III. Coda sin danza
El proceder poético lo indaga la coincidencia de hechos en serie que se consideran independientes. André Breton
Dos eventos suceden hacia mediados de 1975. Por diseño científico de la historia, cuarentaitrés (43) años después, aún no se juzgan con-temporáneos. No com-parten el mismo espacio-tiempo —El Salvador-1975— sino ocurren sin co-nexión en una memoria escindida. La muerte del poeta y el estudio del náhuat-pipil no sellan juntos una identidad nacional. La una, injusta, recibe múltiples respuestas; el otro, imparcial y renovador, pasa desapercibido hasta el anhelo actual de resucitarlo.
Quizás por fin el presente desfallezca de evocar siempre hechos desmembrados. En el momento de enlace, el “silogismo poético” revela cómo “la analogía de dos términos” engendra “una tercera marcha” llamada identidad salvadoreña denegada (J. Lezama Lima, “Paradiso” (1968), XIV). Errante, sólo se manifiesta por “la decisiva creación de un logos poético”. La “sombra” científica recubre su extensión de lengua, al fundar un “artificio” que disfraza lo simultáneo. A menudo, la historia evoca una “irrealidad sustitutiva” del hecho cotidiano sensible, esto es, del azar poético del encuentro.
Ambas esferas —roquera y náhuat-pipil— confiesan su vocación de Ave Fénix, en retoño de ceniza. “La ceniza habla; nexti taketza”, testifica el archivo milenario. El archivo le otorga el don de la palabra (Logos) —oral y escrita— al entorno, a las ruinas de la memoria. Testifica su re-verso de olvido. En pareja rival, el legado sólo lo convoca la ficción de la poética. El arte (Tekhne) exhorta a rebasar la esquizofrenia, divisoria de disciplinas y comarcas. La identidad nacional se bifurca entre la literatura monolingüe y la revitalización gramatical.
Desde 1975, el azar objetivo —la co-incidencia— exige el rescate mutuo. La doble ofrenda elimina un cuerpo y un estudio. La restitución completa de ambas dotes asienta la obligación actual de una poética. Es necesario compilar el archivo del escritor: manuscritos originales del poeta; respuestas críticas a su obra literaria y política, en vida. Las opiniones post-mortem —necesarias también— jamás reemplazarán la documentación primaria, ausente en El Salvador. La negativa por compilar el archivo del poeta denuncia el rechazo por saldar la deuda con el pasado.
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CUADRO I
I) Falta de concordancia de número
(donde falta = creatividad poética)
entonces naka-k pensativo muchi ne hwamilya tayika te: ki-kwah pe:lu ne uh-u:mi-t ni ke ne plumah (uh-u:umi-t ≠ poseído)
entonces quedó pensativa toda la familia porque no lo come el perro los huesos ni las plumas.
Nótense los siguientes tres rasgos: secuencia verbal pretérito-presente (1), falta de concordancia entre el índice de objeto singular (ki-) y las frases nominales plurales (2), así como carencia de posesivo en una parte esencial del cuerpo que en la oración anterior del mismo relato resulta inherente: ne i-uh-u:mi-yu ne chumpipi, “los huesos del chompipe”. Acaso “los huesos y las plumas” definan la unidad permanente de un solo individuo.
k-al-temultia; tah-ta:ka-met.
lo hacia/aquí baja, son-hombres
Nótese la falta de concordancia del índice de objeto singular (k-) con su referente plural (los hombres); el pasado, se recupera del contexto narrativo, a describir en seguida.
II. Falta de concordancia temporal
(donde falta = creatividad poética)
VI. El Nanahuátzin
(Cuisnáhuat, 1976)
a:xa:n katka se: ta:ka-t mu-na:miktih (1). tesu ki-mati katka ka ne i-siwa:-w se: bru:hah (2). ka tah-tayuwa kuchi nemi (3). ne i-siwa:-w ki:sa pa:xa:lua (4). mu-kech-kupi:na ki:sa pa:xa:lua (5). naka ne i-kwerpoh, se: maya ne i-tsuntekun (6). yaha ki-tahtan se: konse:hoh wan ki-maka-ke-t, ki-maka t se: konse:hoh (7). k-ilwih-ke-t ma: ki-ma:walti chi:l (8). pwes ki-ma:waltih ne se:yuk (9). wi:ts ka madrugada ne i-tsuntekun; te:-ya su weli-k mu-sa:lua (10).
Ahora era un hombre se casa (1). No lo sabía que su mujer es una bruja (2). Que las noches está durmiendo/duerme está (3). La su mujer sale, pasea (4). Se quita la cabeza, sale, pasea (5). Deja su cuerpo, una sola la su cabeza (6). Él lo pide un consejo y le dieron, le dan un consejo (7). Le dijeron, le unte chile (8). Pues le unta chile el otro (9). Viene en la madrugada la cabeza; ya no pudo, se pega (10).
[…]
wan tami k-al-nu:ts-ke-t ne in-lama, ki-neki-t temu-t, ma: k-al-temulti (71). pwes ya:h-ki ne lamah-tsin (72). k-al-temultia; tah-ta:ka-met (73). k-ilwia-t ne in-lama, “na:ni:ta, mu:sta t-yu-t ti-yawi-t ti-ta-pe:wia-t”, k-ilwia-t (74).
y termina, llamaron la (es)-su-nana, lo quieren, bajan, que lo (=los) hacia/aquí-baje (71) pues llegó la (es)-viejita (72) lo hacia/aquí-baja, (son)-hombres (73) lo/e dicen la (es)-vieja, “nanita, nanita”, mañana vamos. cazamos, lo/e dicen (74).
Ejemplo de transgresión gramatical o creatividad poética. Las reglas normativas de la gramática no predicen la disrupción del tiempo gramatical —el pasado vivo en el presente— ni la discordancia. Se reproduce la parataxis que “parcela el acaecer en una serie de imágenes, escenas separadas a escasos personajes” (Auerbach).
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Es necesario restituir el archivo mito-poético náhuat-pipil. La filosofía —la sabiduría (sophos) del amigo (philos)— y el legado literario de una lengua no los dictamina la gramática. Los dicta —Dichtung = poesía— la actividad creativa de los hablantes. Su inventiva —la demuestran los textos en Campbell— transgrede las reglas gramaticales: posesión, centro rector, tiempo gramatical, etc. (véase Cuadro I). La narrativa crea su propio universo del discurso. Las exigencias poéticas son múltiples, abreviadas así:
1) La lengua es acto de habla, antes que potencia gramatical; diálogo y texto, antes que oración aislada, “por la violencia del análisis gramatical” (Paz, 49; véase Cuadro II).
2) Creación social y personal, antes que reglas prescritas a aplicar en serie computacional. A la espera de una “antología de literatura náhuat-pipil” y su hermenéutica.
3) Enlace momentáneo entre esferas disímiles, antes que escisión analítica.
4) Duda perenne entre el sonido y el sentido, ya que el asiento sonoro, movedizo, descontrola al conductor-hablante; trastorna a la acompañante-oyente, en duda de los sentidos literales. El sonido y el sentido sueldan su enlace indisoluble en la repetición sinfín de los relatos, antesala de la música actual (escúchese: “pop-music”, cumbia, trova, etc.).
(5) La deuda en lengua, los vivos la contraen con los muertos. La experiencia directa y el testimonio en idioma guían el encuentro con los antepasados — con los –kuhkul. A menudo se comunican por un axis mundi arbóreo, preludio de la Biblioteca de Babel.
Opuesto complementario de la historia, la poética generaliza lo particular. Ofrece soluciones concretas, inventivas y proyectos futuros. Vaticina los hechos en palabras; los elabora en el idioma. Humilde servidora de la lengua, la poética aspira al discurso (Logos), sin calcar los hechos que arguye la historia a veces en performativo-imperativo. Sumergidos en el olvido no siempre brotan en evidencia racional; envueltos de moho, la poética los sueña en doble sentido: acto involuntario del recuerdo y plan futuro exhausto de fraguar ideas sin diferendo.
Es sabido que “la desavenencia entre la filosofía [la historia] y la poesía viene de antiguo”, esto es también, entre la ciencia del lenguaje y el habla misma en su creatividad (Platón, “La República”, X: 607b). De lo contrario, nadie viviría entre “el clavel y la espada” (1939-1940). En ese país, Rafael Alberti practica “virgen la palabra precisa” y el “verbo exacto” que rebasan la “urgente gramática necesaria”. Importan que “mi lengua” la invada “el inédito asombro de crear”.
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CUADRO II
IV. El Sipitillo (Lyle Campbell)
(Santo Domingo de Guzmán, julio del l975)
(El sipitillo es una criatura sobrenatural parecido al pulgarcito con rasgos del jinete descabezado).
Se omite el análisis lingüístico original para facilitar la lectura semi-literal. El texto aplica la idea intuitiva de todo hablante al traducir en calco, i.e., en español nuevo-mexicano: “traes los libros pa’tras = you’re bringing back the books”; “yo me gusta té caliente = I like hot tea”; “voy pa’dentro/fuera/rriba/bajo”. Además, la constante repetición resulta un rasgo estilístico común del habla náhuat-pipil y la “pop music” o “rap” en inglés (escúchese: J. Cole, Marroon 5, Ed Sheeran, Taylor Swift, etc.). De esta manera, sin calco absoluto, se copia el flujo sonoro de la lengua —la textura gramatical. Por convenio editorial, la glosa literaria la adapta a un ritmo musical ajeno, cuando el ritmo implica “la unidad de la frase” (51), en la cual “el mito regresa” (Paz, 63)
ne sipiti:yuh ni-k-i:x-mati nu:san ka ki:sa tah-tayuwa nu:san wan nu:san a las doce de la noche (1). ne sipiti:yuh chikitik-chín ma: tumak ne i-xumpe (2). tesu ombrón, tesu ko:h-tik, chikitik-chín puru henteh (3). kah ki-chih kombenír ki-chih ganár nu:san (4). axta ki-maka tutu:nik ke:man kin-mu:tia (5). ya:ne (=yahane) k-ilwia-t sipiti:yut (6). varios tesu k-i:x-mat-ke-t ma: ka ki-chih kombenír ki:sa, ki:sa con la noche, las doce de la noche, tayuwa (7). ne siyuhti ne nu-piltsin ki-mu:tih ka ya:h-ki ki-mu:tia tsana-t ne: tik ne mi:l (8). yahika ki-mu:tih-a, ina k-ita-k ne sipiti:yuh, ina (9). su:siu el pelu:du wan tumak i-xumpe, wan chikitik-chín (10). yahika ya k-i:x-mati nu:san ne sipiti:yuh (11). ki-mu:tih (12). axta kukuya-k, ki-mak tutu:ni-k (13). apenas ni-k-pahtih, ni-k-mat reme:dyuh (14).
Traducción semi-literal (RLM)
El Cipitío lo conozco también que sale las noches también, y también a las doce de la noche (1). El Cipitío es pequeñito, pero enorme es su sombrero (2). No es hombrón, no es alto, es pequeñito pura gente (3). Quién lo haga-convenir/conviene, gana también (4). Hasta le da fiebre, cuándo los asusta (5). Éste le dicen Cipitío (6). Varios no conocen, que no lo haga-convenir/conviene, sale, sale con la noche, las doce de la noche, noche (7). Una vez al mi hijo lo asusta; fue, lo asusta zanate ahí en la milpa (8). Así es, lo asusta ya, cuenta, lo vio el Cipitío, cuenta (9). Sucio es, el peludo y grande es su sombrero, y es pequeñito (10). Así es, él lo conoce también el Cipitío (11). Lo asusta (12). Hasta enfermó y le da fiebre (13). Apenas, lo curo, lo sé el remedio (14).
Ejemplo de narrativa corta
La traducción semi-literal acentúa los rasgos estilísticos propios al idioma, a saber: testimonio visual (-i:x-mati = co-nocer, “ojo-saber”), verbos conjugados en serie, parataxis “para expresar lo impulsivo y dramático”, repetición al soldar el sonido con el sentido, oscilación temporal al volcar el pasado vivo hacia el presente.
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En su hablar y escribir —en su creatividad y enlace— el habla sucede en sociedad. El Yo siempre debe admitir la posible disidencia del Tú. La poética culmina en el principio democrático del diálogo. Se desdobla en po-Ética. Es po-Ética en el instante en el cual la recepción invierte el dicho del hablante en espejeo. En el reconocimiento mutuo —Yo X Tú— brota una cultura del diálogo. Del respeto bilateral sin lo uniforme. La democracia se ancla en la po-Ética, en el acto de habla a doble faz.
Su carácter disímil entona —no una interpretación válida, la nueva historia oficial— sino una sinfonía coral en conflicto de voces engarzadas. La po-Ética no prescribe el monólogo ni el canto al unísono. El retorno nostálgico a 1975: cuerpo vivo del poeta faltante; carencia nacional del estudio náhuat-pipil. Situada en el extremo Sur —en “Tlön, Uqbar, Orbis Tertius”— sugiere lo distinto. “Un libro (Yo) que no encierra un contralibro (Tú) es considerado incompleto”.
Final.