Hay dos aspectos indisolubles en la vida de Francisco Valencia: la política y el periodismo. Contra lo que profesan catedráticos «mentirosos», no existe el periodismo independiente, sino medios en función de intereses ideológicos definidos.
Él mismo reconoce sin tapujos que el Colatino, medio vespertino que bajo su mando pasó a ser una cooperativa bajo control de los trabajadores, es parte del proyecto político del FMLN.
Palabras como izquierda, revolución o socialismo han desaparecido desde hace mucho tiempo del vocabulario de muchos dirigentes del FMLN, pero para Valencia siguen siendo el rumbo. Eso sí, considera que es necesario replantear el camino para llegar a una sociedad donde no existan clases sociales ni explotación.
Luego de la entrevista nos abrió las puertas de su hogar, a través de varias fotografías que tiene guardadas en su computadora. En una de ellas aparece acostado en un sofá junto con Canela, su perrita que tiene un sillón propio que nadie se lo quita. Porque indisoluble a su vida también está su familia, con quienes puntualmente desayuna los sábados y domingos.
¿Cómo llega usted al Diario Colatino?
Yo comencé a trabajar aquí en julio 1986, recién había sido despedido de ACAN- EFE como periodista de la guerra. Ahí llevaron en mi lugar a Ricardo Chacón (actual director de El Diario de Hoy).
Yo ya había conocido a Jorge Armando Contreras (Jefe de redacción del Diario Colatino en esa época) en coberturas. Me comentó que había una plaza y me la ofreció a mí.
¿Qué sección cubría?
El área de política, los conflictos sociales, a veces la Asamblea Legislativa, pero más que todo el conflicto. Esa sección me interesaba para moverme en diferentes sectores.
En 1987 se dan situaciones bastante injustas, nos quitaban el seguro social. Había corrupción, entonces formamos el sindicato de periodistas (SINPES) con un compañero de Fenastras (Federación Nacional Sindical de Trabajadores Salvadoreños). Yo fui secretario de Organización.
¿Cómo llega a ser director?
En julio de 1989 se van todos los directivos del periódico y nos dejan abandonados. Una compañera de contabilidad nos contó del plan de Waldo Chávez de sacar un semanario que se iba a llamar Siete Días. Su idea era que al declararse quebrado el periódico ellos podían comprar la rotativa y así tener “Siete Días” y ahí se acababa el Diario Latino.
Como yo era el secretario de Organización del sindicato convencí a los directivos de que nosotros continuáramos trabajando en el periódico e íbamos a buscar alianzas con algunos dueños para trabajar conjuntamente y convertir el periódico en una cooperativa. Miguel Ángel Pinto aceptó, siempre y cuando nosotros ganáramos el lío judicial y le pagáramos algunas deudas. Siempre en ese mes de julio me convertí en director del periódico.
¿Cree en el concepto de periodismo independiente?
No existe, no puede existir. A veces oigo a eminencias del periodismo diciendo mentiras, como por ejemplo la independencia. Siempre uno tiene preferencias. Como yo tengo alguna formación con pensadores marxistas, tengo claridad de los roles de cada instancia de los medios de producción.
A mí no me extraña la defensa que hacen de ARENA los grandes medios de comunicación. Ellos tienen posición de clase.
En ese sentido, igual que ellos nosotros no somos independientes, no somos objetivos. Algo sí aprendí yo de la universidad, es que usted no va a manipular la información.
¿Cómo valora el periodismo en la actualidad en comparación cuando empezó a ejercer?
Hoy también hay mucho periodismo vergonzante, sino vean nada la portada de una diario que sacó un día de estos la cara de una joven ensangrentada. Ese periodismo no debemos hacer. Hoy el sensacionalismo y el entretenimiento valen más que la información.
No crean que los periódicos están preocupados de qué historias hay que contarlas mejor para que la gente le ayude a su desarrollo. Es qué historia contarla bien para tener a la gente entretenida. Todo es entretenimiento, todo es light.
Si no existe el periodismo independiente y hay medios determinados que responden a los intereses de la derecha, ¿ustedes a cuáles responden?
Nosotros respondemos al FMLN. Es nuestro proyecto político, lo que no quiere decir que no vamos a dejar de sacar noticias de ARENA, de CD o de los partidos que estén en contienda. Pero editorialmente nuestro partido es el FMLN.
Visión política
Joaquín Villalobos y el ERP, entre otras organizaciones del FMLN durante el conflicto, luchaban para establecer un régimen democrático en El Salvador, que se respetaran las libertades. ¿Usted era de ese criterio o luchaba para que en El Salvador hubiera una revolución socialista?
Mi visión era el socialismo. En el FMLN, sobre todo la gente del ERP y la RN ya daban muestras de que ellos iban por lo que le llamaban la revolución democrática: “está bien la lucha armada para quitar la dictadura militar, que las oligarquías fueran más humanizadas”, decían. Pero mi planteamiento era otro, era que los medios de producción debían quedar en manos de los trabajadores, y nosotros lo llevamos a la práctica con Diario Colatino.
¿Todavía es posible una revolución socialista en el país, donde los medios de producción estén en manos de los trabajadores?
Yo creo que hay que pensar bastante sobre eso. Yo tengo esperanzas de que vayamos a llegar un día al socialismo. El capitalismo no es la solución para la sociedad, en eso estoy claro. No es posible humanizar al capitalismo, su naturaleza es la explotación, para eso roba y exprime.
Por eso creo que el socialismo debe seguir siendo la utopía. El reto es cómo hacer socialismo en países como El Salvador, donde la única vía, después de la firma de la paz, es a través de las elecciones.
Hay que pensar mucho cómo hacerlo. Venezuela nos está dando algunas directrices y puede servir para ver qué se puede hacer aquí y en los demás países latinoamericanos.
¿Se puede construir socialismo con la empresa privada?
Con la empresa privada no, porque son intereses de clase contrarios. El socialismo es antipropiedad privada, al menos que se haga una buena reestructuración que no permita la explotación.
¿El FMLN abandonó eso que usted está planteando? Porque su discurso es de dar confianza a los empresarios…
El FMLN no ha abandonado nada porque está actuando en una realidad concreta. En este momento no puede decir “como gobierno voy a hacer un decreto y la Taca va a ser de los trabajadores”. No puede hacerlo.
Por eso el FMLN, en la lógica de esta realidad, le está apostando al crecimiento económico de otra forma, apoyando a Alba Petróleo que es en alguna medida un contrapoder económico al poder oligárquico tradicional.
¿No cree que haya sectores empresariales dentro del FMLN que deciden su camino a seguir?
El FMLN está actuando políticamente, recuerde que en política se actúa en la realidad. Esa actuación se la marcaron al FMLN los acuerdos de paz. Si en el 89 al FMLN hubiera triunfado tenía todo el derecho de plantear el socialismo al día siguiente. No sé si se hubiera logrado con Villalobos o Fermán ahí pero en aquel momento la única forma de hacer el socialismo, que triunfara la revolución.
¿Qué valoración hace de ARENA?
La derecha de ARENA, salvo por los momentos de reajustes internos, está en una permanente crisis, pero no quiere decir que no sea peligrosa. Ya nos demostró en las elecciones recientes que ARENA puede aglutinar y golpear. La derecha se reorganizó en función de ARENA y utilizó todo para derrotar al FMLN, todo menos asesinar. Todavía hay gente que tiene las ideas “D’ Abuissonianas”. Los que están detrás de ARENA, que son los que los financian, esos son los más peligrosos.
A mí me enfadó por ejemplo cuando su candidato a presidente dijo que la Fuerza Armada estaba pendiente del fraude, en las pasadas elecciones. Son cosas que dan coraje porque él ni siquiera iba a tener el coraje de tomar un arma él, iba a embaucar a otros. Norman Quijano es un espécimen político que ARENA debió haberse deshecho hace rato. Es una vergüenza para el país.
Tienen problemas internos, como en el caso de la alcaldesa de Mejicanos. Ahí hay crisis interna, pero eso no sale en los diarios. Claro, como no son temas de debate, pasa desapercibido.
¿Llegará un momento en que habrá que tomar las armas de nuevo?
Ojalá que no, pero son las nuevas generaciones que lo van a decidir y la historia que les dejemos. Las guerras son dolorosas y si no mire cuánto dolor tenemos todavía.
Yo diría que no hay que pensar en la guerra, sino en otras modalidades. Es un reto para el FMLN ir conquistando cada vez más poder. La ciudadanía debe darle al FMLN más poder.
¿Cuánto poder? ¿Cuántos mandatos cree usted que deba seguir?
Yo no quisiera que fueran solo dos periodos. Yo quisiera que el FMLN se instaurara en el poder por la vía electoral para hacer el socialismo. Hacerlo desde las prácticas democráticas. Tener un proyecto nación pero cada cinco años ganándose la confianza de la población. Solo así el FMLN puede hacer el gobierno que quiere la población. Eso es lo que ha pasado también en Venezuela.
¿Nunca le ha interesado ningún cargo público?
No, no, aunque yo me considero político. El periodismo es político.
Pero si tuviera que escoger un ministerio o institución, ¿cuál preferiría?
Ninguna, aunque recuerde que soy miembro académico de la ANSP. Hasta ahí he llegado y hasta ahí me han ofrecido. Siempre he dicho que mi puesto es el periodismo, y desde aquí creo que puedo aportar mucho.
Fe, familia y otras pasiones
¿Se mantiene activo físicamente?
Sí, practico taekwondo con la familia, pero soy malo, malo en todo deporte. Me pongo a jugar fútbol con mis hijos porque algún deporte hay que hacer. A veces nos reunimos con amigos, alquilamos cancha en el cafetalón y jugábamos desde que los niños estaban pequeños.
Veo que el fútbol le llama la atención…
¡Claro! Soy aficionado al Alianza, ahí me tienen, soy de los que va a la cancha. Ojo, no soy aficionado loco pero si hay una jugada importante no dejo de emocionarme y saltar. Pero sí lo sufro. Una vez caí en la trampa de Raúl Beltrán Bonilla hace un par de años. Estaban jugando el Alianza contra el Metapán y entonces apostamos él la cabellera y yo la barba. Yo perdí y claro, adiós barba Esas locuras las he hecho pero ya no va a volver a pasar.
He sufrido por esos dos deportes, una viendo al Alianza y la otra viendo a mis hijos. La mayoría de veces soy sentimental aunque parezca duro.
¿Qué representa la familia para usted?
Las sociedades se formaron en torno a la familia. Así como el átomo es la parte más importante de la célula, la familia es lo más importante de la sociedad.
Pero no hay que quedarse ahí. Yo creo que la familia cuando se expande por los otros, en aglutinar, en la solidaridad; la familia camina junto para defender proyectos políticos, culturales y sociales, creo que en esa medida las sociedades crecen, se desarrollan y somos mejores.
¿Tiene alguna actividad tradicional de su familia?
Tenemos unas cláusulas que no son pétreas, pero son cláusulas. Por ejemplo, los únicos momentos de comer juntos es en el almuerzo de los sábados y los domingos y el único momento de desayunar juntos es el domingo, por eso yo no acepto invitaciones de mis amigos ni de nadie en esos momentos, porque son de la familia.
Cuando salimos, lo hacemos en familia. En estos últimos años, con otro grupo de amigos en familias vamos a excursiones, por ejemplo a Guazapa. Hemos ido muchas veces a visitar excompañeros guerrilleros y nos vamos en familia.
¿Cree en Dios?
Sí, yo vengo de familia católica, hice la primera comunión. Pero no soy militante, no voy a misa. Me he acercado cuando mis hijos han hecho la primera comunión o cuando tienen alguna actividad en su colegio. Yo no le rehuyo pero tengo críticas, principalmente hacia el arzobispo de El Salvador. Yo soy muy crítico de la Iglesia Católica y del Vaticano, pero respeto a los sacerdotes, ellos son hombres también. Sería bueno que los hombres de iglesia se equivocaran menos.