Las funerarias parecen ser una de las opciones más viables de negocio en la ciudad de Sensuntepeque, departamento de Cabañas. Hay alrededor de 10 funerarias en las que, si se quiere sobresalir con el mismo rubro, es necesario buscar un elemento innovador para ofrecer a los clientes. Incluir elementos originarios de algunos países europeos en el negocio no parecía una mala idea para Ismael Guzmán. Decidido y con ganas de ofrecer un servicio diferente a los habitantes, junto a su socio, decidió llevar a cabo el concepto que los llevaría a tener éxito entre tanta competencia.
“Funerales y Capilla Ismael Guzmán” es el nombre que el establecimiento lleva en honor al padre de Ismael, quien era gerente de una funeraria muy fuerte en la zona pero no ofrecía nada innovador. A principios de 2014, padre e hijo comenzaron a platicar acerca de que los clientes merecían algo mejor y el proyecto comenzó a tomar forma. Sin embargo, el padre de Ismael falleció el cinco de marzo de ese año y no pudo ver el plan concretizarse. Así fue como, en memoria de él, la funeraria nació el 1º de junio de 2014 con dos conceptos que no parecían ser comunes.
El primero fue ofrecer las capillas de velación con servicios incluidos como los tamales, desayunos, almuerzos, meseros, pan dulce, perifoneo, flores, rezadoras, entre otros. Y el segundo concepto, y el que llamó más la atención, fue el de ofrecer los cortejos funerarios, algo de lo que no se tenía idea en qué consistía, solo lo podían saber las personas que hayan visitado algún país de Europa, que es de donde proviene la idea.
Ismael retomó la idea a través de una fotografía que le mostró una amiga que acababa de visitar España. La elegancia y el orden que se veía en la última despedida de un ser humano fue lo que le asombró. En ese momento se hizo la pregunta de por qué no despedir así a un civil, como la forma en la que se despide a un militar o a un elemento policial en nuestro país o a la realeza en algunos países de Europa. Sin pensarlo demasiado, esta fue la idea del millón para Ismael y su socio.
El cortejo fúnebre de «las niñas bonitas»
La corte de honor que acompaña al difunto desde el lugar donde falleció hasta el lugar del entierro está compuesta de tres señoritas que van frente al carro fúnebre. Dos de ellas llevan en sus manos arreglos florales, y la del centro camina con la foto del fallecido en manos. Su blusa blanca, falda negra hasta las rodillas y zapatos negros cerrados, es el vestuario que utilizan siempre en los funerales.
Pero, ¿de dónde salieron todas estas señoritas que aceptaron realizar este trabajo no tan común? Fácil. Ismael buscó a ex reinas de belleza de las fiestas patronales de Sensuntepeque y municipios aledaños. Para él, el toque femenino da seriedad y elegancia.
Los caballeros no se quedan atrás. Ellos también son parte del cortejo. Dos a cada lado de la caja fúnebre, vestidos de saco, corbata y lentes negros si hace sol, es el vestuario que utilizan para no dejar de lado la elegancia. En la mayoría de eventos son siete los jóvenes que desfilan junto al difunto y que forman el cortejo funerario.
Cuando el cadáver llega al altar de la iglesia, el cortejo hace una valla de honor para seguir rindiéndole homenaje. Cuando la misa inicia, los jóvenes se retiran. Al terminar la ceremonia, se sigue el mismo protoco hasta llegar al cementerio. Pero las chicas del cortejo no solo tienen esas funciones, también desempeñan otras aún más exigentes con los familiares del fallecido. La asistencia que las chicas dan a los dolientes es muy importante. Palabras de aliento y apoyo es lo que las atentas señoritas ofrecen como parte de su trabajo.
Muchas han sido las llamadas que Ismael ha tenido por los únicos servicios que ofrece. Con el paso del tiempo, también ha logrado ganar miles de seguidores. Un ejemplo claro son los seguidores que a diario tiene en su fanpage oficial de la funeraria. La página cuenta con 5,172 personas que han dado “Me gusta” al trabajo de Ismael. Quienes en algún momento podrían necesitar de sus servicios.
El concepto ha llegado fuera de la ciudad donde se originó. Ismael ha tenido clientes en San Miguel, Santa Ana; incluso muchas personas fuera del país reconocen el proyecto por medio de las fotos y vídeos que se suben a Facebook. Siempre es reconocida por la “Funeraria de las niñas bonitas”. La pregunta que todos se hacen cuando solicitan los servicios funerarios es la misma de siempre: ¿Nos van a mandar a las muchachas bonitas?
El primer inusual entierro
“Romper el hielo” en una situación determinada nunca ha sido algo fácil. Este fue el caso del primer desfile de entierro que los jóvenes hicieron como cortejo de honor. En la cara de los habitantes se veía el asombro por no saber de qué se trataba realmente. Sabían que era un entierro pero no tenía ni idea de qué hacían los muchachos ahí. Unos pensaron que eran cachiporristas, otros modelos, las fotos no faltaron y, a partir de esa vez, la gente salía más a ver cuando pasaba un entierro.
Además, un elemento que también llamó la atención de todos es la unidad de sonido que Ismael coloca delante de todos con música al gusto del cliente. Alabanzas, rancheras y marimba son algunos de los géneros que piden.
La competencia funeraria
Ismael admite que la competencia es dura y que él ni siquiera cruza palabra con los dueños de otras funerarias. Todos son sus enemigos. Hasta el punto que lanzaron una campaña con el objetivo de desprestigiar a su funeraria y botar su trabajo. Pero el juego sucio no llegó hasta ahí. Ismael ha recibido amenazas de muerte donde dice que no ande solo por las calles. Todo esto por el simple hecho de tener un negocio exitoso con el que se puede sobrevivir.
A pesar de que en las demás funerarias en Sensuntepeque llevan 20, 30 o 44 años de prestar servicios, la de Ismael, con un poco más de un año de haberse abierto, ha logrado posicionarse como la mejor y más completa.
Costos y servicios
Actualmente muchos consideran que “sale caro morirse”. Y las funerarias lo saben bien. Ismael es consciente de que sus servicios no son económicos, pero sabe que lo valen. Un servicio funerario va desde $450 hasta un servicio premium de $4,500.
En el servicio premium los familiares no deben preocuparse por nada. Todo lo necesario va incluido: Capilla de velación decorada con luces led, 400 tamales, 50 pupusas para desayuno, 200 sándwich para almuerzo, ministerio de alabanza, coro para la misa, dos arreglos florales grandes, 4 meseros, café, agua, jugo, pan dulce, platos, servilletas, tenedores ilimitados.
También personal de limpieza, una habitación para descanso de los clientes, servicio de perifoneo, mariachis o bandas −si el cliente lo desea−, equipo de vídeo y fotografía. Es un servicio completo con lo que ha logrado que la gente lo prefiera frente a su competencia.
En el mes se realizan aproximadamente 14 servicios completos. Algunos días se llevan a cabo dos o tres diarios. Lo que mantiene al cortejo activo, ya que se dan cuenta de que su trabajo es bien recibido.
Momentos memorables
Dos historias son las que han marcado la vida de la funeraria desde que fue establecida. Una señorita que padecía cáncer recién conocía la funeraria y le llamaron la atención las camionetas negras en donde desfilaban los féretros. Antes de morir, ella les dijo a algunas de sus amigas que si moría quería que esa funeraria se hiciera cargo y, no solo eso, pidió también una caja morada lila.
Ismael no la conoció, pero al morir la joven, su hermana buscó rápidamente a Ismael para que se hiciera cargo de los preparativos para su funeral y entierro. Casualmente, en el pedido de cajas había llegado el día anterior, y entre esas se encontraba una caja morado lila, justo como la joven lo había deseado.
La segunda historia, no menos importante, fue el momento en el que una pareja de esposos de avanzada edad murieron. Ellos eran muy conocidos por toda la ciudad y les guardaban un enorme cariño.
Primero falleció la señora, a las 7:20 de la mañana en un hospital privado de San Salvador. Cuando sus hijos le dieron la noticia al esposo de ella, la misma mañana a las 8:30 sufrió un infarto al corazón y también murió. Ambos fueron enterrados en “cajas italianas” una de las más distinguidas cajas que Ismael poseía.
Al velorio de dos días y al entierro llegaron más de 400 personas, canales de tevisión, fue un “boom” en la ciudad. Se cerró toda una calle para que se llevara a cabo el velorio y fueron dos días agotadores para todo el personal. Sin embargo, Ismael también recuerda que fue muy gratificante atender en este evento tan grande. Estos fueron dos de los momentos más memorables que la funeraria le ha regalado.