Durante el desarrollo del proceso de estudio de las reformas a la Ley de Pensiones, la cual se llevó a cabo en la Asamblea Legislativa, fue necesario –además del diálogo- la capacidad de los diferentes actores involucrados para ceder en algunos de sus planteamientos. Así se hizo al interior del Parlamento, como de las AFP y la misma Presidencia de la República.
Uno de los principales alcances que obtuvimos con la reforma al sistema previsional es el logro de acuerdos de nación, a través de una nueva forma de dialogar y legislar, teniendo como meta los anhelos más sentidos de la población.
Durante el evento “El Salvador 2024”, que se realizó la pasada semana, resalté que la reforma previsional dio lugar a una nueva forma de dialogar. Todos debemos entender que somos parte del mismo barco y que remamos al mismo puerto.
Podemos lograr acuerdos como Asamblea Legislativa si anteponemos a cualquier interés partidario, los altos intereses de la nación.
La experiencia de dialogar y legislar teniendo como horizonte el bienestar de la población salvadoreña siempre debe ser la práctica legislativa. Para ello hay que trabajar en un acuerdo que permita tener un Presupuesto General de la Nación (PGN) 2017, que sea equilibrado y sobre base social y de seguridad.
El Salvador no solo necesita consensos políticos; es insoslayable trabajar a futuro para construir una concertación política que dé estabilidad económica al país. Para ello, será fundamental que se comience desde la práctica legislativa.