la vio fue a las 12:30PM del sábado, cuando alega que fue con su hijo de cinco años a tomar agua y luego al Parque Bicentenario. Cuando regresaron a la casa, la periodista ya no se encontraba ahí.
No obstante, el testimonio tomado al padre de Karla Turcios, quien aseguró haberse ido de la casa a las 8:00AM, hicieron que la Fiscalía empezara a desconfiar de la versión de Mario Huezo.
A esto se añade un mensaje de texto enviado por Turcios a su madre alrededor de las 7:45AM, en el que se disculpaba por no asistir a un viaje familiar a Usulután, ya que se encontraba cansada de la jornada laboral anterior.
Entre las 8:00AM y el mediodía del 14 de abril, según la Fiscalía, Karla Turcios se quedó sola en su casa junto a Mario y el hijo de ambos. La entidad presume que en ese lapso de tiempo ocurrió el homicidio por asfixia, ya que el vehículo propiedad de la pareja fue detectado en las calles después de las 12:00PM.
Es aquí donde las cámaras de videovigilancia entran en escena. Las fiscales del caso sostienen que un total de 19 cámaras detectan el paso de un Hyundai Eon negro del año 2013 a través de la carretera Troncal del Norte hasta el desvío de Amayo, cercano al municipio de Nueva Concepción en Chalatenango, donde el automotor se desvía a la carretera longitudinal del norte.
Luego de dejar el cadáver de la periodista, el mismo vehículo en el que Mario Huezo iba junto con su hijo usa el mismo camino de regreso a su casa, en el que vuelve a ser captado por las mismas cámaras de vigilancia. Un poco después de las 2:00PM, el esposo de Karla Turcios había regresado a su casa.
El Ministerio Público asegura que el hijo de Huezo iba junto a él, ya que por su condición de autismo él no puede ser cuidado por nadie más que personas que él reconozca, además que la persona empleada a cuidarlo durante la semana se encontraba de licencia.
A través de ese mismo recorrido, los teléfonos celulares de Huezo y Turcios son activados por antenas de transmisión de señales móviles, agregó el Ministerio Público en su alegato. El último sector en el que los celulares se activaron fue precisamente en Nueva Concepción, de acuerdo con las pruebas iniciales recabadas por la Fiscalía.
Otro de los elementos que rescata la Fiscalía del testimonio del padre de la periodista es que él regresaba cada sábado a las 4:00PM a la casa que compartía con su hija y su yerno. Esto llevó a concluir a los investigadores que Huezo sabía el momento que disponía para cometer el crimen.
Fue en horas de la tarde del 14 de abril cuando Huezo afirma que trató de comunicarse al celular de su esposa para supuestamente dar con su paradero. Empero, la Fiscalía señala que nunca se mantuvo una comunicación entra ambos teléfonos celulares, ya que Huezo solo llamaba al número de la periodista e inmediatamente colgaba.
El hecho que Huezo haya dicho que desde las 12:30PM del 14 de abril no sabía nada de su esposa, y que interpusiera la denuncia de desaparición casi 24 horas después, llamó la atención de la PNC, según el director de la corporación, Howard Cotto.
Aunado a estos señalamientos, las fiscales aseguraron que el cargo de feminicidio agravado se apega al crimen, ya que había de por medio violencia económica en la relación entre la pareja.
En base a pesquisas de la Fiscalía, Karla Turcios experimentaba constante presión al ser la que llevaba los gastos del hogar, llegándose a sentir “ahogada en deudas”, Incluso se logró averiguar que la pareja discutía constantemente en torno a tarjetas de crédito y préstamos
Asimismo, al encontrarse una pieza de lencería alrededor del cuello del cadáver de la periodista, se denota que hubo misoginia detrás del crimen. Lo anterior, junto con el hallazgo del cadáver con la misma ropa que usó el día anterior, mueven a pensar que el crimen no pudo suceder en otro lugar que no fuera la casa de ambos.
Estos elementos llevaron a las autoridades a proceder con la captura de Huezo el pasado 23 de abril, nueve días después de ocurrido el crimen, luego de dar una entrevista a una cadena internacional de noticias en la que aseguró ser inocente.
Pese a esto, la abogada de oficio que lleva la defensa legal de Mario Huezo, expresó que el crimen no podía configurarse como feminicidio y que las pruebas iniciales no son suficientes para probar que su defendido cometiera el asesinato.
El alegato de las fiscales del caso duró cerca de una hora, mientras que los contra-alegatos de la defensa, menos de diez minutos.
En un breve espacio para responder a las acusaciones, Mario Huezo insistió en su inocencia y afirmó que los gastos de la casa eran compartidos, los cuales agregó, eran pagados antes de su fecha de vencimiento.
El juez de paz envió al caso a fase de instrucción con prisión formal para Huezo, quien en medio de su casi absoluta soledad, solicitó ser enviado al penal de Apanteos, sin que de momento se conozca una razón que lo llevara a pedir tal cosa.
El caso tiene reservas parciales por orden judicial. Eso significa que cualquier particular que quiera conocer el expediente podrá conocer detalles generales del mismo, mas no datos relacionados a la vida privada de la víctima.
La Fiscalía también solicitó al juzgado que otros elementos probatorios, principalmente mensajes de texto, sean incorporados a la causa.