El Salvador
jueves 28 de noviembre de 2024
Voces

Mientras existan incongruencias en nuestra economía, ningún salario mínimo alcanzará

por Redacción


¿Qué expectativa pueden tener los trabajadores salvadoreños? ¿Acaso ganar únicamente para cubrir las necesidades de supervivencia es una aspiración de vida digna?

Como en todos los temas de país, el aumento al salario mínimo aprobado la semana pasada ha venido a desatar una serie de posturas encontradas y a polarizar a El Salvador entre quienes lo apoyan porque lo ven como un paso más cerca hacia la justicia social y quienes se niegan a sacrificar parte de sus ganancias en pro de una mejor remuneración para sus empleados.

Antes de ubicarme en uno de los dos grupos, debo aclarar que siempre he defendido un aumento del salario mínimo porque estoy convencido de que, mientras la economía de las mayorías esté hundida, nuestro país no podrá salir adelante. Por lo que considero que este aumento al salario mínimo ya era necesario.

Sin embargo, también estoy convencido de que este aumento está lejos de terminar con las grandes inequidades que existen en nuestro país. Si no se toman medidas paralelas que acaben con las incongruencias de nuestra economía, este aumento al salario mínimo no será más que una mejora ilusoria para los salvadoreños, puesto que dentro de poco, todos los precios de la canasta básica comenzarán a subir y el poder adquisitivo de las personas, en lugar de aumentar, disminuirá.

Mientras se siga permitiendo el cobro de intereses impagables, una rentabilidad de pensiones sumamente baja y se siga ganando en colones y gastando en dólares, ¿Qué expectativa pueden tener los trabajadores salvadoreños? ¿Acaso ganar únicamente para cubrir las necesidades de supervivencia es una aspiración de vida digna? En mi opinión, no lo es.

Lo que debemos hacer es tomar medidas que acaben con la raíz de la injusticia en nuestro país y propiciar la creación de más oportunidades para todos a través de la incentivación de nuevas inversiones en el país. El aumento al salario mínimo por sí solo  no cambiará nada. Aún hay mucho por hacer para poder garantizar a los salvadoreños una calidad de vida digna.