Los países aglutinados en las Naciones Unidas se aprestan a firmar un protocolo que ayude a reorientar la visión con la que se combate el tráfico ilícito de drogas. La firma de la declaración política, prevista a realizarse en 2019 en Nueva York, pasa primero por una serie de filtros y recomendaciones de diversos sectores en reuniones que en muchas ocasiones son aprovechadas por los Estados miembros para solicitar más cooperación en materia de narcotráfico.
Del 23 al 25 de enero se realiza en Viena, Austria, sede de la Comisión de Drogas y Narcóticos de la ONU, una Reunión Intersesional para darle seguimiento a lo discutido en la Sesión Especial de la Asamblea General de la ONU para el tema de drogas (UNGASS por sus siglas en inglés), celebrada el año pasado en Nueva York
El gobierno y la sociedad civil salvadoreña están representados en dicho cónclave. El Reverendo Martin Díaz, de la Iglesia Evangélica Protestante de El Salvador, y una de las personas que más ha luchado por un nuevo abordaje al problema de las drogas en el país, es el representante de la ciudadanía salvadoreña.
La contraparte gubernamental es el Ministro Consejero agregado a la embajada salvadoreña en Viena, Ramiro Recinos. Según el Rvdo. Martin Díaz, el diplomático no ha estado presente en momentos importantes de la reunión y no ha podido tener un intercambio con él, debido a que nunca se encuentra en la sede de reuniones, al momento de terminar las mismas.
Además señala al Estado salvadoreño por no tener una posición firme frente al tema de narcotráfico, lo cual agrega, se demuestra en la representación que envió al UNGASS del pasado 2016.
Si bien, la mayoría de países de la región centroamericana enviaron a presidentes y ministros a disertar en la Asamblea sobre narcotráfico, El Salvador solo envió una delegación de dos personas, encabezada por el embajador ante la ONU, Rubén Zamora.
Díaz, quien también asistió al UNGASS de 2016, sostiene que el gobierno salvadoreño insiste en que las cosas se están haciendo bien en materia de narcotráfico y que no tienen mayor problema al respecto, pero que se necesita más cooperación internacional.
Anteriormente, Díaz escribió una “Carta abierta a la embajadora de Estados Unidos en El Salvador”, en la que llamaba a Washington, uno de los principales cooperantes salvadoreños, a fiscalizar mejor en inversión y resultados, los montos de cooperación que se envían al país en materia de combate al crimen organizado y narcotráfico.
De la importancia de las reuniones que organiza la ONU para combatir el flagelo de las drogas, y la respuesta que debe tener el estado salvadoreño ante este tema, son de las cosas de las que habla el Rvdo. Martin Díaz, en comunicación sostenida con Diario1 desde Viena, Austria.
¿Cuál es la importancia de las reuniones post-UNGASS?
Se están discutiendo las recomendaciones concretas para implementar el documento final del UNGASS, en abril de 2016.
En el 1998, se le dio espacio a la sociedad civil para observar. El año pasado, la sociedad civil tuvo espacio, voz y capacidad de recomendar, no solo acciones para que el gobierno salvadoreño implemente, sino para la Asamblea General.
¿Cómo ha sido la reacción del gobierno salvadoreño ante estos temas?
Aunque se ha ganado este espacio, algunos gobiernos en la región no se han democratizado, porque de Centroamérica, solo yo estoy en esta reunión como parte de la sociedad civil, y en el UNGASS solo una representante de Costa Rica y yo.
El capítulo 3 de estas reuniones, trató sobre reducción de oferta de droga, combate al lavado y blanqueo de activos y cooperación internacional a nivel judicial, en el que yo pude intervenir, pero no se encontró presente el delegado del gobierno de El Salvador. En el UNGASS, la representación salvadoreña fue muy mediocre, compuesta de solo dos personas y en la que solo llegaron a pedir más fondos y decir que El Salvador no tiene problemas con el narcotráfico.
¿Cómo se va a materializar todo lo discutido en las reuniones?
Las recomendaciones que saldrán de esta reunión, se seguirán trabajando, para ser llevadas al próximo UNGASS a celebrarse en 2019, en el que los países miembros de Naciones Unidas firmarían un convenio, adoptando un modelo nuevo de fiscalización internacional de las drogas.
Es lamentable que el representante de nuestro país no le preste la atención debida al tema, a diferencia de los demás países de la región y que sigan con delegaciones de bajo perfil, ya que en el pasado UNGASS, El Salvador fue la única delegación centroamericana que no llevó a un ministro, ya que otros países como Guatemala, llevaron incluso hasta el presidente.
Una investigación que publicamos en abril de 2016, previo al último UNGASS, con apoyo de cifras oficiales de la Fiscalía y la Policía Nacional Civil (PNC), apunta a que menos del 25 por ciento de los homicidios eran atribuidos a pandilleros, entonces ¿quién está matando tanta gente aquí?
¿Qué se le está reclamando a El Salvador por parte de la Comisión de Drogas y Narcóticos?
Por ejemplo, en el tema de lavado de dinero, desde el año 2000 se ha ofrecido cooperación internacional para capacitar mejor a los fiscales en el combate al lavado y blanqueo de dinero, pero desde el 2000, el estado salvadoreño ha dicho que esa capacitación no es necesaria, a pesar que los últimos hechos en el país demuestran que la colaboración sí es necesaria.
La petición que hemos hecho desde la sociedad civil es que los gobiernos cooperantes, principalmente Estados Unidos, Brasil y Rusia, reorienten la cooperación en la región, y en específico para El Salvador, y se cree una comisión internacional contra la corrupción en El Salvador, algo que la clase política en el país le está negando a la gente.
Además de esto, y debido a lo frágil de nuestras instituciones, hemos recomendado que se asignen relatores y comisionados especiales para que supervisen el trabajo de la Fiscalía.
Lamentablemente y a diferencia de los demás países de la región, no pudimos tener réplica de estas peticiones por parte del gobierno, debido a que el representante de El Salvador en esta reunión no se encontraba en su asiento.
Precisamente no estuvo en el momento en que la UNODC ofreció capacitación a fiscales en las nuevas formas de lavado de dinero y la prevención del uso de criptomonedas en el crimen organizado, lo que considero que es importante por los flujos de dinero del narcotráfico.
¿Considera que el combate a la permeabilidad del crimen organizado en los estamentos estatales, no ha sido proporcional al nivel de cooperación que recibe el país?
Precisamente ese es el problema, el dinero de la cooperación llega sin demasiadas restricciones y la rendición de cuentas deja mucho que desear, porque en la práctica vemos que hay programas y proyectos que reciben fondos. Por ejemplo el Comando Conjunto Cuscatlán y la División Antinarcóticos de la PNC reciben una cantidad importante de dinero, infraestructura y equipo, sin dar los resultados esperados.
Además, la Policía muchas veces irrespeta convenios internacionales, porque con cada incautación que realiza, no se le hace el análisis debido a la droga. Agarran cualquier sustancia adulterada y según la Convención Internacional sobre la Fiscalización de la Droga, la Policía tiene la obligación de hacer un análisis de la droga, ver qué cantidad de THC tiene y esa cantidad es lo realmente incautado, porque la sustancia prohibida es el THC. Simplemente lo que se hace con la cooperación es números para poder justificar los proyectos y no hacen un análisis de las sustancias.
Por eso es que pedimos que los países cooperantes acompañen a nuestro gobierno en la gestión de la cooperación y estamos en una época en la que no se puede despilfarrar dinero sin una estrategia viable. Además, el hecho que las organizaciones de tráfico de drogas (OTD) estén insertas en el Estado, hace más difíciles los avances.
Muchos pueden decir que comisiones internacionales y auditores de organismos supranacionales es un tipo de injerencia, pero estamos en un momento en que las clases políticas no escuchan las demandas de la gente y solo se ocupan de mantener el sistema que desangra a la gente y los alimenta a ellos. Por eso hemos hecho hincapié a los países cooperantes que la gente necesita la cooperación y no el gobierno, porque el gobierno está permeado por el narcotráfico y la presunta sociedad comercial entre el vicepresidente (Óscar) Ortiz y José Adán Salazar, alias “Chepe Diablo”, lo demuestra.
¿Qué considera que sería necesario para implementar una Comisión Internacional contra la impunidad en El Salvador, igual a la que existe en Guatemala?
Creo que una comisión de este tipo es un impulso sano para una transición necesaria y solos no podríamos hacerlo. O se refunda el Estado o hacemos una Asamblea Constituyente, pero el país no puede seguir así, nos estamos metiendo en una hecatombe de violencia y muerte, de la que solos no podemos salir.