miércoles 16 de octubre del 2024

La supuesta «clínica clandestina» de Santa Tecla es laboratorio de un biólogo

por Luis Canizalez


El pasado jueves, los nuevos administradores de la alcaldía de Santa Tecla manifestaron que habían encontrado en oficinas municipales rastros de una clínica clandestina donde posiblemente se practicaban abortos. Sin embargo, Diario1 localizó al dueño del local - el párroco de una iglesia - y al dueño de los instrumentos médicos - un biólogo salvadoreño-. Ambos botan la hipótesis de la clínica "clandestina".

La puerta de la segunda planta estaba cerrada. Cuando los administradores municipales abrieron, encontraron una clínica, aparentemente clandestina, con signos de abandono.

A un extremo de la sala estaba una camilla. A la par, una bandeja con pinzas, tijeras, tenazas y un desarmador. También había una refrigeradora. Adentro estaban varios botecitos con líquidos y otros contenedores con una sustancia oscura.

Sobre una mesa polvosa había jeringas, mascarillas y paletas baja lenguas.  En la misma habitación estaba una placa metálica que decía: “Lic. Javier Urrutia García – Director”. Todo parecía sospechoso.

Fue entonces que los empleados llamaron a las autoridades policiales. Eran pasadas las diez de la mañana. Los agentes llegaron minutos después y acordonaron con cinta amarilla el pequeño edificio de tres niveles.

Los medios de comunicación se aglomeraron afuera del inmueble. El rumor que corría entre los periodistas era que se había descubierto una oficina que funcionaba como clínica clandestina donde se practicaba abortos.

Los bisturíes y demás herramientas encontradas en el lugar fortalecían esa posibilidad. La hipótesis agarraba forma, poco a poco, como un rompecabezas. Todo coincidía.

Y sobre todo porque hacía seis días, en la Casa de la Juventud, administrada por la municipalidad, también habían encontrado agujas, hilos de sutura y formalina.

Pasadas las dos de la tarde, los fiscales llegaron al pequeño edifico, localizado en la Urbanización Jardines del Volcán II, calle Los Planes, municipio de Santa Tecla, La Libertad.

Los administradores municipales  aseguraron que el edificio estaba a cargo de la alcaldía tecleña, que funcionaba como el Centro Integrado de Capacitación y Educación Comunitaria.

Cuando el reloj marcaba casi las seis de la tarde, los fiscales y el médico forense salieron del edificio. “Se nos informó que había una clínica donde existían algunas cosas que no  eran tan normales. En este caso es un lugar donde se dan clases de inglés. Entonces, ¿cómo puede ser posible que haya una clínica adentro de esta instalación?”, cuestionó el jefe fiscal.

El fiscal aseguró que no habían encontrado ni medicamentos,  ni restos humanos, ni sangre. “Hemos hallado herramientas utilizadas para exámenes ginecológicos,  pero que también un médico puede utilizarlo para exámenes biológicos”, expuso.

Liz Quijano – hija del exalcalde de San Salvador, Norman Quijano, y actual  directora de Desarrollo Social de la alcaldía de Santa Tecla – explicó cómo encontraron las herramientas médicas.

Según relató, el pasado viernes recibieron las llaves de las oficinas que están a cargo de la comuna. Esto porque el pasado primero de mayo la municipalidad cambió de administradores, luego que el partido ARENA ganara la alcaldía después que el actual vicepresidente de la República, Óscar Ortiz, pasara cinco períodos consecutivos dirigiendo la alcaldía de Santa Tecla.

Al hacer la inspección, encontraron  en la casa de la juventud y en el Centro Integrado de Capacitación y Educación Comunitaria insumos médicos “que no pertenecen a un botiquín de primeros auxilios”.

“Se supone que aquí daban clases de inglés y computación para jóvenes. Pero,  lo que hemos encontrado es una clínica clandestina… La municipalidad solo opera dos clínicas: una en el mercado Dueñas y otra en el Mercado Central. De esta clínica no encontramos ningún registro, no hay un inventario. Es una clínica clandestina”, indicó.

Foto D1. Salvador Sagastizado.

Foto D1. Salvador Sagastizado.

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Un revelador hallazgo: El laboratorio de un biólogo

En la supuesta oficina clandestina estaba una placa metálica con el nombre y apellidos de un hombre.  “ Lic. Javier Urrutia García – Director”, dice la lámina.

En internet aparece un sitio web con una amplia biografía de un hombre que manifiesta ser licenciado en biología y doctor en medicina. Tiene 69 años. El nombre coincide con el de la placa encontrada en la oficina de Santa Tecla.

Abajo está la dirección de su consultorio. Es la misma de la oficina allanada. En su amplia biografía asegura haber trabajado en instituciones gubernamentales y en oenegés.

Con estas últimas dice haber desarrollado proyectos comunitarios de salud reproductiva y salud materno infantil. También asegura haber ejercido como médico privado.

En el campo de la biología ha ejecutado proyectos de  conservación de suelos, agricultura orgánica, medicina alternativa y organización de la comunidad.

Desde el año 2004, manifiesta que trabaja como investigador en el Centro de Investigaciones en Ciencias y Humanidades de la Universidad  José Matías Delgado.

Diario1 llamó a la Universidad Matías Delgado para preguntar si el señor Urrutia García laboraba para esa casa de estudios superiores. La respuesta fue afirmativa y la llamada fue transferida al Centro de Investigaciones.

Un hombre, con un tono de voz carroza, responde.

–  Hola, buenas. ¿Habló con el señor Urrutia García?

–  Sí. Dígame.

–  Ayer allanaron una oficina en Santa Tecla y se encontró una placa con su nombre. ¿Usted tenía una clínica en ese lugar?

–  Yo ahí atendía algunas personas de la Sociedad de Los Fieles Laicos de El Salvador.  Pero, cuando  el espacio fue concedido a la alcaldía, guardé mi equipo en la segunda planta. El padre me concedió ese espacio.

–  ¿No funcionaba como clínica?

–   Yo atendía algunas personas que el padre me pedía que viera. Yo soy médico, biólogo e investigador de la Universidad José Matías Delgado. Pero cuando se dio lo de la alcaldía se dejó de atender gente.

–  Los administradores presumen que en ese lugar se practicaban abortos.

–  No, no (ríe).  Le voy a explicar. Ahí tengo los experimentos con el material biológico. Yo estoy desarrollando con gente de la Matías un proyecto con un producto de cultivos de agua estancada de la laguna del parque Zoológico.

–  ¿Y qué contienen los recipientes que están en un refrigerador?

–   Lo que hay en los botes son cultivos de protozoarios. Y como son tejidos vivos, los tenemos ahí para reproducirlos e enfriarlos. Parte del equipo que está ahí es mío y el otro es de la Universidad Matías. Como le decía, tenemos el proyecto de investigación de aislar un producto de cultivos de protozoario. Para hacer eso, el ambiente tiene que estar muy tranquilo, no soleado, sin interferencia de gente que no  conozca de eso. Es un experimento que después vamos a patentar.

–  ¿Le informaron del allanamiento?

–  Sí, ya me dijo el padre. Yo no me he querido acercar porque yo le he dicho al padre que tengo a mis hijos que son abogados. Espero que no se me haya perdido nada de ahí, siendo médico puedo tener el equipo que me ronque la gana en ese lugar.

–  ¿Entonces queda claro que esa oficina es privada y no tenía nada que ver con la alcaldía?

–  Esa oficina no tiene nada que ver con la alcaldía. Estos son políticos que se quieren estar haciendo daño entre sí, porque antes fue del FMLN y ahora es de ARENA. Yo digo, ese es problema de ellos, que tienen que ver cómo lo arreglan. Pero si tengo que demandar a alguien, lo haré. Ya sea con mis hijos que son abogados, o con abogados de la misma Matías. Estoy esperando ver hasta qué punto llega eso.

Foto D1.

Foto D1. Algunos de los instrumentos médicos hallados en la oficina.

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Las mentiras de la alcaldía

El edificio donde encontraron las herramientas clínicas pertenece a la parroquia Monte Tabor. El párroco Francisco Xavier Aguilar asegura que hace dos años la alcaldía le solicitó un espacio  para  abrir unas oficinas regionales.

“Me pidieron que les prestara ese local por un tiempo. Yo les di la primera planta, porque vi que era beneficioso para la población y accedí prestarlo. Pero el proyecto no tuvo éxito. Parece que llegaba muy poca gente a consultar y al fin terminaron por suprimirlo”, señala el sacerdote.

El párroco asegura que  a raíz de eso solicitó que le devolvieran la oficina, pero recibió excusas. Le dijeron que tenían equipo informático que no tenían donde guardarlo.

–   ¿Usted sabía que esa oficina tenía herramientas médicas?

–    Yo sí sabía de las herramientas. Es un salón en el segundo nivel. Ahí hay dos salones, uno lo tiene la alcaldía lleno de computadoras arruinadas y el otro se lo he prestado al doctor Urrutia porque él necesitaba un sitio para sus experimentos. Eso es, un laboratorio donde tiene sus experimentos. No es ninguna clínica.

–   ¿Desde hace cuánto tiempo le concedió ese espacio al señor Urrutia?

–   Eso hace como tres años.  Yo lo conozco hace muchos años. Él intentó poner la clínica pero la gente veía la fachada como de la alcaldía y eso no le gustaba. El doctor es investigador médico y sabe de la crioterapia. Es un método de curación de enfermedades terminales   y es comprobado que es eficiente. Mi idea para el futuro es abrir una clínica.

–  Lo que sí queda claro es que el edificio no estaba asignado completamente a la alcaldía.

–  No, no, no. Eso no es verdad. Nunca ha estado el edificio completo a cargo de ellos. Solo la primera planta, para un proyecto que no funcionó.

Quien también confirma esa información es la encargada de impartir clases en local allanado. El jueves por la tarde, mientras los fiscales inspeccionaban la oficina, ella se encontraba afuera, en la calle. Aseguró que solo utilizaba la planta de abajo, que nunca supo qué había en esa oficina de la segunda planta.

Diario1 llegó hasta las oficinas de la alcaldía de Santa Tecla para solicitar un comprobante que el edificio completo estaba a cargo de la municipalidad. La única respuesta que se obtuvo es que el caso ya estaba en manos de la Fiscalía.

Los fiscales, por su parte, manifestaron que la investigación apenas comienza.

Foto D1.

Foto D1. Refrigerador adentro de la oficina allanada.

Comunicado emitido por la alcaldía de Santa Tecla.

Comunicado emitido por la alcaldía de Santa Tecla.