Ella, una joven empleada, mujer trabajadora, con un hogar y dos hijos, trabajaba para un señor empresario, quien a cambio de no despedirla la obligaba acceder a sus deseos sexuales, llegando al límite inclusive de esclavizarla. La víctima cuenta que en oportunidades la obligó a participar en orgías sexuales; su negativa, era desestimada con amenazas a muerte; ella debía en la mayoría de las ocasiones acceder, tener sexo con él.
Quedó embarazada y él la despidió. Su agresor sexual la acusó de haber robado dinero a la empresa. La víctima, a quien llamaré Claudia, puso la denuncia en el año 2010 en la Fiscalía General de la República, (referencia fiscal: 560-UDMM-2010-SS. Han pasado los años, el hijo de Claudia nació; es un bello niño, sano y no conoce aún la verdad, pues Claudia tiene a su lado a un hombre que la ama y apoya en todo.
Fundación Mujer Legal recibió a la usuaria Claudia el año pasado, interponiendo la denuncia en la Procuraduría Para la Defensa de los Derechos Humanos; nos atendió personalmente el Procurador David Morales y la institución diligentemente inició su trámite ante la Fiscalía General de la República, institución en ese entonces bajo la dirección de Luis Martínez, quien a través de sus delegados negó el expediente físico a PDDH.
A pesar de ser una petición hecha por el procurador Morales, FGR se limitó a enviar informes poco sustentables y evadiendo cumplir con el llamado hecho por la PDDH; ante tal circunstancias, el Procurador de Derechos Humanos emitió un pronunciamiento. El dieciocho de septiembre del año dos mil quince la Procuraduría dictó resolución en la cual se resolvió:
“Que existe suficientes elementos para presumir la afectación del derecho de acceso a la justicia sin discriminación, por rechazo u obstaculización de denuncias o procedimientos para atender, investigar o sancionar delitos sexuales en su contra, por parte de la Institución y del Fiscal General en turno. Así mismo, se recomendó a la Fiscalía General de la República se reabriera el caso y se realizaran las diligencias inmediatas a efecto de garantizar el acceso a la justicia a la víctima y tomando en consideración los criterios señalados en la resolución y en las Cien Reglas de Brasilia sobre Acceso a la Justicia de las Personas en Condición de Vulnerabilidad, y Reglas Regionales de Atención Integral a las Mujeres Víctimas de Violencia de Género con Énfasis en Violencia Sexual”. Referencia PDDH: SS-0304-2015.
Sin embargo, ha esta fecha no se ha reaperturado el caso y en reunión sostenida con Claudia Trigueros el día doce de enero del año en curso, se nos informó que el caso lejos de reapertura se encontraba definitivamente archivado.
Resulta ser, según Claudia, que su supuesto agresor al momento del cometimiento de los hechos y al momento de la denuncia era el esposo de una fiscal.
Señor Fiscal General, Douglas Arquímides Meléndez:
Vengo a pedirle en mi calidad de presidenta de un organismo que brinda asesoría y representación legal en tribunales a hombres y mujeres en estado de vulnerabilidad, organismo que lucha por la consagración de los derechos humanos, defensores y querellantes según el caso lo amerite, “que desempolve ese expediente”, el cual notoriamente consideramos ha sido “protegido” y pedimos que se judicialice.
Señor fiscal, Claudia fue diagnosticada con cáncer terminal en el estómago hace aproximadamente un año. Ahora Claudia batalla por su vida y ella nos ha pedido en esta Fundación que antes de morir luchemos. Ella quiere declarar en una Cámara Gesell, pero no en la Fiscalía, sino en un proceso judicial. A Claudia ya no le queda mucho tiempo. Pero en usted, este organismo, Claudia, su familia y todo un país tenemos esperanza.
Claudia nuevamente será operada este próximo 2 de febrero; verificarán cuanto avanzó su cáncer, la fe no la hemos perdido que Dios puede hacer el milagro.
Definitivamente Claudia ha venido luchando con un doble cáncer. El primero, su triste y doloroso diagnóstico; y el segundo, el cáncer de la violencia institucional que FGR ejerció, cáncer que es capaz también de matar. Si quienes buscan justicia y lo que encuentran es agresión y protección desmedida a “los amigos”, pues Claudia sigue afirmando que se protegió a alguien.
Si Claudia muere sin que se judicialice este caso, quedará un vacío muy grande en la Fundación Mujer Legal y sin duda, además, en el Procurador para la Defensa de los Derechos Humanos, quien conoce de primera mano su caso, inclusive, hay personal de esa institución que visita a Claudia en su casa de habitación con un equipo de psicólogos que le han ayudado para sobrellevar no solo su enfermedad, sino también el cáncer invasivo de la negligencia, del desinterés y de la protección desmedida para aquel hombre a quien ella denunció por supuestamente haberla violado reiteradamente y embarazó, pero a quien no lo llevaron al banquillo de los acusados.
¡Vaya cáncer!
Esperamos de usted como fiscal del pueblo, fiscal de la gente, que por fin “se haga justicia por Claudia, se asignen nuevos fiscales al caso y sin mayor demora se lleve el caso en San Salvador y se dé cumplimiento al artículo 3 de la Constitución: “Todos somos iguales ante la Ley”
Claudia y Fundación Mujer Legal seguiremos luchando por lograrlo.
Por Claudia pedimos a Dios que le llene de salud, porque él puede hacernos el milagro.
Maldito cáncer de estómago, maldito cáncer institucional. Seguimos todos los salvadoreños esperando la cura.