El Salvador
jueves 21 de noviembre de 2024

La ruta al desarrollo

por Redacción


Entre menos impuestos paguemos, más atractivo será El Salvador para la inversión extranjera. Y todos sabemos que, a mayor inversión, hay más empleos, y cuando hay más empleos, hay progreso y bienestar para todos.

Nuestro país es pobre, pero hay formas de sacarlo de la pobreza, para que nosotros y nuestros hijos, tengamos trabajo, educación, salud y prosperidad.

Hay otros países que lograron encontrar el camino hacia el progreso, sacando en ese proceso, a millones de sus ciudadanos de la pobreza. El ejemplo más claro: Singapur.

En 1959, compartía muchas de las características de El Salvador: pobre, sin recursos naturales, con un agro devastado, sin siquiera contar con agua potable dentro de su territorio; pero, en apenas 2 décadas, pasó a ser uno de los países más ricos del mundo.

La clave de su éxito es relativamente sencilla. Lo primero: libertad económica, libertad para que los ciudadanos desarrollen su capacidad empresarial; acompañada de impuesto bajos y fáciles de administrar. Entre menos impuestos paguemos, más atractivo será El Salvador para la inversión extranjera. Y todos sabemos que, a mayor inversión, hay más empleos, y cuando hay más empleos, hay progreso y bienestar para todos.

Singapur adoptó el inglés como idioma oficial, porque ese es el lenguaje de los negocios y la tecnología. El Estado invierte en educación de calidad para el pueblo, mejorando los salarios de los maestros quienes educan a los jóvenes para que crezcan libres de dogmas, en una cultura de tolerancia y debate; con una mentalidad abierta, laica y enfocada al progreso y tecnología.

La ruta al progreso está ahí, solo falta que nosotros nos atrevamos a seguirla.