El Salvador
martes 26 de noviembre de 2024
Voces

De la peste negra al coronavirus, la ignorancia mata: No salga de su casa

por Redacción


Se requiere de un cambio de conducta, modificación de hábitos. Informarnos, sobre todo de fuentes oficiales, para hacer frente a esta nueva amenaza de orden mundial.

Uno de los mayores males de todos los tiempos es la ignorancia. La ignorancia mata. Y mata no solo a los ignorantes, sino también a otros que son arrastrados por las necedades de los primeros. En la antigüedad muchas enfermedades diezmaron a la humanidad porque la ciencia todavía no estaba muy desarrollada y la gente no tenía información sobre qué eran y cómo prevenir esos males.

A mediados del siglo XIV, Europa fue asolada por una virulenta enfermedad denominada peste negra. Tuvo un impacto terrorífico. Mató de igual manera a ricos y pobres porque se ignoraba su origen y cómo curarla. Fue un escenario casi apocalíptico.

El mundo enfrenta ahora una enfermedad conocida como coronavirus (COVID-19) que se ha propagado rápidamente en muchos países. Hay incertidumbre y miedo porque el panorama de luto, dolor y muerte es devastador. Es una crisis mundial.

Las autoridades de salud como la Organización Mundial de la Salud y la Organización Mundial de la Salud recomiendan un distanciamiento social para contener el avance del coronavirus. Es por ello que el gobierno del presidente Nayib Bukele tomó una de las decisiones más fuertes –y quizá la más difícil de su vida−: Poner en cuarentena domiciliar a los salvadoreños, con ciertas excepciones para mantener y garantizar la productividad del país.

A nadie le gusta que le restrinjan su libertad de movilización. Pero quizá muchos no hemos entendido que es una de las maneras más efectivas para detener el avance del coronavirus. La mayoría –ahora a la fuerza porque algunos solo así entendemos− están en cuarentena, pero continúan haciendo reuniones con los vecinos. Y no sabemos quién podría ser asintomático en estos momentos. Con esta actitud nos seguimos poniendo en peligro a nosotros mismos, a nuestra familia y a toda la población.

Se requiere de un cambio de conducta, modificación de hábitos. Informarnos, sobre todo de fuentes oficiales, para hacer frente a esta nueva amenaza de orden mundial. Solo la unidad y apartarnos de la ignorancia nos hará sobrevivir a esta pandemia que, sin ánimos de ser alarmistas, podría tener consecuencias apocalípticas.

Cierto que entre las excepciones a esta cuarentena está la de que un miembro de la familia pueda salir a buscar comida o productos esenciales, pero no hay que abusar. No se turnen para salir. Acatemos las recomendaciones de las autoridades. Los salvadoreños hemos superado tragedias y esta también la vamos a superar. ¡Qué así sea!