Tras pasar una prueba, clasificó y se convirtió en la primera voz del coro del Liceo Salvadoreño. Aunque iba a clases de piano, Omar Angulo se ha caracterizado por sacar canciones –casi de inmediato- de cualquier hecho que ocurre en El Salvador. Cuenta que comenzó a cantar luego de que sus papás le dieran “carreta”. “Me daban paja. Me decían `qué bien lo hacés’”, asegura Angulo. El haber crecido siendo fanático de Sandro, quien Angulo describe como el “Elvis Presley” de Latinoamérica, lo llevó a derrochar energía cuando habla, baila y canta.
Le compuso una melodía a la elefanta Manyula cuando falleció en el Zoológico Nacional, al expresidente de Sudáfrica, Nelson Mandela; al legendario Hugo Chávez, al papa Francisco y hasta al Fiscal General de la República, Luis Martínez. Cuando sucede algo, primero analiza y estudia si vale la pena o no hacerle una canción.
Aunque tiene detractores de sus capacidades vocales, eso no le interrumpe que sorprenda con una nueva canción, con dedicatoria incluida. Lo que puedan decir de él, no lo contamina ni le detiene. “No me voy a desmotivar en algo que a mí me gusta solo por complacer a alguien que yo no lo agrado”, sostiene.
A la entrevista, Omar Angulo llegó acompañado de su pequeño Omar Jr. Se vistió de camisa azul y un sombrero blanco, como lo hace cuando se pone su traje de mariachi, para hacer referencia a la bandera de El Salvador. Este hombre, que dice andar con un look a lo Juan Luis Guerra, confiesa ser un coleccionador de sombreros. Tiene, al menos, 100 guardados en su casa.
Nacido en 1967, en el barrio Lourdes, San Salvador, para no ser reclutado cuando estalló la guerra civil, de joven colaboró asistiendo en el Hospital Militar. Luego viajó hasta Estados Unidos a estudiar en la Universidad de Buffalo, en Nueva York.
Este personaje ha recorrido el mundo acompañando a la selecta playera. También se ha tomado su tiempo para visitar la hacienda del cantante mexicano Vicente Fernández y hasta viajó a Chile para conocer a los mineros que quedaron atrapados en 2010.
También fue rockero, cantó en un mariachi. Para ganarse la vida, se dedica a ser empresario.
¿Cuáles son las actuales facetas de Omar Angulo?
Tengo la parte artística, la que me está rindiendo más frutos, pero esto de trabajar es tan difícil, un camino que en nuestro país no tiene apoyo financiero. El mismo Álvaro Torres llegó a decir por un momento que era de Guatemala. Álvaro tuvo que salir para otro país, porque aquí de lo artístico… Nací en una familia empresarial. Tengo mis empresas, traigo productos de Panamá. Soy el representante legal de una empresa de telecomunicaciones, represento todos los servicios de recargas electrónicas. De ahí es donde puedo comprar mis frijoles y mi queso y tortillas tostadas. Porque definitivamente de la música…
Ahí es donde gasta.
Ahí se gasta. Yo financio de mis ahorros.
Cómo irse a meter adonde los mineros chilenos, ¿también lo hizo con sus ahorros?
Sí, con mis ahorros. Y pago una cantidad de impuestos como no tienen idea. Porque pago impuestos es que veces soy muy polémico, porque queremos un país transparente sin corrupción. En otros países la gente paga impuestos con orgullo, porque ven el sistema de salud, hospitales, carreteras.
¿Y qué busca cuando compone e interpreta una canción?
Lo que yo busco realmente es mi felicidad interior porque, voy a ser bien honesto, de lo artístico uno aquí se muere.
¿Por eso es solo como un hobbie?
No, es más que un hobbie. Es una alegría con lo cual me sirve de un relajante.
Pero se ha tomado en serio este relajante…
Lo que pasa es que me gusta, y no me gusta poquito, sino desde que yo era un niño. Es como cuando le gusta un deporte, no le pagan pero usted va a jugar porque le gusta. Y todos piensan que Omar Angulo es solo mariachi, pero realmente me gustan muchos géneros. Me encanta el merengue, el rock.
¿Y cuál es el proceso que sigue cuando compone una canción?
La canción que más rápido he hecho es una de las que más vistas ha tenido en internet: se llama “Ferrari California”. Daniel Rucks me mandó un tuit diciéndome: “Omar, ya pasaron cinco horas y no has hecho la balada del ferrari”. Porque Daniel, aunque le cae mal a muchas personas, es un tipo muy inteligente. Al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios, y Daniel sabe mucho del arte de la comunicación.
Y cuando veo el tuit digo: “por algo me lo está diciendo”. Y pongo en el Twitter “ferrari” y veo lo que estaba sucediendo. Yo no sabía lo que había pasado; eran las 8:00 de la mañana. Y yo tenía una cita en el juzgado a la 10:30 de la mañana. Y comienzo a revisar. Y ferrari me suena a alguien que le gusta los ferraris. -No voy a mencionar nombres, para que no me terminen demandado-. Entonces decidí ponerle “el ferrari California”. La canción la hice en 10 o 15 minutos, porque me urgía.
¿En el momento la comenzó a grabar?
En el momento empecé a ver, pero traté de que la canción vaya afinadita. Tiene que tener la parte del drama. Empecé a buscar en los periódicos digitales. Y así fue.
Su personalidad se caracteriza por ser extrovertida. ¿Desde siempre fue así?
Desde niño, todos en un momento de la vida como que somos más extrovertidos y, en otros, somos más calmados. Algunas veces he llegado a un lugar y me dice la gente que le ponga ánimos a la fiesta, entonces, le meto combustible a mi mente (y no digo que bebidas alcohólicas), pero mentalmente me tengo que concentrar…
¿Pero no tiene miedo a hacer el ridículo con lo que hace?
Realmente siento que he hecho el ridículo muchísimas veces, pero creo que parte de las estrategias, como dice Mauricio Meyer: “Hay que ser bayunco”. Hay que ser un poco novelístico. Estoy tan acostumbrado a los ataques, que realmente los disfruto, y si no me atacan ahí sí me aflijo porque digo qué estoy haciendo mi papel escenográfico mal.
¿Entonces no tiene vergüenza?
No, porque cuando yo me pongo el traje de mariachi (el azul y blanco) me han criticado una cantidad de personas…
¿En persona?
No, en redes sociales. Y esto es algo muy importante que quiero decir en esta entrevista: la gente es tan cobarde, que con trolles empiezan una cantidad de insultos. Yo hasta le he escrito una canción a los trolles y les he dicho que los trolles son unos acabados, pero acabados mentales, que no crean no hacen no producen, pero solo destruyen.
¿Y cuál es la mayor ridiculez que ha hecho?
Es que son tantas… pero déjenme decirle que la mayoría de las ridiculeces que he hecho son planificadas, son adrede, estudiadas.
Y usar al revés la charra del traje de mariachi, ¿es una de esas?
La charra también tiene una intencionalidad de “jodarrea”. A veces yo dudo si me pongo o no el mariachi, porque la gente piensa que soy de México. Pero para alejarme del concepto de que soy de México mando a hacer un traje azul y blanco. Pero la charra me la pongo al revés porque en la parte de atrás dice: “omarangulo.com”. Como en la parte de atrás es levantado, queda justo levantado el “billboard”, o como se dice en español “la valla publicitaria”. Y sé que algunos tal vez les molesta de que Omar Angulo haya tapizado toda la ciudad con omarangulo.com, pero lo hice por el presidente, por los diputados, los alcaldes, todos ellos, y su tradición de hace 50 años, nos enseñaron…
¿Pero nunca lo han demandado por eso?
Es que no pueden demandarme, no había una ley cuando yo lo hice. Les voy a contar una, cuando le fui a tapizar a todo el MOP “Omarangulo.com”. El ministro del anterior gobierno me mandó a traer. Paradójicamente, los que menos me molestan son los del Frente. Ellos no se meten conmigo ni yo me meto con ellos. Y Norman Quijano me dijo: “Omar, parala, no te podemos detener”. ¿Y cómo me iba a detener?, me borraban uno, y yo les pintaba diez en la madrugada. Tenía un equipo de cuadrilla que pintaba de 2 a 4 de la madrugada. Porque yo analizo cuándo, cómo y dónde… “los destinataaarios” (dice Omar, cantando el inicio de una de sus canciones.) Porque realmente uno tiene que hacer un plan, cuándo se pueden hacer las cosas. Me mandaron a citar, y me dicen: “¿Usted sabe lo que está haciendo? En la ley dice que en las calles hay una línea imaginaria, y que después de 15 metros usted puede pintar todo lo que quiera. Pero antes, no se puede.
Y le dije: Mire, una pregunta, y todo ese cachimbo de rótulos están después de los 15 metros. Y me responden: No, todos están faltando. Como en la calle se luchan los espacios. Publicidad de no sé qué, el payaso no sé qué, resolución de álgebra. Se luchan los espacios. Es una competencia increíble. Pero me ha funcionado de una forma, hay gente que antes no me conocía y ahora me conoce.
¿Y para qué quiere que la gente lo conozca?
Para vender.
La intención no es solo de ego.
Lo que pasa que Omar Angulo es una marca registrada. Entonces, en el MOP pasaba que Omarangulo.com no es una persona, entonces no podían demandar a Omar Angulo. Y esto me lo dijo el alcalde Carlos Rivas Zamora: “Sos bien listo, porque sabés que por el ‘.com’ no te pueden joder”. Carlitos, le dije, vos sabés que el mundo es para los vivos, no para los muertos. Después en el MOP me dijeron que si no los borraba, me iban a poner multa. Yo pregunté de cuánto era la multa y me dijeron que era de 10 colones por cada rótulo. Eso era en el gobierno de Antonio Saca, estaba Jorge Nieto. Sabe qué, le dije, cóbreme las multas. Y nunca me las cobraron. Pero hay tanto desorden…
Su decisión no fue por estar nutriendo a la contaminación visual, no fue valerse de eso para poner sus rótulos.
Es que cuando yo comencé a poner mis rótulos no había tanta contaminación visual. Después de que los puse hubo un crecimiento espontáneo. Pero antes, todos los partidos políticos los hacían. Eso de “Urge, Carlos Remberto”. Por ahí fue donde yo dije: “me gusta el color azul, las letras blancas”. No soy del PCN tampoco. Pero como la bandera de El Salvador es azul y blanca, por ahí me fui un poco. El Frente y ARENA cómo pintaban los postes y se peleaban.
Entonces su teoría fue “si ellos lo están haciendo, ¿por qué yo no?”.
Fue una expresión democrática, que es parte de la libertad. Y también de tenerlos bien puestos y valor.
Y cuando se mete en temas muy políticos, nunca ha pensando en meterse en política.
Les voy a decir un par de cosas: hoy es cuando más decepcionado de la política estoy.
¿Sí lo pensó?
Sí, sí. Por supuesto. Todos estamos por querer superarnos y la política ha sido la superación de los que antes eran acabados monetariamente y hoy son millonarios monetariamente. Se ve, se nota, se siente.
¿Y qué opinión tiene de los políticos nacionales?
Que son bastante astutos.
¿Pícaros?
Son palabras sinónimas, creo yo.
El astuto hasta puede tener una connotación positiva.
Yo siento que hay políticos que son astutos y otros que son demasiados astutos. ¿Ustedes me entienden? Lo que sucede es que vemos personas que son realmente descarados, yo les llamo tipos caradura. ¿Me explico? ¿Qué es lo que sucede?, me he dado cuenta que realmente, yo soy de derecha, no soy de izquierda, pero al ver que existe un Francisco Flores, con lo que hizo…
¿Y le hizo una canción a Francisco Flores?
“Los destinatarios” es sobre Flores. Y le hice una canción al Fiscal General, una que se llama “Respetá al fiscal”. Esa se la hice a Luis Martínez, y por cierto me recibió en su despacho.
Y cuando le hace una a un funcionario, ¿da la cara y le lleva la canción?
Mire, realmente… a Paco Flores no sé dónde está ja, ja, ja. Pero si lo encontrara, yo se lo llevo y le digo: “Aquí le traigo los destinatarios”. Yo a él lo consideraba un tipo muy inteligente. Cuando se puso de tú a tú con Fidel Castro y le dijo: “mire y usted con qué cara me está diciendo eso”. Yo dije, qué tipo más coherente y tiene el valor de decírselo. Porque cuando ponen anónimos o seudónimos, usted puede decir cualquier vulgaridad. Yo trato y le pido a Dios todos los días para no salirme de mis casillas. Pero cuando llega a la Asamblea, de verdad, qué evidencia. Y al pueblo hay que respetarlo. ARENA creo que en la primera vuelta recibió una lección. Yo ya no puedo tenerle un aprecio a alguien que de verdad afectó.
Entonces usted sigue haciendo canciones, aunque algunos le digan que no puede cantar
¿Y quién dice “no puede cantar”? Yo le digo a esa persona “vení para acá, parate a la par mía y cantamos”. Pero vos me vas a demostrar que sos buen cantante. Pero si me lo dice Pedro Ramos… El mejor crítico que uno puede tener es uno mismo. Y canto por la felicidad, al menos momentánea. Trato de estar pendiente de las cosas nuevas que van surgiendo, para darle esperanza a los niños y jóvenes de no tener temor de hacer las cosas. Siempre la crítica va a estar. Pero yo siempre digo crítica “I Love you”.