Hace más de 15 años apareció el término Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC), algo novedoso en su época. Sin embargo en el presente año 2018, la juventud salvadoreña, que representa el 56.6% de la población, lo ve con normalidad y como tal, es aplicable en este contexto de campaña electoral. En ese sentido, un meme actualmente tiene mayor impacto en el alcance emocional y mediático que un spot televisivo, cuyo valor supera los $15,000 en la franja prime. Esto es así porque las TIC, en su uso intensivo y masivo, han venido a instaurar en este 2018 una cultura democrática digital en El Salvador, la cual influye en la cultura política y en la manera de hacer campaña electoral.
Cabe mencionar que estos memes se convierten en la interacción entre la población, candidatos y sus respectivos partidos, por tanto en la manera que se use estas herramientas da las posibilidades de tener acercamiento con la población y hacer una conexión con las demandas del pueblo salvadoreño, las cuales dependiendo de la habilidad del que use las TIC, generará simpatía o antipatía en la población.
La cultura democrática digital salvadoreña le permite a la población tener canales de acceso para dar a conocer su desencanto, sentimiento de ofensa, frustración, ataques, apoyo, emotividad, ridiculizar o satirizar a los actores y actrices de la vida política salvadoreña, por el hecho que un meme puede ser risible. Sin embargo, hoy por hoy son elementos de influencia en la población, en especial la juventud, la cual tiene un impacto visual, que supera la apatía y desinterés en las viejas formas de hacer campaña. Esto se comprueba con unas simples preguntas: ¿Qué es vital en la vida social de la juventud salvadoreña? ¿A través de qué medio tecnológico la juventud se informa, comunica y da a conocer sus estados de ánimo? Nunca antes la frase: “Al alcance de la mano”, fue tan real. El uso del “Smartphone” es la manera más sencilla de influir en la psique del votante joven. Mientras las viejas formas de hacer campaña sigan igual, ninguna acción o estrategia electoral, tendrá un alcance real.
En conclusión, las redes sociales posibilitan a los jóvenes ciudadanos ser verificadores y testigos de los actos de corrupción comprobados y juzgados. También ver el discurso de un partido político versus las acciones de sus candidatos, alcaldes, diputados, etc. En ese sentido, este acceso a la información permite a los ciudadanos ser actores críticos ante la realidad, ya no son personas que están dispuestas a ver a las figuras políticas como semidioses o parte de la farándula que se debe respetar porque sale en televisión. Mientras las cúpulas no asimilen esta nueva forma de hacer política y sigan pensando que son cuentas falsas o troles, seguirán en caída libre.