El Salvador
domingo 12 de enero de 2025

El agua, apocalipsis y Tercera Guerra Mundial

por Redacción


De seguir en esta situación, ya no habrá guerras por el petróleo o por el uranio o por el oro, será por algo más valioso: el agua, eso que es es vida y nos da vida, pero con las causas mencionadas y otras que no, el planeta se seca día a día, año tras año, siglo tras siglo.

La población del planeta crece a pasos agigantados. En una década más alcanzará la monstruosa suma de ocho mil millones de habitantes.

El uso y abuso del contenido del planeta que sirve para dar y mantener la vida ha propiciado ya desabasto de muchas fuentes que propician, de manera natural, que puedan existir seres vivos en la Tierra.

El agua es vitalísima para la permanencia humana y de vida animal y vegetal. Primero fueron ríos y lagos, los que calmaron la sed, luego se envió a zonas lejanas en los llamados acueductos. Más adelante se entubó y se empezó a cobrar por parte de todos los estados del mundo. Posteriormente hace unos sesenta años se envasó y se vendió como cualquier producto de mercado, en grandes y pequeños botellones de vidrio, evidentemente solo a quienes podían pagarlo. Era muy higiénica; anunciaban.

Hace unas tres décadas se envasó en recipientes de plástico y el “agua del chorro” dejó de tomarse porque, según esto, verdad o no, era sucia y poco potable. Pese a que era la que se tomó por buena durante los dos siglos anteriores. El agua gratuita de ríos y lagos, además de los pozos, dejó de serlo y ahora se paga por todos los habitantes.

Diariamente en todo el mundo, incluso en zonas del primero, aumentan las zonas desérticas, y las primeras exigencias de la población ante la falta de los servicios gubernamentales y/o privados o de su mala administración. El destino nos alcanzó, como decía la película, más de la mitad de los habitantes del planeta no tienen agua potable y consumen la que les queda o la que sobra, se encuentre en las condiciones que sean.

También todos los días, en particular en nuestro tercer mundo, hay protestas de los pobladores por no obtener el servicio, el que además es cobrado sin proporcionarlo. La violencia de estas protestas aumenta cada día más porque el agua es vida, es limpieza, el setenta por ciento del cuerpo humano es agua, las plantas y los alimentos que produce la tierra necesitan agua para alimentarse y alimentarnos, igual que los animales.

De seguir en esta situación, ya no habrá guerras por el petróleo o por el uranio o por el oro, será por algo más valioso: el agua, eso que es es vida y nos da vida, pero con las causas mencionadas y otras que no, el planeta se seca día a día, año tras año, siglo tras siglo. De hecho no sabemos cuánto más nos durará. Pero los especialistas consideran que, de seguir así, muy poco.

Por supuesto muchos se culpan entre sí: las grandes potencias entre ellas mismas; los países pobres como El Salvador, entre políticos y gobiernos y entre los que supuestamente tiene mucho y los que tienen poco. Pero el agua se muere, el apocalipsis más cercano es éste no lo que predican otros. ¿Nos acabaremos los humanos en una tercera guerra mundial? Y después, ¿Quedará algo del agua en el planeta?