Una controversial iglesia colombiana, guiada por una mujer y que tiene al menos tres establecimientos en el país, es investigada por lavado de dinero después de que aparecieran gigantescas inversiones en Florida.
Se trata de la Iglesia de Dios Ministerial de Jesucristo Internacional, una secta que guía la colombiana María Luisa Piraquive de Moreno, de unos 60 años, quien podría venir pronto al país.
La iglesia tiene al menos tres representaciones en San Salvador, San Miguel, Usulutan y Estanzuelas.
Ahí se reúnen una aceptable cantidad de feligreses que, normalmente, realizan sus cultos conectándose por internet hasta la sede principal de la iglesia en Bogotá.
En Costa Rica se anunció, hace pocos días, que la Fiscalía General de Colombia investiga los bienes de esta iglesia bajo sospecha de lavar dinero ilegal. Igual ocurre en otros países como Argentina.
Esas pesquisas fueron confirmadas a Costa Rica por fiscales especiales de Colombia que hablaron con una cadena de televisión de ese país.
Diario 1 supo que la Iglesia de Dios Ministerial de Jesucristo Internacional está ilegal en el país, aunque funciona desde hace tres años aquí.
Dos salvadoreños y un extranjero realizan gestiones ante el Ministerio de Gobernación para inscribir la iglesia en El Salvador. Pero en el registro de organizaciones religiosas se dijo que todavía deben completar documentos para que se les inscriba legalmente.
Los problemas de esa iglesia, que también tiene un brazo político en Colombia representado por un partido denominado “Mira”, surgieron cuando periodistas colombianos le encontraron a María Luisa Piraquive y a sus tres hijos lujosas casas en Florida valoradas en siete millones de dólares.
También les detectaron otra fortuna inmobiliaria en Bogotá, desde febrero pasado. Por eso es que la Fiscalía de Colombia anunció una investigación formal por lavado de dinero.
Como reacción a eso, María Luisa Piravique tomó el micrófono y, en un sermón, dijo que Dios castigaría a quienes informan o critican sus actuaciones porque «no es pecado tener dinero”.
Frente a seguidores de una de las sedes de su iglesia en Bogotá, aseguró: “Y como les decía en testimonios, el Señor castigó a mucha gente en el mundo por estar en contra. Por ejemplo, a una señora que se burlaba cuando salieron las noticias y que empezó a reírse, y a vociferar, y a decir palabras soeces se le metió un espíritu de risa, y dicen que era ría que ría hasta que se la llevaron a una clínica de reposo”.
María Luisa también habló de castigos como el que, supuestamente, sufrió un hombre que cuando escuchó las noticias sobre su iglesia salió “a gritar, y a bailar, y a brincar de la felicidad” y que cuando tuvo que usar su moto, esta se incendió y a él se le quemó la cara. La mujer le dijo a sus feligreses que “nosotros no nos alegramos, pero sí vemos que la mano de Dios es dura con aquellos que están en contra de la palabra del Señor”.
La iglesia es investigada por la Unidad Contra el Lavado y Extinción del Dominio en Colombia. Sus investigaciones han extendido sus pesquisas a otros países.
Los seguidores de Piravique tienen 810 iglesias en 42 países de todo el mundo, incluyendo Africa.
Brazo político
La iglesia también tiene tres representantes en el Senado de Colombia. Una de ellas es su hija, Alexandra Moreno Piravique.
La iglesia fue fundada por su esposo Alfredo Moreno, quien murió hace algunos años de un infarto.
Otro de los problemas que estalló en Colombia contra la Iglesia es que María Luisa Piravique dijo, en otro sermón, que un discapacitado no podía pararse en los púlpitos de sus iglesias.
Eso desencadenó una polémica en todo Colombia y a la mujer la acusaron de discriminación.
En El Salvador trascendió que el representante de la iglesia aquí sería un guatemalteco de apellido De León, quien viaja
al país con bastante frecuencia.
A raíz de todos los escándalos en Colombia y en otros países como Costa Rica y Argentina, los controles contra esta iglesia se han endurecido.
En El Salvador, las autoridades migratorias deben pedir a los extranjeros que representan iglesias hasta los números de cuenta bancarias y las sumas que recolectan como donaciones de los feligreses.
En San Salvador la iglesia funciona en las cercanías de la avenida Olímpica, donde los feligreses se congregan al final de las tardes.
Una vez que hacen sus primeras oraciones, se conecten mediante el internet para escuchar los sermones de María Luisa Piravique y varios de sus pastores.
Quienes los han denunciado en Colombia, y en otras naciones, crearon una cuenta de Facebook donde, incluso, hasta pastores que pertenecieron a esa iglesia, revelan las anomalías que se cometen en esa secta.