Antes del 3F
El Acuerdo de Paz de Chapultepec, México 1992, entre el Gobierno de la República y la guerrilla cumple la misión política de terminar la guerra interna, dar espacio a la práctica pluralista en la democracia alternante por medio de los partidos, institucionalidad a prueba de 1989 al 2019.
El Gobierno de ARENA, 1991-2009, impone la apertura comercial internacional, desmantela el aparato industrial, divide a la empresa, margina a los pequeños e impone un modelo consumista que depende de la remesa externa. También le quita ingreso de divisa al Estado, privatiza sus empresas rentables e inicia el declive de la inversión del estado y los privados.
El Gobierno del FMLN, 2009-2019, no acepta el pluralismo, rechaza la conciliación de posguerra. Rechaza todo tipo de alianza, pacto, acuerdo con la gran y mediana empresa; desecha iniciativas privadas de gran inversión en la zona costera. Ataca a las gremiales empresariales: no se necesita de la empresa privada. Intenta asaltar la Corte Suprema de Justicia independiente.
Predomina la idea mesiánica, el partido único dirige el Gobierno y la apuesta a que la salvación del país es el fondo de divisa petrolera de Venezuela, que irradiaría la economía sectorial. Pero este fondo financiero y malversado obliga a la intervención de la empresa ALBA por PDVS, para que paguen la deuda. Se calcula en 900 millones de dólares, pero sin compromiso del Estado salvadoreño.
Las condiciones económicas deterioran el bienestar social de las capas medias urbanas que son una fuerza electoral básica. Aumenta la inseguridad ciudadana en los barrios de alta concentración de la población. La política opta por el exterminio de las maras asociales, pero sus familias juegan un rol político. Los de arriba, partidos, el Ejecutivo protege a los corruptos. Se niega el relevo generacional en la vida partidaria. Se abandona el círculo virtuoso de la ética, la cultura y el arte.
El bipartidismo: ARENA-FMLN prefieren la pelea por el reparto del poder por el poder, sin ideas para el desarrollo económico, social y bienestar.
Los ciudadanos observan estas confrontaciones extremistas, en la pugna de bipartidismo ARENA- FMLN. Logran impedir legalizar el partido Nuevas Ideas.
Así el discurso anti-sistema de esta institucionalidad funciona como síntesis dialéctica. Los partidos pierden sus electores. Emerge un movimiento político con su líder Nayib Bukele. El vacío lo llena el movimiento Nuevas ideas y gana la presidencia. Ocupa un Partido legal llamado GANA. Obliga el uso del caballo de Troya. Así el líder del bipartidismo teje su propia soga al cuello y quedan colgados por sus vivezas y no ven que entra a la democracia alternante un movimiento social y político.
Después del 3F
Los retos para el gobierno de Nayib
El resultado electoral crea una situación emergente nunca experimentada en la historia política social. Cada reto tiene sus nudos gordianos.
El reto económico en 5 años es consolidar un Gobierno con capacidad de interlocución con los empresarios, superar la máscara anti-empresarial con un acuerdo Gobierno-empresa privada.
La incompetencia del Gobierno para gestión de proyectos y fondos focalizados es optimizar la capacidad de ejecutarlo. Para generar confianza, fomentar la producción nacional, la inversión, un fondo de inversión, la garantía jurídica. Plantear a los empresarios ir mas allá de la responsabilidad social empresarial RSE.
Alcanzar los mínimos logros de bienestar, fortalecer el sector industrial, superar la camisa de fuerza del mercado rentista y especulador que frena a las micro y pequeñas empresas.
Otro reto es disminuir la deuda externa que aumenta cada año sus intereses, solo para sostener el Presupuesto de la Nación, proseguir con programas sociales de alivio a la pobreza que se hereda del Banco Mundial.
El reto más complicado es corregir la desviación del rumbo nacional sin Política de Estado, sin políticas sectoriales territoriales focalizadas.
La gobernabilidad sostenible con la a Asamblea Legislativa, donde no tiene diputados puede abrir el camino para la unidad nacional. En este contexto se puede consensar una política fiscal, la seguridad ciudadana, la educación y la salud.
Otro nudo gordiano es la diplomacia que debe buscar equilibrios: diplomacia activa, versátil. Ejemplo, desmontar el alineamiento político económico a Venezuela. La defensa de las democracias alternante en América Latina, ahora en Nicaragua.
El tratamiento al acuerdo con la República Popular China tiene que explicarse ante los poderes del Estado. Costa Rica y Panamá tienen diplomacia de neutralidad y firman un Tratado con China Popular. Tienen soberanía, no atacan a EE. UU, ni afirma que no depende de EEUU, cuando tiene intercambio comercial. Este es un reto: crear la nueva diplomacia de neutralidad, siendo Estados Unidos socio estratégico, como México, Colombia, Venezuela en democracia alternante.
La diplomacia para la gestión empalma en la coordinación y canalización de la cooperación internacional, proyectos que se desechan, archivan por negligencia e incapacidad.
Consensar, consensar.