El Salvador
miércoles 4 de diciembre de 2024
ZONA 1

El día que Romero fue proclamado mártir

por Teresa Andrade


El anuncio de la próxima beatificación de Romero se vivió con mucho respeto y oración en la cripta del obispo. Aunque muchos ya lo elevaron a los altares el proceso aún está abierto, monseñor Urioste abre otra posibilidad para la inmediata canonización: que el papa Francisco dispense de milagros a Romero.

Carlos viene de trabajar como albañil en una construcción. Carga en sus hombros una mochila amarilla llena de ropa con las marcas de su trabajo. Él tiene 52 años y toda su vida ha bregado en las construcciones aprendiendo el oficio.

Esta tarde, antes de irse a descansar en una pieza que le alquilan ahí por San Martín, pasó junto a dos de sus compañeros a hacer una parada necesaria, urgente, se dijo.

Visitaron la cripta de monseñor Óscar Arnulfo Romero a darle las gracias a reconocerlo mártir, a rendirle una oración, un padrenuestro, un gracias, porque sobre todas las cosas para Carlos Romero desde hace años ya es santo.

Recuerda que apenas tenía 16 años cuando a pocas cuadras de donde descansan los restos del obispo mártir le pusieron una bomba a la radio YSAX, donde Romero transmitía sus mensajes como el máximo jerarca de la iglesia católica salvadoreña.

Poco tiempo después Carlos, fiel seguidor de Romero, se enteró de su muerte. “Sentí que me arrancaron un pedazo de corazón, solo comparado con el pedazo que me arrancó mi madre cuando murió”, dice con los ojos vidriosos mientras se lleva el puño al pecho con fuerza.

Esta tarde Carlos, con el dolor más fuerte de sus entrañas, recuerda cuando Romero visitaba las comunidades y en más de alguna ocasión lo pudo ver de cerca. Ahora lo tiene ahí unos metros bajo tierra, bajo una estatua de bronce que muchos veneran, pero no todos entienden lo que para Carlos significa.

“Para mí el siempre ha sido un guía, un pastor, quien siempre vio por nosotros los pobres, por e´l que es pobre, por usted que es pobre”, dice mientras se cubre la boca con su mano llena de callos por el trabajo duro.

Carlos este día, como muchos otros, se paró frente a la tumba de Romero, se persignó, inclinó su rostro y oró. Este día fue distinto, este día estaba un paso más cerca la causa de Romero ante el Vaticano para ser beatificado y, posteriormente, ser canonizado.

Pero él no es el único. Decenas de personas visitaron este día la cripta de catedral Metropolitana donde descansan los restos de Romero. Ante aquella imponente estatua de bronce, niños, jóvenes, personas de la tercera edad, trabajadores, un grupo de turistas, entre otros se reunieron en menos de dos horas a venerar al recién nombrado mártir.

Las llegadas eran a cuentagotas, pero pronto el recinto se llenó de feligreses que se aglomeraban frente a su tumba. No podían faltar las fotos del recuerdo, incluso los más jóvenes la compartían vía Facebook.

Uno de los más jóvenes en el lugar era Iván. Con jeans, camisa formal y morral al hombro ora frente a la tumba. Iván tiene 24 años y ha llegado con su hermana menor. Dice que desde hace tres años acompaña la causa de monseñor Romero y que este día no podía faltar a la cripta cuando se enteró que el papa lo iba a beatificar.

Así de a poco llegaban más y más feligreses. Tres monjas también llegaron y rezaron un rosario frente a la cripta. Entras tres, una salvadoreña, una hondureña y una guatemalteca.

“Vimos las noticias hoy a mediodía. Somos de Ahuachapán y teníamos que hacer unos mandados en San Salvador y de inmediato les dije a las hermanas: ‘Tenemos que ir’”, cuenta la hermana María Guadalupe Zepeda, de la congregación Bethlemitas, hijas del sagrado corazón de Jesús.

“Yo apenas llegué hoy al país y ha sido un regalo. Es la primera vez que estoy aquí y me siento priviligiada”, cuenta la hermana Elizabeth Xico, quien había llegado de Guatemala.

La hermana María Guadalupe cuenta que cuando escuchó a monseñor Rosa Chávez dar la noticia  quiso llorar la de la emoción. “Es una gran felicidad pensar que un cristiano de nuestro pueblo llegue a los altares, y se convierta en el intercesor de todos los necesitados. Monseñor no es solo de El Salvador, es del mundo”, dice entre sonrisas.

Ahí, en esa cripta frente a un altar, los restos de monseñor Romero son visitados por miles de personas cada año entre nacionales y extranjeros, una visita de rigor para quienes quieren conocer un poco más de la historia salvadoreña. Esta vez un afortunado grupo de 12 turistas estadounidenses visitan la cripta.

Muchos no conocían el anuncio, al oírlo de boca del guía turístico muchos de ellos se sorprenden, otros se abalanzan a hacer más fotos. “Es histórico”, les dice el guía en inglés.

El reloj marcaba las 4:30 de la tarde y algunos de los transeúntes que usualmente circulan por las calles del centro histórico se desviaban hacia la cripta. Muchos pasaban de largo. Pero unos pocos, bajaban las gradas y veneraban al obispo mártir.

El Arzobispado de San Salvador anunció en la mañana que todas las iglesias del país repicaran las campañas por la proclamación de Romero como mártir a las seis en punto de la tarde. Catedral se estremeció con las campanadas más fuertes que alguna vez sonaron. Se disiparon frente a una multitud que desde la plaza veía las campanas repicar.

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Una beatificación esperada

La mañana de este martes la noticia que llegó del Vaticano no tomó a la iglesia católica por sorpresa. Desde hace algunos días se vislumbraba la posibilidad de agilizar la beatificación de monseñor Romero y este día el anunció por fin llegó.

El camino para Romero tampoco ha sido fácil para los que han estado detrás de su causa. Todo comenzó en el décimo aniversario del martirio de Romero, el 24 de marzo de 1990, cuando el otrora arzobispo de San Salvador, monseñor Arturo Rivera y Damas anunció que comenzaba formalmente la instrucción de la causa de canonización de monseñor Romero.

Muchos años han pasado ya de aquel anuncio, de mucho trabajo y recopilación de papeles y pruebas que demostraran no solo sus virtudes cristianas, sino también el martirio.

Según las normas de la iglesia católica, hay dos formas de llegar a la declaración de canonización. Una es la vía de virtudes heroicas y la segunda es la del martirio.

El proceso de virtudes heroicas suele llevar más pasos y el proceso puede ser más largo, ya que necesita que el postulante a la santidad haya realizado un milagro comprobado para llegar a la beatificación.

Por otro lado, la vía del martirio verifica que el postulante ha sufrido martirio por causa de la fe. Este es el caso de Romero, quien ha sido nombrado mártir por odio a la fe por el Vaticano y, por tanto, no necesita de haber realizado un milagro comprobado para ser beatificado.

En este etapa del proceso, solo se necesita que el Vaticano estipule un día para la realización de la ceremonia, que se especula será este año y en San Salvador y podría estar a cargo del monseñor Vincenzo Paglia, quien ha sido el principal impulsor de Romero en la Santa Sede.

Luego de este nombramiento, pasa a una siguiente etapa que es la canonización. Según las normas de la iglesia, para que un beato sea canonizado este debe realizar un milagro comprobado.

Cuando Romero sea beatificado, tendrá que comprobársele la ejecución de un milagro para ser elevado a los altares.

“La verdad siempre triunfa”

Uno de los impulsores de la causa de canonización de Romero es monseñor Ricardo Urioste, presidente de la Fundación Monseñor Romero, quien se mostró bastante contento al saber la noticia del Vaticano.

Urioste habló con Diario1 vía telefónica y dijo estar satisfecho de este logro a la causa. “Para mí el punto es que la verdad siempre aflora y que la verdad siempre vence y triunfa y esto me alegra tanto para que muchas personas que todavía no simpatizan mucho con monseñor Romero”, manifiesta.

Agregó que solo buscando y estudiante las homilías se puede conocer al verdadero monseñor Romero. “No se trata de haberse quedado con lo que los periódicos decían en los campos pagados contra él”, aseguró.

“Esto ha sido una confirmación de que la verdad siempre triunfa. Acuérdese de que monseñor Romero en este país algunas personas fue tan criticado, tan calificado  de marxista, de político, de subversivo, de guerrillero. Cómo va a creer que el papa va a declararlo mártir y digno  de ser beatificado y canonizado si hubiera descubierto algo de eso que esas personas han dicho”, enfatizó.

Monseñor Urioste explicó que para el caso de Romero, luego de la beatificación tendría que comprobársele un milagro, sin embargo,  el papa podría dispensarlo y canonizarlo sin el milagro.

Aseguró que ya en una ocasión el papa Francisco dispensó de milagros a un beato, y es el caso del papa Juan XXIII, recién canonizado el pasado 5 de julio de 2013 junto al papa Juan Pablo II. Juan XXII fue canonizado sin la realización del milagro comprado y es a lo que Urioste le estaría apostando.

Además asegura que en este momento no hay abierto ningún expediente de milagro que se le atribuya a Romero que se esté investigando. “La gente ha mandado muchos favores que monseñor les ha hecho milagros, dicen ellos, pero no son cosas que la Iglesia catalogue como milagros”, explicó.

Sin embargo, reiteró el papa Francisco podría elevar a los altares a Romero incluso sin haber sido comprobado un milagro. “Eso estaría por verse”, indicó.