El Salvador
sábado 23 de noviembre de 2024

La lavandería de dólares que la MS tiene en el centro de San Salvador

por Bryan Avelar


Una extensa investigación policial revela algunos de los métodos que la Mara Salvatrucha utiliza para lavar el dinero que obtiene de manera ilícita en el centro de San Salvador.

Para sobrevivir y seguir delinquiendo, las pandillas necesitan dinero. Mucho dinero. Dinero para comprar armas, drogas, pago de abogados y vehículos, por mencionar algunas cosas. Este dinero, como es sabido, lo obtienen de la extorsión, de robos, hurtos o del sicariato. Sin embargo, los métodos de lavado son distintos y variados dependiendo de la pandilla o la clica que se trate.

La clica Centrales Locos Salvatruchos es un brazo de la MS que domina buena parte del centro de San Salvador y que durante años ha logrado establecer métodos de lavado de dinero a lo largo del tiempo. Estos van desde el cobro de la renta a través de organizaciones de vendedores, pasando por la fundación de negocios lícitos o las ventas al por menor de ropa o productos varios en las calles.

Una investigación realizada por inteligencia policial ha confirmado que las pandillas están íntimamente vinculadas con las varias organizaciones de vendedores informales en el centro histórico de San Salvador.

La clica de los Centrales Locos Salvatruchos, según la Policía Nacional Civil (PNC) es un brazo de la MS que tiene fuerte presencia en el centro de San Salvador. Las zonas en las que opera van desde el Mercado Central, el mercado Sagrado Corazón, la calle Rubén Darío, parque Hula Hula y otras zonas aledañas entre la universidad Tecnológica y la catedral metropolitana.

De acuerdo con la investigación iniciada en octubre del año 2012 y finalizada en febrero de este año, la CLS tiene miembros que integran las diferentes directivas de vendedores del sector informal, entre ellas la Asociación Nacional de Trabajadores del Sector Informal (ANTSI). Esta asociación es la que aglutina la mayor cantidad de vendedores que tienen sus puestos en el mercado Central, Sagrado Corazón y sus alrededores.

“Esta asociación cobra ciertas cantidades de dinero por representar a los vendedores. Este dinero es utilizado aparentemente por la misma asociación y por los miembros que conforman la CLS con la finalidad de comprar armas de fuego, droga, pago de abogados para los miembros detenidos, entre otros”, dice el informe de inteligencia policial emitido a finales del 2012.

Según las investigaciones, además del cobro de “representación”, las asociaciones vinculadas con la CLS envían a un hombre o una mujer cada semana para que pase por los diferentes puestos de la calle Rubén Darío. Estos cobran $7 más en concepto de “seguridad” a los vendedores informales. Y si uno de esta no paga, llegan otros dos a decirle que “ya sabe lo que le va a pasar” si sigue en esa posición. Y si sigue sin pagar lo desalojan por la fuerza. Cada puesto, según la investigación, es vendido a $300 a otra persona.

Un director ejecutivo de la Delegación Distrito 1 de San Salvador informó a la PNC, en el marco de esta investigación, que los vendedores informales no pagan impuesto a la alcaldía, y que tampoco hay delegados para que realicen el cobro.

En esa investigación, surgida a partir de varias decenas de denuncias por delitos de robo, hurto y extorsión, los investigadores lograron establecer la zona de operaciones de la CLS y conseguir que algunos vendedores informales accedieran a contar lo que habían visto bajo condición de anonimato.

Mediante la información anónima, los investigadores se dieron cuenta de que los pandilleros obtenían el dinero y lo lavaban de la siguiente manera: “con el dinero ilícito compran artículos u objetos lícitos valiéndose de la colaboración que tienen de negocios fuertes en el Mercado Central. Adquieren los artículos y los venden, logrando ganancias que únicamente les sirven para la sustentabilidad de la pandilla MS-13, específicamente de la clica CLS”, según dice el expediente del caso.

En este mismo caso fue capturado un pandillero que se ofreció como testigo criteriado bajo el nombre clave “Tecnológica”, quien además de revelar el modus operandi de la pandilla, señaló cómo el corredor nacional de la pandilla, alias el Chivo de Centrales, tiene un englomerado de negocios lícitos e ilícitos.

Con la información obtenida a través del testigo clave “Tecnológica”, los elementos de la Unidad Técnica Operativa de la PNC logran identificar a aproximadamente 90 pandilleros de la CLS que operaban en el centro de San Salvador. Y posteriormente los logran individualizar e identificar mediante fotografías.

«Tecnológica» es un pandillero de la MS que fue brincado en una cancha de Chalatenango en el año 1994, y luego se trasladó a Apopa, en San Salvador, donde perteneció a los Apopa Locos Salvatruchos, y más tarde a los Centrales Locos Salvatruchos, hasta la fecha.

Las revelaciones de “Tecnológica” indican además la jerarquía utilizada en la MS que, según la documentación del caso, comienza por los corredores nacionales, que son quienes están arriba. Estos ordenan los asesinatos de policías, las quemas de buses, los atentados contra puestos policiales, entre otros. Usualmente estos permanecen presos.

El siguiente en eslabón en la cadena de mando de la MS, según reveló el testigo clave, son los corredores de los “programas”. Los programas grupos de clicas que se unen con un objetivo común. Por ejemplo, el programa que opera en el centro de San Salvador se llama “Programa Centro”, y aglutina 65 clicas que operan en otras zonas de San Salvador.

Después de los corredores de programas están los corredores de la clica, seguidos por los soldados o sicarios. En quinto lugar están los denominados “Chequeos” y luego los postes, además de los colaboradores, y por último están “las jainas de los homboys”.

Rubén Antonio Rosa Lovo es el representante nacional de la MS capturado en el marco de esta investigación. Rosa Lovo tien 43 años y antes de esta vez ya estuvo preso en el penal de máxima seguridad de Zacatecoluca durante seis años por el delito de homicidio. El Chivo de Centrales, como es mejor conocido es uno de los principales lavadores de la pandilla, según la investigación.

De acuerdo con las declaraciones vertidas por “Tecnológica” en la audiencia pública realizada en el mes de febrero, durante su última participación en este juicio, aseguró que El Chivo de Centrales se dedica a lavar dinero mediante una venta de verduras y granos básicos que tiene en el centro por una zona conocida como la Carbonera.

Los documentos registrados en este proceso judicial revelan que, según su DUI, El Chivo de Centrales tiene como ocupación u oficio «comerciante»; y de acuerdo con los diferentes relatos del criteriado se dedica «oficialmente» a la venta de granos básicos, entre otros.

Según el criteriado, el Chivo de Centrales obtiene el dinero ilícito de lo que la pandilla recoge de la extorsión a los comerciantes, además de la venta de droga y el cobro de $50 dolares que exige a los camioneros que llegan a la zona conocida como “Los Chapines”. Este dinero, según “Tecnológica” es invertido en la compra de droga y armas, además de un puesto de armas lícito y las tiendas de granos básicos.

Durante este proceso fueron capturados varios implicados en el proceso conocido como Tregua entre pandillas que desplomó los índices de homicidios en todo el país. Entre estos están el Rata de Liward, el Chivo de Centrales y el Mongo de Villa Mariona. Estos tres, según el testigo clave fungieron como mediadores de la tregua.

Aunque la Fiscalía General de la República, mediante los acusadores de este caso, ha evidenciado a lo largo de las investigaciones y los diferentes testigos claves han señalado los diferentes métodos y actores en la cadena de lavado de dinero que la MS tiene en el centro de San Salvador, ninguno de los imputados fue acusado de ese delito.

Este proceso es el mismo que hace un mes reveló, mediante los relatos de “Tecnológica”, algunos de los beneficios que la Tregua entre pandillas llevó a los centros penitenciarios del país. Algunos de estos, según se ventiló, son la entrega de armas nuevas a cambio de armas viejas, la entrega de 300 teléfonos celulares y el ingreso de mujeres a centros penales en el marco de la celebración del día del reo.

Los 79 procesados a los que la Fiscalía logró llevar a la última etapa deberán enfrentar la sentencia final del juzgado especializado de sentencia “C” de San Salvador, que está por emitirse el próximo 31 de marzo. Los delitos por los que son acusados son extorsión y agrupaciones ilícitas.