En el caló popular, siempre se dice que cada niño al nacer trae un pan bajo el brazo. Sin embargo para que este nazca uno siempre debe de tener un plan B para los costos que se generan con el parto e incluso con la atención prenatal.
Siempre existe la opción, obviamente, de atender el alumbramiento en el Hospital de Maternidad del Seguro Social o en los regionales, si uno es cotizante, pero sino solo existen dos opciones: los hospitales de la red nacional o ir a un centro asistencial privado.
Aunque el recién remozado hospital de la Mujer es una excelente opción si no cotiza al Seguro Social, muchos deciden hacer un pequeño sacrificio para traer al nuevo miembro de la familia en mejores condiciones, otros también gozan de un seguro médico y deberán escoger entre las distintas ofertas que ofrece el mercado médico.
Me di la tarea de averiguar algunas opciones, ofertas, planes y tarifas.
El primer detalle a tomar en cuenta si usted quiere indagar cuánto puede costarle un parto en un hospital privado, independientemente si tiene seguro médico o no, es que si el parto es natural debe contar con dos especialistas: un ginecólogo y un pediatra. Si por el contrario será cesárea, tendrá que adicionar un anestesiólogo.
Los honorarios de estos especialistas son fijos y deberán sumarse a los gastos hospitalarios, que varían dependiendo del centro médico. Hay que tomar en cuenta que para un ginecólogo no es lo mismo asistir un parto natural que una cesárea, por lo que en el segundo caso incrementará los costos.
De igual manera no existe un precio preestablecido o estándar para los especialistas. Si usted ya ha tenido controles prenatales con algún médico que conozca su caso podrá negociar e incluso considerar su condición económica para ofrecerle una tarifa.
Cada médico tendrá sus propios costos y si el trato se hace a través de un seguro estos ya tienen una tabla preestablecida.
Si tomamos como ejemplo los precios promedio de los médicos que están de planta en el Hospital Farela, en San Salvador, para un parto natural un ginecólogo en promedio puede cobrar por honorarios unos $452 y con seguro la tabla estipula $530. Para el caso del pediatra, en promedio, la tarifa puede rondar $169, pero con el seguro la tabla estipula $200.
Para el caso de que una paciente necesite cesárea, los costos se elevan grandemente. Por ejemplo, un ginecólogo en promedio puede cobrar por atender una cesárea unos $678 y el seguro estipula $815. Para el caso del anestesiólogo, la tarifa oscila los $226 y el seguro contempla $285. En el caso del pediatra puede cobrar unos $226 y la tabla refiere $250.
¿Por qué varía el precio entre la tarifa promedio del especialista y lo que le paga el seguro? La respuesta no es muy complicada. Los seguros estandarizan el precio del servicio, en cambio, como se dijo antes, con el especialista se puede negociar un precio dependiendo de muchos factores. El seguro médico, no obstante, coloca los precios fijos de los servicios que ofrece. Luego, el asegurado, solo paga el deducible.
Hasta el momento, solo tenemos los costos del especialista. Ahora comienza la búsqueda del hospital que dará la bienvenida al nuevo miembro de la familia.
Los hospitales
Si continuamos con la opción del hospital Farela, para un parto natural el costo más económico es de $450 y para la cesárea es de $900.
Esto incluye la habitación, que para el caso del natural, son dos días y una noche de ingreso, con cesárea son tres días y dos noches y además ellos tienen el parto en agua que abarca dos días y una noche.
También incluye servicio de enfermería, medicamento y materiales básicos, sala de partos o de operaciones para el caso de cesárea, cuidados del recién nacido, tipeo sanguíneo del recién nacido y tres consultas de emergencia previa antes del parto.
El hospital Farela también ofrece el sistema de pago por anticipado, es decir que unos meses antes del parto usted puede comenzar a pagar su plan. Las cuotas pueden ser desde una a siete sin intereses, pero eso sí, al ingresar al parto ya debe estar cancelado en totalidad o con solo una cuota pendiente.
Otra opción es la que ofrece el Hospital de La Mujer, que también tiene planes prepago para ambas opciones. Para el caso del parto natural el costo es de $825 e incluye 36 horas de estancia hospitalaria, uso de la sala de parto por 30 minutos, materiales y medicamentos básicos.
En cambio, la cesárea tiene un costo de $1,550 que incluye, 48 horas de estancia en el hospital, uso de sala de parto por una hora, materiales y medicamentos básicos.
En ambos casos se incluye la hospitalización, nursería, alimentación para la madre, tipeo sanguíneo para el bebé, kit de bebé, uso de sala de recuperación, e incluso la colocación de aretes si es una niña.
Es de recordar que estos precios no incluyen los honorarios médicos antes descritos, ni gastos extras debido a alguna complicación dentro del parto. Además, con la contratación en prepago, si usted pago parto natural y después necesitó cesárea se pasa al siguiente plan y solo paga la diferencia.
También consultamos el hospital Centro Ginecológico y los planes son bastantes similares. Sin embargo, hay una serie de opciones dependiendo de las habitaciones. Cuantos más servicios extra cuente la habitación, el plan es un poco más caro.
Por ejemplo, para el parto natural los servicios hospitalarios en una habitación económica cuesta $515, en una estándar $580, en una deluxe $660 y en la suite (que incluye hasta un minibar y refrigeradora) el costo es de $755. En los cuatro casos incluye día y medio de hospitalización.
Si es necesario practicar cesárea, en una habitación económica el precio es de $1,075, en el caso de la estándar es de $1,200, en la deluxe es de $1,365 y en la suite es de $1,550. Este procedimiento se realiza con dos días y medio de hospitalización.
Todos los servicios incluyen el alojamiento, alimentación de la madre, cuidados de enfermería, medicamentos y materiales básicos, uso de sala de partos, salas de operaciones y recuperación, cuidados del recién nacido y tipeo sanguíneo.
A esto debe incluírsele cualquier servicio extra, o si hay alguna complicación en el parto que necesite más medicamentos o materiales, y los honorarios médicos.
También llamamos al Hospital de Diagnóstico que tiene una tarifa de $500 para un parto normal y $980 para la cesárea, que al igual que a las otras alternativas, estos son los planes básicos y si se desea algo adicional se cobra extra. Asimismo, debe incluirse los honorarios.
Otra opción que consultamos fue el Hospital Profamilia que tiene los precios más económicos de todos los consultados.
Para el caso del parto natural se cancela $300 y para el caso de la cesárea el costo es de $750. En ambos casos, se pueden llevar los especialistas externos, previamente consultados.
En las dos opciones puede tenerse un plan de pago por anticipo, que puede ser incluso con siete cuotas sin intereses.
Gastos prenatales
Los costos de nacer no solo incluyen los propios del parto, a lo largo de los nueve meses que dura el embarazo también se incurren en otros gastos que deben contemplarse.
Si de nuevo tomamos en cuenta, por ejemplo, los costos en el hospital Farela. Y consideramos que una mujer embarazada promedio consulta al médico una vez al mes durante los primeros siete meses y en los últimos dos se incrementa a dos o tres consultas al mes, en total asiste a controles unas 12 ocasiones y si cada una tiene un costo de $25. Solo en eso se invierte unos $300.
Además, durante el embarazo se suelen realizar tres ultrasonidos de forma rutinaria. Por su puesto, en algunos casos, dependiendo del riesgo, pueden ser más. Si cada uno cuesta unos $26, en las tres que se realizan cada trimestre en total gasta unos $52.
Y una práctica que últimamente es cada vez más utilizada son los ultrasonidos en 4-D, ya que permiten tener la imagen tridimensional del cuerpo completo del bebé. Esta puede costar unos $35 y suele hacerse en un estado de gestación más avanzado, ya cuando el cuerpo del niño esté formado completamente.
También, los ginecólogos suelen dejar varios exámenes de rutina como el general de orina, hemogramas, toxoplasmosis igm y el igg, entre otros. Tomando como parámetro los precios que ofrece el laboratorio de Profamilia, en solo este listado, se suman casi los $45.
Además, el médico debe realizar un perfil prenatal, que para el caso del hospital Farela, tiene un costo de $100.
A esto se le debe incluir ya los tratamientos, exámenes o especificaciones que cada mujer necesita, por ejemplo si le recetan vitaminas, suplementos o debe practicársele más ultrasonidos por si hay algún riesgo.
Sin embargo, con los números que tenemos, solo para los gastos previos se necesita, como mínimo, unos $532.
Los costos totales
Haciendo un ejercicio de lo que incurrirá si se mete en la aventura de ser padre. Hagamos un recuento de lo que encontramos.
Sí vamos a planificar un parto natural, necesitamos: $532 de gastos prenatales, $621 de honorarios médicos (ginecólogo y pediatra) y a esto debemos sumarle los gastos hospitalarios, que entre la opción más económica $300 y la más onerosa $825, podemos tener dos costos: $1,453 en la opción más barata encontrada y $1,978 en la más cara.
Es decir que las demás opciones se encuentran entre estas dos cantidades y es de recordar que los precios son estimados, en promedio, y pueden aumentar si hay complicaciones adicionales en cada parto.
Por otro lado, para la opción de la cesárea, aunque muchas veces es adquirida en el último momento debido a una emergencia, también se puede planificar si se sabe que se utilizará con antelación. Es de tener en cuenta que con esta los costos se incrementan considerablemente.
Para el menú, se debe agregar los $532 de gastos previos y los $1,130 de honorarios médicos (ginecólogo, pediatra y anestesiólogo) y luego los gastos hospitalarios. Si optamos por la opción más económica se suman $750 y la más cara $1,550.
Al sumar los costos totales nos da dos rangos: el más bajo es de $2,412 y el más alto es de $3,212. En ambos casos se debe considerar que puede incrementar si hay complicaciones. Las demás opciones consultadas están entre ese rango.
Con estas cifras, la aventura de ser padre apenas inicia, es la punta del iceberg de la ola de gastos que vendrá en la nueva familia, pero como dice el dicho: “Cada niño al nacer trae un pan bajo el brazo”.