El Salvador
jueves 9 de enero de 2025

La nueva (muy vieja) forma de hacer política, Bukele, Saca, GANA y Covid-19

por Redacción


La campaña electoral para las elecciones de 2021 comenzó con la pandemia de Covid-19.

En la era contemporánea −después del golpe de Estado de 1979− los salvadoreños han seguido sometidos una misma dosis de política populista, barata, manipuladora y engañosa. Y es que todos han copiado la estrategia de venta del mismo producto con empaque diferente. Eso no quiere decir que lo que había antes de 1979 era mejor.

Actualmente es común oír a funcionarios de gobierno, incluso al presidente de la República, que se está ejerciendo una nueva forma de hacer política, que los pobres antes eran marginados, olvidados, etc., etc.

Fue el infame Francisco Flores –pícaro seguidor de Sai Baba que parecía tener más carácter y una personalidad más evolucionada, lo cual no era así− quien plagió una frase de una tesis de graduación de Ciencia Política y acuñó en su campaña electoral “una nueva forma de hacer política”. Ganó la presidencia y ejerció el poder un tanto autoritario. Dentro de los lineamientos políticos de la época, como lo hizo la mayoría de presidente de Centroamérica, se vendió a Taiwán a cambio de apoyo del gobierno salvadoreño en las Naciones Unidas y en el concierto de naciones.

Flores vendió el eslogan “una nueva forma de hacer política”. Fue capturado por corrupción y murió en el ostracismo durante su arresto domiciliar. Su “amado” partido ARENA lo marginó como al peor de los leprosos, en especial porque así lo exigió el arribista arenero Norman Quijano, quien perdió las elecciones ante Salvador Sánchez Cerén.

La “nueva forma de hacer política terminó mal”. ARENA perdió las elecciones tras 20 años en el poder, aunque hay un elemento que fue determinando para este apocalipsis arenero: Antonio (Tony) Saca. Este gordito bonachón salió corregido y aumentado. Desde el primero día de su mandato como presidente de la República comenzó a robar descaradamente y a vender ilusiones y fantasías a la gente. Un verdadero mago que engañó a muchos.

Para protegerse al menos en los próximos diez años, Saca se vendió al FMLN. Y la influencia fue tal –ya que también era presidente de ARENA− que maniobró para que el entonces partido en el poder perdiera las elecciones. La obscenidad era tan grande que el presidente Mauricio Funes siguió dándole dinero de la partida secreta –dinero de los salvadoreños− al expresidente Saca.

Pero esa no fue la única maniobra de Saca. Dividió a ARENA y con dinero robado fundó GANA a través de su primo que tiene una fachada de venta de carros. Sí GANA, partido al que Nayib Bukele se afilió para ser candidato presidencial. Luego promovió la creación del partido Nuevas Ideas, en el cual militan exareneros, exdemócratacristianos, exefemelenistas y toda suerte de arribistas.

Es curioso, por decir lo menos, que lo más probable es que Tony Saca salga de cárcel el próximo año después de purgar una condena mínima por robarse más de 300 millones de dólares y que la mayoría de dinero no se sabe dónde está. Claro, algunos de los testaferros no se han tocado y están impunes, como el exprimer designado a la Presidencia Elías Bahaia, una exministra de Educación y algunos diputados fundadores de GANA que podrían enfrentar la justicia más pronto que tarde.

Y ahora, en la presidencia de Bukele, la campaña electoral para las elecciones de 2021 comenzó con la pandemia de Covid-19. Se sembró terror entre los salvadoreños y se vendió la idea que el gobierno nos protege del mal. Pero en realidad es una manipulación que, por los vientos que soplan, le dará resultados al presidente Bukele. Solo véase la entrega de paquetes alimenticios de una forma obscena.

Pero ojalá que los salvadoreños no tropiecen con la misma piedra y en un par de años tengan que lamentar su decisión porque podría ser muy tarde. La “nueva forma de hacer política”, las “nuevas ideas” es más de lo mismo y con nefastas consecuencias.