Los políticos pasan por una crisis de credibilidad. El descrédito se extiende a la política en general. Esta percepción negativa de la población hacia los políticos se deriva, entre otras acciones, de los actos de corrupción que se han conocido, del uso y abuso de los recursos del Estado por parte de ciertos políticos, promesas incumplidas, etc.
De igual manera, el gobierno de la República reconoce que superar la polarización existente entre los dos partidos más grandes es uno de los mayores desafíos nacionales, porque al no haber acuerdos básicos sobre el tipo de sociedad y de país que se quiere, hay poco espacio para la definición de políticas de Estado y la consecuente construcción de certidumbre institucional. Esta falta de claridad en el rumbo de la economía del país genera la mayor incertidumbre para las diferentes generaciones que forman la base de desarrollo; es esta incertidumbre aunada a los problemas de credibilidad política los que inciden en la apatía política y falta de participación ciudadana.
El país está a las puertas de dos procesos electorales (diputados y alcaldes, y presidente), que plantean grandes retos en temas trascendentales que marcaran el rumbo tanto económico como político. Prepararse para el futuro incierto que se presenta requiere hacer algunas consideraciones, responder a la pregunta de quiénes van a ser las generaciones clientes a quien se debe responder por los ofrecimientos electorales, qué hacer para que estos participen y con quienes se diseñarán políticas acordes que permitan abordar los temas importantes para darles respuesta a las necesidades planteadas por la población.
Responder preguntas relevantes de brecha generacional, como: ¿Quiénes dictan la política actual y quiénes configuran el futuro panorama del país? Pueden orientar al diseño adecuado de una política participativa, hablamos de una diversidad a la que aún no se ha logrado sacar partido, mucho menos se han diseñado políticas para potenciar las características particulares de cada uno, que logre la combinación perfecta y la transición de una generación a otra en todos los ámbitos de la economía del país, que permita diseñar y darle continuidad a las políticas de país sin mucho estrés. Estas son los “Baby Boomers”, los “X”, los “Millennials” y los más jóvenes, los “Z”, quienes configuran el futuro del país y los Tradicionales que mueven los hilos de la política actual.
Todos ellos comparten intereses, obligaciones y responsabilidades, pero trabajan de manera diferente. El gran desafío es aprovechar su potencial en un nuevo entorno, en plena transformación digital que permita sentar las bases para un desarrollo sostenido, sobre una plataforma generacional, definida de la siguiente forma:
“Baby Boomers” (1956/1964). Esta generación que se caracteriza por sus proyectos a largo plazo y el soporte de la familia que determina sus intereses. “Los Boomers son descritos a nivel internacional como una generación clave, que además de haber vivido su juventud intensamente, se convirtió en un grupo de profesionales exitosos que ha marcado los lineamientos para los profesionales de las generaciones venideras. Los Boomers se han convertido en el referente del éxito profesional, familiar y social.” Valoran lo que han conseguido y se sienten muy orgullosos de sus trayectorias. Son conscientes de los privilegios que han obtenido, lo que influye también en su miedo al cambio, muy interesados en participar en proyectos de mejora de la sociedad y del país en su conjunto.
«Generación X» (1965/1980). Responsables y adaptables, se describen como la generación atrapada entre la conciliación de la vida familiar y el trabajo. “La generación “X” creció en un ambiente sociocultural convulsionado, inestable y difícil, del que aprendieron a ser competitivos e individualistas. Pero del que también se rescatan aspectos positivos como el espíritu de lucha, superación y dedicación, ya que a pesar de este difícil comienzo, actualmente se han abierto camino en el ámbito profesional, siendo ahora la mayor fuerza laboral del país, por la edad en la que se encuentran.”
«Millennials» “Y” y «Z» (1981/1994) (1995/2010). Los Millennials son los que más conciencia tienen de su valor diferencial, se creen distintos, pero quizá porque desde fuera se insiste en esa diferencia. Protagonistas del cambio tienen, sin embargo, miedo a perder el control: están tan habituados a la inmediatez que temen desvincularse de la vida cotidiana y confundir lo virtual con lo real. Demandan más autonomía y confianza, quieren crecer muy rápido. De acuerdo con expertos en el tema de la Generación “Y”, la tecnología, el internet, el Cable TV y el mundo globalizado les da un poder a los jóvenes de hoy en día que antes no existía. Un niño de 15 años sabe muchas más cosas de lo que sabía un “Baby Boomer” a los 30 años. La Generación “Y” está en posición de retar, no por indisciplina, sino porque se ha criado con un conocimiento que le da poder.
¿Choque generacional?
Estas generaciones se caracterizan por haber vivido acontecimientos sociales que marcaron un estilo de vida y que los clasifican con características particulares del grupo, y que los diferencia en la forma de percibir la realidad económica, política y social. Así tenemos fenómenos sociales globales relevantes que impactaron a la generación tradicionalista, por ejemplo fue la Segunda Guerra Mundial y el Holocausto, mientras que los baby boomers fueron afectados por la Guerra de Corea, la de Vietnam, los movimientos sociales del Hipismo y la liberación sexual, así como los movimientos estudiantiles del 68 en varios países como los movimientos revolucionarios y guerra interna en El Salvador, cuyo impacto todavía forma parte de la dicotomía que tiene separada la población.
La generación “X” vivió intensamente la guerra fría y el inicio de la era del conocimiento. Basada principalmente en el uso intensivo de las computadoras, están relativamente cerca de los baby boomers, con expectativas similares de las elecciones, mejoras en la economía, y la sociedad en general, la generación Y que recibió a temprana edad el impacto de la caída del muro de Berlín y el fin de la guerra fría, comunicando con esto un optimismo de vida, así como el internet y por lo mismo es considerada la primera generación denominada nativa digital, preocupados por su futuro, la empleabilidad y su ubicación en la economía y la calidad de vida que les espera; no se ven representados en la política por lo que participar para ellos hoy por hoy no es opción, y por último la generación millenium o net que está siendo impactada por las revoluciones digitales.
El reto se presenta al tratar de alinear estas generaciones con sus particulares características, de tal forma que cada quien sepa qué esperar y qué se espera de él en el futuro cercano. ¿Sabrán los Millennials que sobre ellos recaerá la responsabilidad de liderar el país en menos de dos décadas?
Los Millennials: Una generación con talento y oportunidad que recibirá el futuro país.
En 2030, los Millennials serán el 75% de la fuerza de trabajo a nivel global, de acuerdo con la directora de Manpower Group Latinoamérica, Mónica Flores. En el Foro Forbes Mujeres Poderosas de Centroamérica 2015, dijo “que ante el problema de escasez de talento, son una generación clave para satisfacer la necesidades e impulsar el crecimiento de cualquier negocio” porque no decirlo también del país.
Conforman una generación que se comunica y consume de manera diferente, dado que nació con tecnología, aprende a través de ella y su mundo está basado en ella. Su mayor temor, en tanto, es que su crecimiento y desarrollo profesional quede estancado por la falta de oportunidades que el país les pueda brindar, se habla del nivel de empleabilidad y calidad de trabajo que se les ofrece, tema que deberá ser abordado por los políticos de turno para estructurar una política que favorezca una estructura económica que brinde empleos de calidad, con plenos derechos laborales. Esto requiere la promoción de políticas de desarrollo productivo que conduzcan hacia estructuras económicas más diversificadas, de mayor nivel de sofisticación y más integradas, así como una educación de calidad para todos que responda las exigencias del momento.
Perspectivas Económicas de América Latina 2017 pone su atención sobre los jóvenes latinoamericanos, destaca la oportunidad que representan y hace un bosquejo sobre los retos que tienen por delante. Para poder mejorar la participación de los jóvenes hay que reconocer las causas de la exclusión: falta de empleos de calidad, de buenos servicios de educación y de salud, y de participación ciudadana bien canalizada. Por ello, es necesario proporcionar más y mejores competencias, así como mayores posibilidades de emprendimiento. Las competencias y habilidades se han convertido en la “moneda global del siglo XXI”.
Los cambios tecnológicos y demográficos, junto a la globalización, completan una nueva perspectiva con grandes transformaciones en el ámbito económico, político y social que han de afectar la forma en que concebimos el mundo, la participación política, y las tipologías de las ciudades en que viviremos en un futuro ya cercano. Las políticas públicas deben tener una visión de largo plazo para predecir estos cambios y preparar a los jóvenes para beneficiarse de las oportunidades que van a surgir en estos ámbitos.
Lo que se espera es que estas iniciativas sean incorporadas en las diferentes plataformas políticas, que consigan perfilar el desarrollo desde el punto de vista tan particular de las diferentes generaciones, que sirva para abordar a las audiencias con tecnologías adecuadas a cada una de ellas, considerando el relativo avance de nuestro país en esa materia y que al mismo tiempo logren converger en una política educativa de desarrollo sostenido hacia el futuro, que será liderado por las generaciones Y y Z, obviamente soportado por los Baby boomers y la generación X que cuentan con más experiencia.
El reto no solo consiste en hacer que la educación llegue a quien más lo necesita, sino llegar con estrategias que tomen en cuenta el particular perfil de las generaciones Y y Z y sus aspiraciones educacionales y por supuesto de empleabilidad. Es fundamental dirigir los esfuerzos en robustecer los sistemas educativos, la formación y desarrollo a lo largo de toda la vida, para proveer a los jóvenes de más y mejores competencias que les permitan desplegar una mayor capacidad de adaptación, una mejor inserción y movilidad laboral.
El desarrollo tecnológico debería ser la propuesta futura como motor de la economía que logre absorber y desarrollar el talento latente de la generación de los Millennials en el país; será la clave del éxito potenciar esta generación hacia nuevos estadios de conocimiento y desarrollo tecnológicos.
Fuentes de Información:
I. atinachile.cl. (30 de Septiembre de 2008). Conociendo la Generación Y: tecnologíahechapalabra.com. Recuperado el 20 de Julio de 2011, de tecnologiahechapalabra.com: http://www.tecnologiahechapalabra.com/sociedad/sociologia_comunicacion/articulo.asp?i=3025.
II. Euro RSCG Worldwide Knowledge Exchange. (2007). Know: The Future of Generations. Nueva York: Euro RSCG Worldwide.
III. losrecursoshumanos.com. (s.f.). Artículos: La generación Y. Recuperado el 20 de Julio de 2011, de Sitio Web de Los Recursos Humanos: http://www.losrecursoshumanos.com/contenidos/6021-la-generacion-y-.html
IV. Sociedad y Tecnología. (30 de Septiembre de 2008). Conociendo la Generación Y: Sociedad y Tecnología. Recuperado el 2011, de Sitio Web de Sociedad y Tecnología: http://www.tecnologiahechapalabra.com/sociedad/sociologia_comunicacion/articulo.asp?i=3025
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