El 19 de septiembre volvió a posicionarse como una fecha asociada con la tragedia y la zozobra que causan los fenómenos naturales más impredecibles: los terremotos. Hace 32 años, miles de familias vivieron el dolor de perder a allegados y sus pertenencias, a consecuencia de un devastador movimiento telúrico de 8 grados en la escala Richter.
La mañana del 19 de septiembre de 1985, un terremoto con epicentro en el Pacífico mexicano, devastó la enorme metrópoli de Ciudad de México y otras ciudades aledañas, en un momento cuando se corría contra el reloj para albergar la Copa Mundial de fútbol de la FIFA, un año más tarde.
El sismo dejó decenas de edificios por los suelos y una cantidad de víctimas que se cuentan entre los 2,000 y los 30,000. La falta de coincidencia entre las cifras de víctimas, habla de la incapacidad de las autoridades de la época para mitigar estos riesgos y prevenir tragedias.
Ese horror vivido esa mañana y las semanas que tomó levantar escombros y recuperar cadáveres, propició una adopción paulatina de una cultura de protección civil en México, la cual es referente a nivel mundial, a tal grado que es común ver a expertos mexicanos acudiendo a zonas de desastres ocasionados por terremotos en otros países del mundo.
La cultura antes mencionada origina que cada 19 de septiembre se conmemore con un simulacro masivo en la Ciudad de México. Fue precisamente después del simulacro cuando la tierra volvió a temblar con violencia a la 1:14 PM de este 19 de septiembre.
Gracias a estos esfuerzos de concientización se pudo evitar que la vida de centenares de personas se perdiera en una de las ciudades más densamente pobladas del mundo, con 20 millones de personas.
No obstante, las gobernaciones de estados como Puebla, Morelos y el estado de México reportaron fallecidos a consecuencia de este terremoto. Hasta el cierre de esta nota, la cifra oficial de muertos se tasa en 217.
Moradores de la ciudad de Puebla, sede del epicentro del terremoto, comentaron a Diario1 que no había forma de comunicación debido a la saturación de las líneas telefónicas, pero que el sismo dejó en su mayoría daños materiales y la zozobra colectiva.
El presidente mexicano Enrique Peña Nieto anunció a pocos instantes de suscitado el fenómeno, que regresaría a México proveniente de la ciudad de Nueva York en Estados Unidos, en donde se encontraba para ofrecer su discurso en la Asamblea General de las Naciones Unidas.
La solidaridad internacional no se ha hecho esperar. El presidente estadounidense Donald Trump, horas después de emitir su discurso en la Asamblea General de la ONU, expresó su solidaridad con el gobierno y el pueblo de México en su cuenta de Twitter.
De la misma forma el presidente salvadoreño Salvador Sánchez Cerén, manifestó su pesar por las tragedias dejadas por este nuevo terremoto, a la vez que ordenó la activación inmediata del Grupo de Búsqueda y Rescate Urbano (USAR, por su sigla en inglés) de El Salvador, compuesto por especialistas de instituciones del gobierno y cuerpos de socorro, quienes están a la espera del llamado de auxilio de México para incorporarse a las labores humanitarias.
México no se recupera de fenómenos naturales ocurridos días atrás, los cuales dejaron víctimas mortales y cuantiosas pérdidas materiales. El pasado 7 de septiembre, un sismo de magnitud 8,2 grados, que también fue perceptible en El Salvador y Guatemala, dejó 98 víctimas, concentradas principalmente en el sureño estado de Oaxaca, mientras que el huracán Katia dejó dos muertos y daños materiales en el estado de Veracruz.