El Salvador
lunes 13 de enero de 2025

Las diez plagas de El Salvador

por Redacción


En El Salvador las diez plagas nos llegaron juntas y las padecemos desde hace siete años, con el agravante que la peor de ellas, la de la muerte, sigue cobrando vidas a diario.

De las diez plagas sufridas por Egipto, a causa de la necedad del Faraón, la peor fue la muerte de los primogénitos. Aunque todo el pueblo sufrió las nueve anteriores, no fue hasta que le afectó personalmente cuando el gobernante tomó la decisión de liberar a Israel.

En El Salvador las diez plagas nos llegaron juntas y las padecemos desde hace siete años, con el agravante que la peor de ellas, la de la muerte, sigue cobrando vidas a diario.

Tuvimos que llorar a casi 31mil salvadoreños para que la necedad de este Gobierno comenzara a ceder, al menos con la plaga de muertes y de la inseguridad que ya rebasó los límites de la tolerancia de cualquier ser humano.

Aún no podemos cantar victoria, la pequeña reducción en las estadísticas de homicidios diarios no termina de mantenerse a la baja y seguimos siendo un país violento. Pese a los esfuerzos que hacemos desde la Asamblea Legislativa, seguimos contando muertos.

El FMLN chinchineó el crimen, consintió a criminales dándoles beneficios que les facilitaron continuar una vida de ilícitos con tal de maquillar cifras.

El primer Gobierno del FMLN, con Mauricio Funes a la cabeza, institucionalizó un pacto oscuro al que llamaron tregua, pacto del que hoy pretenden desligarse sin afrontar el peor de los errores cometidos desde que llegaron al Ejecutivo.

Ahora resulta que Salvador Sánchez Cerén da un informe de solo dos años de gestión, cuando él como Vicepresidente avaló -como mínimo consintió- este pacto del que ahora en lugar de intentar desligarse, deberían responsabilizarse y enfrentar el error que todos estamos pagando.

Este 1 de junio informa de supuestos resultados contra el crimen alzando una mano y escondiendo con la otra a los funcionarios que impulsaron la tregua, a funcionarios que pactaron beneficios con pandilleros, a funcionarios que repartieron dinero a criminales, dinero que todos los salvadoreños pagamos a través de múltiples impuestos.

El FMLN aún no acepta que la tregua es el peor de los errores que han cometido al frente del Ejecutivo, aún no se arrepiente de los pactos alcanzados por sus funcionarios con criminales; aún no transparentan el gasto público para asolapar a pandilleros que desde los penales ordenaron muertes, violaciones y extorsiones; pandilleros que mantienen las plagas de la muerte e inseguridad.

Esconder la otra mano, pretendiendo que el olvido se encargue de resolver los problemas que ellos mismos ocasionaron no terminará con estas dos plagas que ronda al país junto a las otras que se intentan esconder bajo la alfombra.

La plaga del desempleo parece haber llegado para quedarse y este Gobierno con su necedad sigue atacando a los generadores de trabajo, ahuyentando la inversión y cerrando oportunidades a la población que necesita más y mejores empleos para sobrevivir.

Los más afectados con esta ausencia de oportunidades son los jóvenes que a pesar de su preparación, actitud positiva y energía, no encuentran empleo y son empujados al ocio, uno de los peores enemigos de la productividad.

La mitad de los jóvenes salvadoreños no tienen acceso a un empleo pleno y uno de cada tres está subempleado, es decir que solo han encontrado oportunidad de trabajar por horas, sin alcanzar a cubrir las necesidades que tienen para seguir creciendo, para seguir desarrollando sus capacidades y alcanzar sus metas.

Fácil es hablar de cifras macroeconómicas basando un discurso en números que no reflejan la realidad que siente el salvadoreño en su cartera que sigue vacía, esperando un día tener lo necesario para ser parte de esta cifra de la que tanto se jacta el Gobierno.

La plaga del desempleo solo se puede eliminar con inversión. Mientras este gobierno siga con discursos ideológicos y de odio de clases, alimentando la nostalgia de sus bases pero no el estómago de todos los salvadoreños, no vamos a eliminar la falta de trabajo que incrementa la pobreza.

¿Dónde está el apoyo a la agricultura? El sector al que tanto prometieron ayuda está en crisis. Los pequeños productores están cada vez peory no alcanzan a cubrir ni la alimentación de su familia.

La seguridad alimentaria se ha quedado en el discurso. El sector café tiene una de las menores producciones que se han tenido en 80 años generando la plaga de hambre que afectará a 200 mil trabajadores del sector que se quedan sin empleo, sin contar la afectación del sector azucarero y otros.

En siete años de Gobierno se ha implantado la plaga de la corrupción negándose a eliminarla con la creación de una CICIES que en otros países ha dado resultados positivos contra este mal que carcome a la sociedad.

Tenemos funcionarios que se niegan a la transparencia para evitar los señalamiento del mal uso de recurso público, compadrazgos con criminales y beneficios con la adjudicación de contratos como el caso de Polistepeque y su representante legal Joao Santana, ligado a lavado de dinero en Brasil y quien se llevó millones de este país gracias a la imposición del Ejecutivo para contratarle.

Sánchez Cerén se ha negado a transparentar el contrato, esconde los indicios de corrupción en este y otros casos como los viajes de la presidencia.

Esta corrupción permite el desarrollo del despilfarro, plaga que no puede pasar inadvertida porque es el despilfarro de nuestros impuestos.

Salario de $7,000 para el presidente de PROESA; la nieta del presidente contratada en INJUVE y su hijo en FONAVIPO y otros casos de nepotismo pagados con fondos públicos, con dinero recaudado de los 22 nuevos impuestos que dicen ya no les alcanzan.

Por cubrir este despilfarro nos han llevado a sufrir la plaga de la deuda que se ha incrementado de forma irresponsable topando la tarjeta de crédito y pagando intereses que empeñan al país por décadas.

Han recibido en concepto de préstamos: $5 mil 592 millones de 2009 a 2015 y aunque tienen los fondos, el Ejecutivo no ha utilizado más de $700 millones de créditos destinados a programas de beneficio para la salud, educación y seguridad, entre otros.

Y así seguimos enumerando las plagas: la de Epidemiasque el Ministerio de Salud prefiere esconder antes de enfrentar; la escases del agua, generada más por la incapacidad y mala administración del recurso hídrico que por la ausencia de éste; la plaga de antivalores que mina la familia, base de la sociedad, con discursos de división, ataques sin fundamento y doble moral ante temas que deberían ser discusiones serias sobre lo que queremos para el país; finalmente hemos llegado a la Frustración, sentimiento que se ha impregnado en los salvadoreños que esperaban que el país caminara por el rumbo correcto y no en el retroceso que hemos caído.

Este uno de junio terminan siete años de plagas, en las manos del Ejecutivo está hacer un alto en el camino y reparar lo dañado, buscar un faro distinto al de Venezuela para que El Salvador camine hacia adelante y no siga retrocediendo en detrimento de la población.