El pueblo está cansado de la política y de sus políticos ¿Y cómo no estarlo ante tanta corrupción y cinismo de quienes nos han gobernado? Es comprensible que los votantes se sientan frustrados, pero ese enojo no debe llevarnos a un suicidio político.
Todos vamos en un mismo barco que se llama El Salvador. Si escogemos mal y lo hundimos, nos hundimos todos.
Por eso, en estas elecciones no debemos votar con el hígado, con cólera, solo para dar una lección. Debemos tomarnos el tiempo para pensar, reflexionar y ya calmados, votar por quien tenga más capacidad, mejores propuestas y por quién nos dé una seguridad razonable que realmente tiene la capacidad para hacerlas cumplir y crear las condiciones para que todos salgamos adelante.
Este próximo febrero tenemos la oportunidad única para poder escoger la mejor plataforma, la mejor propuesta y al mejor candidato. Pero eso implica pensar y no votar en base a las emociones, porque en política, estas no son buenas consejeras.
En estas próximas elecciones vota por la capacidad, vota por las propuestas, hagámoslo por todos, porque todos vamos juntos en este barco que se llama El Salvador.