Hace unas semanas tuve un interesante intercambio de opiniones vía Twitter con un el reconocido presentador Federico Zeledón. Todo comenzó con un comentario que hice en esa red social, donde expresé mi malestar ante la campaña de una tienda de zapatos, la cual me parece una aberración, porque confunde a la mujeres sobre el feminismo, construye etiquetas y confirma arquetipos de lo que debería, para esa empresa, ser una mujer.
Debo aclarar que tengo una muy buena amistad con el presentador y en varias ocasiones hemos intercambiado puntos de vista de diferentes temas, llegando a coincidir en algunos puntos y en otros tenemos distancias abismales, pero me agrada discutir con él porque siempre lo hacemos dentro del marco del respeto, sin descalificaciones y eso desde mi punto de vista genera que tengamos reflexiones y logra hacer que ambos aprendamos a tener mejores argumentos a la hora de debatir, lo que es bueno porque te ayuda a ir actualizándote ante las nuevas corrientes de pensamiento.
Pues bien, el mensaje con el que me respondió fue que entre eso y defender el aborto, pues desde su perspectiva particular era mejor lo primero, el nivel de confianza me permitió responderle que ese tema –el aborto- siendo un tema de género yo solo lo discutía con mujeres y no con hombres puesto que físicamente estos no pueden estar en estado de gravidez y, por lo tanto, no podía discutir con ellos de un tema del cual desconocen.
Hasta ahí digamos que iba todo bien, pero esa respuesta generó una avalancha de hombres indignados reclamando su derecho de discutir ese tema, puesto que ninguna mujer puede salir embarazada sino es por la intervención del “santo falo” de ellos y, por consiguiente, eso les da derecho a opinar. Claro, no faltó el que se pusiera como energúmeno a insultar a su servidora y hasta mis hijos se llevaron su patada.
Empecé a revisar los perfiles de los indignados hombres y observé que todos los que estaban casi sacando espuma por la boca llamando asesinas, feminazis y hembristas a las mujeres que luchamos por tener absoluto y total derecho sobre nuestros cuerpos -desde la concepción de un Estado laico y que buscamos una convivencia en igualdad de condiciones con iguales oportunidades y que estas no se vean supeditadas a lo que tenemos entre las piernas- todos están a favor de asesinar a los pandilleros, el lujo de formas en que se puede hacer y los métodos más crueles para exterminarlos.
Me llamó la atención que al discutir conmigo se denominaron “provida”… lo que me llevó a reconfirmar lo que siempre he creído, que la gran mayoría de los grupos anti-derechos y denominados provida, no lo son, pues su lucha es por el derecho a nacer, luego de que sales a este mundo poco o nada les importa las condiciones en las que se cría o malcría el individuo.
Además de que nadie se ha dado a la tarea por investigar ni leer sobre el tema, todos repiten lo mismo que han escuchado en algún lugar, sin fundamentos que no sean basados en arquetipos de la construcción social en la que han sido educados y con nula capacidad de cuestionar esa construcción y los peores, aquellos basados en versículos bíblicos, donde por cierto la concepción de la virgen María no hubo intervención del “santo falo”.
Es difícil explicar a una persona que no está en disposición de razonar sus argumentaciones más que apelando a lo divino.
No es cierto que una sociedad donde una mujer puede ejercer sus derechos sexuales y reproductivos de la misma manera que lo ejercen sus pares masculinos se disparen los abortos, esa es una idea supremamente errada, pensar que las malvadas mujeres libertinas y sinvergüenzas quieren permiso para matar, es desnaturalizar a las féminas, creyéndolas vampiresas dispuestas a seducir a los pobres hombres para luego las muy desgraciada abortara al fruto de esa relación… nada más que una imagen grotesca alimentada por el machismo.
El que una mujer tan solo contemple esa posibilidad, debe ser analizado, porqué una mujer tomaría esa decisión existen cientos de circunstancias por las cuales se puede llegar a esa opción violación, incesto, peligro de muerte, un embarazo que no sea viable su vida fuera del útero –caso de Beatriz- paternidad irresponsable, pérdida de su trabajo…pero más que lo anterior ¿quién les ha metido en la cabeza que todas las mujeres que pueden tomar la decisión de interrumpir un embarazo lo harán? De dónde han sacado esa conclusión, existen cientos de mujeres que a pesar de haber concebido bajo circunstancias inusuales o correr riesgo de morir TOMAN LA DECISIÓN libre y soberana de tener a sus hijos, y viven en países donde el aborto es libre, gratuito y seguro.
De igual manera el mito de que el brindar educación sexual genera mayor promiscuidad en la juventud, es muy por el contrario, al tener educación y acceso a métodos anticonceptivos seguros y gratuitos que las mujeres y jóvenes evitan tener relaciones sexuales, al estar informadas se enteran qué consecuencias existen al tomar ese tipo de decisiones, pues el embarazo es solo una de las consecuencias lógicas, están las enfermedades de transmisión sexual, el VIH y otra serie de complicaciones que se generan a futuro el hecho de detener relaciones a muy temprana edad. Lamentablemente aquí se busca mantener oculta esa información creyendo que la ignorancia es el mejor de los mundos… o peor aún se desentienden de dar esta información dejando a la juventud a la deriva creyendo que porque existen anuncios de condones eso en sí mismo es una muestra clara de que tiene información basta a su mano y nada más alejado de la cotidianidad, donde el monstruo de la ignorancia nos tiene con altas tasas de natalidad y de embarazos no deseados.
El pensar que el aborto es un método anticonceptivo o que será usado de esa forma es otra gran mentira, tomar una decisión de interrumpir un embarazo no es una decisión fácil para ninguna mujer, por eso es imposible discutir estos temas con hombres, nunca sabrán qué carga emocional o social significa estar embarazados ni los avatares que tienen que enfrentar las mujeres, pero más que eso en un país donde las altas tasas de irresponsabilidad paterna son alarmantes, así como las violaciones sexuales y de incestos, parece risible que los hombres busquen protagonismo en este tema cuando en la realidad son los primeros en huir, además de no ser castigados ni con censura social y van por la vida abortando niños y niñas con impunidad –abandonar a un hijo es también aborto-.
Denominarse provida no debería ser a la ligera, porque al colocar esa etiqueta en el pecho debes revisar qué tipo de luchas haces para lograr erradicar el aborto, la pena de muerte y la eutanasia, así como hacer verificar si apoyas los programas sociales para que estos niños puedan tener zapatos, libros, comida en sus escuelas, creer en la redistribución de la riqueza de modo de evitar que estas niñas violadas puedan salir adelante ellas y sus hijos sin estigmas y con dignidad accediendo a educación, salud, seguridad, luchar por el medio ambiente porque en la medida que tengamos un país saludable nuestros ciudadanos tendrán mejor calidad de vida, lograr facilidades los procesos de adopción para que estos niños y niñas no pasen 4 años en los orfanatos en lo que se realiza su trámite, verificar estos sitios donde se cuida a los menores, en qué condiciones están… Ya cuando uno empieza a enumerar esta lista muchos le miran de “medio lado” a una y se hacen los suizos… Si ese su caso, mi estimado amigo y amiga, entonces usted es pro derecho a nacer y no provida.